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Jennie pov. 

Tres horas más tarde, tengo al gatito -que evidentemente es una hembra- envuelto en una manta en mis brazos mientras le doy de comer leche de fórmula con un gotero.

Mientras estoy sentada en el suelo del dormitorio de Lisa.

Fumando su cigarrillo, me mira desde el otro lado de la habitación.

—Sólo será por unos días —le aseguro—. En cuanto Bigotes esté sano, volverá a ser un gato de exteriores.

Pero me aseguraré de abastecerme de comida para gatos y le daré un poco todos los días después del colegio para que no pase hambre.

Ella frunce el ceño. —¿Bigotes?

Acaricio el pelaje de Bigotes. —He pensado que debería tener un nombre durante su estancia. —Sonrío mientras sus pequeños bigotes me hacen cosquillas en los dedos—. Bigotes es lindo, igual que ella.

Gruñe.

Cuando Bigotes termina de comer, se acurruca en la manta del suelo. 

—Sólo tiene tres semanas, así que necesitará comer cada tres o cuatro horas.

Mira su reloj. —Supongo que tu culo estará aquí de vuelta a las dos de la mañana entonces.

No debería haber esperado menos de ella. Lisa no tiene un hueso bueno en su cuerpo... ni siquiera cuando se trata de pobres e inocentes animales.

Aunque me llevó al veterinario y, aunque a regañadientes, aceptó que Bigotes se quedara aquí unos días.

—Si sirve de algo, te agradezco que hagas esto.

Otro gruñido.

Después de asegurarme de que Bigotes está cómoda y duerme rápido, decido abordar el tema de Candi.

—No sé si te has enterado, pero se ha encontrado un cadáver en Devil's Bluff.

Se tensa y agarra otro cigarrillo mientras se apoya en el cabecero de la cama. —Lo he oído.

Exhalando un suspiro, me acerco a ella. —La víctima era una chica de mi trabajo.

No dice nada, así que continúo: —Intenté preguntarle a tu padre si podía ayudar en la investigación...

—¿Le pediste ayuda a mi padre?

Asiento con la cabeza. —Sí... pero no fue bien. Dijo más o menos que era una puta y que tenía lo que se merecía.

Lisa resopla. —No me sorprende.

Me muerdo el labio y meto las manos en los bolsillos de mis pantalones. 

—Esperaba que tal vez hablaras con él por mí, eres su hija, así que tal vez puedas convencer...

—¿Estás loca? —gruñe—. Si no te escucha, ¿qué diablos te hace pensar que me escuchará a mí?

Supongo que tiene razón. —No lo sé. —Mirando hacia abajo, me retuerzo las manos—. La asesinaron, Lisa... y luego la dejaron en el bosque para que se pudriera como un pedazo de basura. Y a la persona que puede ayudar a averiguar quién lo hizo no parece importarle una mierda el hecho de que se quitara la ropa para vivir. —Mis brazos se enroscan alrededor de mi cuerpo—. Sé lo que se siente el saber que a nadie en el mundo le importas una mierda. Y cuanto más lo pienso, me doy cuenta de que podría haber sido fácilmente yo la asesinada en lugar de ella. —Me encojo de hombros—. Supongo que me gustaría saber que alguien seguiría luchando por mí si así fuera.

Lisa no dice nada mientras da una larga calada a su cigarrillo.

Me siento tan estúpida por haber confiado en ella, debería haberlo sabido. 

—Olvídalo. No espero que alguien como tú lo entienda.

—Jennie —gruñe cuando me dirijo a la escalera.

—¿Qué?

Cuando me giro para mirarla, veo que ya viene hacia mí.

Doy un paso atrás, pero ella da un paso adelante, arrinconándome contra la pared.

Su mirada oscura se detiene en mi boca mientras me pasa un dedo por la mejilla, me estremezco porque el gesto es muy suave y no estoy acostumbrada a ello.

—¿Qué estás haciendo? —pregunto.

—Antes me dijiste que podía tener lo que quisiera.

Se me acelera el pulso cuando me agarra el cabello, atrayéndome hacia ella.

Su aliento roza mis labios, es una caricia susurrante que hace que mis pezones se agiten bajo mi camiseta.

Mis ojos se cierran y separo los labios... esperando que me bese.

Pero no lo hace.

Y por razones que no puedo explicar... casi necesito que lo haga.

—Eso justo así. —Su voz es ruda, burlona—. Eso es exactamente lo que quería.

Le doy un empujón en el pecho. —Eres una imbécil.

Se ríe mientras avanzo hacia las escaleras, pero entonces se detiene bruscamente y su tono se vuelve serio.

—¿Stray?

—¿Qué?

—Deja a mi padre en paz, cuanto menos lo hagas enojar, mejor. Para todos.

Te Odio. [Jenlisa g!p]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora