Inferno© [+21]

Capítulo 16.

Yallah.

Su mirada llena de desafío con esos ojos grises azulados, su cabello largo y rojizo con un leve brillo amarillo como el fuego aparecen en mi mente a medida que escucho a Ayzha hablar paseándose por el Jet.

—Y sé que pierdo mi tiempo contigo porqué no me estás escuchando. —Se cruza de brazos frente a mí. Yo la observo con tranquilidad.

—Si te estoy prestando atención. —La verdad es que no recuerdo más nada después que sus palabras fueron "al parecer le gustaron las flores". —¿Qué fue lo que dijiste después de...?

—¡Yallah! —me interrumpe. —¿En qué piensas tanto? ¿Qué es más importante que yo?

—No acabas de preguntar eso. —Aprieto mis labios para no reír.

Mi hermana y yo nunca nos llevamos como, a mi suponer, dos hermanos que se aman. A pesar de yo no obtener la sangre real, hicieron que la tuviera, por lo tanto, mi relación con ella es más de amigos que se odian, pero se cuidan en secreto, que dos hermanos que están obligados a compartir la misma sangre.

—Cállate, fue lo primero que se me vino a la mente. —Sonríe con burla causando mi carcajada. —Ya, enserio. ¿Qué tanto piensas?

—¿Crees que me haya creído?

Alza una ceja.

—No lo sé. Yo no te creería nada más por mandarme flores.

Bufo.

—Tienes razón.

Neyaisav me impresiona cada vez más, cada día que pasa. Tanto así que ya no sé de qué manera tratarla, ya que no sé cómo va a reaccionar o de qué humor va a estar. Y para mí es particularmente complicado a pesar de haber pasado la mayoría de mi existencia rodeado de mujeres.

—Las mujeres son la criatura más inefable y a la vez más inexplicable de todo el universo. —Suspiro recostándome del asiento.

—Qué te puedo decir... —Ayzha imita mi acción sacando una manta de su bolso.

—No pierdas el tiempo tratando de entendernos, a veces nosotras ni lo hacemos.

—Supongo que es normal, son cíclicas. —Al decir esto último Ayzha me mira súper extrañada deteniendo sus movimientos para calentarse, como si fuera otra persona quién estuviera frente a ella. —¿Qué? Tengo que aprender a lidiar con el enemigo.

—No me está gustando el rumbo de todo esto...

Pongo los ojos en blanco.

—No quiero que digas nada al respecto. Lo hago por nosotros, por mí.

Sé lo que internamente puede llegar a pensar mi hermana y mi familia sobre mis movimientos actuales. No solo me pone en riesgo a mí al estar tan cerca de la agencia y salir de mi país, sino que también los pone en riesgo a ellos solo por tener a Ayzha a mi lado en todo momento, pero la necesito, quiero entender a las mujeres, quiero entenderla a ella, a Neyaisav, para así lograr mi meta.

Quiero que se sienta bien con mi presencia. Me servirá de mucho si todo sale bien.

Ella aun cree que no estamos relacionados para nada y agradezco que se haya creído que nada más la conocí por la ex de Costa. Todo apunta hacia nosotros y todo esto está muy por fuera de los problemas políticos que mi presencia traiga.

Es mucho mas doloroso.

—¿A dónde dijiste que iba? —la pregunta me había estado quemando desde que la vi llegar.

No puedo descuidarla.

—Los Ángeles —musita suavemente observando mi cara con cautela ante su respuesta. —Yallah...