Si Camino a Tú Lado (Furry)

Especial 200 seguidores: Marc y Magdés 2

Recuerdo el día en que el hijo de Marc despertó, su alegría, su euforia, sus lágrimas de felicidad desbordando por su rostro al poder volver a ver a su hijo consciente de nuevo.

Luego estaba el pequeño Mike, totalmente desconcertado por el lugar que se encontraba, pero según iba recobrando esos sentidos que habían estado adormecidos durante tanto tiempo, terminó por fijarse en mi presencia. No conseguí caer en el error que fue quedarme en el lugar en el que estaba parado hasta que vi como los ojos del joven humano se habrían completamente por el temor de ver al lobo que lo observaba desde la distancia.

-¡Q UE QUE ESO QUE! –Balbuceaba mientras me señalaba y retrocedía hasta la esquina de la cama tratando de huir.

Marc tiraba de su hijo para evitar que se alejase de él, he intentado inútilmente de calmarlo mientras se lo acercaba para seguir abrazándolo como lo había estado haciendo hasta ahora. Pasó un largo rato para que Marc pudiese tranquilizar a su hijo y así explicarle la situación en la que se encontraban, caber aclarar que el hecho de que me hubiese ido de allí había ayudado a que eso sucediese.

El día iba pasando, y yo había decidido patrullar por la aldea atendiendo mis labores como gran alfa, pero aunque me hubiese alejado de Marc y su hijo, mi mente seguía atrapada allí, recordando la mirada de terrero en los ojos de Mike, de lo asustado que estaba al verme, y de cómo mi pareja me pedía que me marchase con la mirada.

Traté de mantenerme ocupado tanto como pudiese, hasta que el sol ya casi había desaparecido por completo.

-Tanto tiempo y aun sin noticias –me decía mi hijo, quien estuvo acompañándome desde que me lo encontré en mi ruta.

-Debes tener paciencia cachorro –Le mencioné notando su molestia al llamarlo cachorro- Mike ha estado durmiendo durante un largo tiempo, y una vez que despertó, se encuentra con un lugar desconocido, y unas criatura grandes y amenazantes, pero ya sabes que lo más difícil será decirle que a partir de ahora este es su hogar

Las orejas de mi hijo bajaron al escuchar la realidad, su paso se fue ralentizando mientras parecía meditar algo en su cabeza y su atención estaba en el suelo.

-Yo sé que él será feliz aquí papa –Levantó la mirada con convicción mientas apretaba sus puños- y sé que superará todo esto

-/Porque yo me encargaré de hacerlo/ -Mi hijo no dijo eso, pero era casi como si lo hubiese oído.

Ya había llegado la noche, y decidí mandar a mi hijo a dormir para que mañana pudiese encargarse de algunas de mis tareas en caso de necesitarlo, a este punto ya no sabía ni que debía hacer. Volver con Marc me parecía impensable, ya que no quería asustar aún más al joven Mike, seguir paseando me parecía ya una pérdida de tiempo, además de que me comenzaba a sentir cansado, y volver a mi cabaña para encontrarla bacía no podía hacer eso, no de nuevo. Durante un tiempo, cuando mi antigua pareja se fue, tuve que acostumbrarme a regresar a mi casa con una expresión alegre por mis hijos, hasta que después de que cumplieron la mayoría de edad se fueron, luego llegó Marc, y le trajo esa chispa que había perdido en mi vida desde hacía ya mucho tiempo, pero si regresaba y mi hogar estaba vacío, no sé si podría soportarlo de nuevo

-¿Magdés, estás bien? –una dulce voz resonó en la distancia.

-¡¿Marc, qué haces aquí!? –Dije sorprendido- ¿Ha ocurrido algo?

Marc negó con la cabeza mientras se acercaba a mí lentamente con una sonrisa en su rostro, sus pisadas eran amortiguadas por la tierna hierba, la brisa fresca de la noche mecía las hojas de los árboles produciendo un tenue sonido que daba vida a la naturaleza que nos rodeaba, pero aun con todo eso, pude ver un atisbo de preocupación en sus ojos. Era algo que solo una persona podía identificar sobre la otra si estaban juntos el tiempo necesario. Se colocó junto a mí y se sentó en el suelo mientras miraba a la nada, yo hice lo mismo y no tardé en sentir el peso de su cabeza en mi brazo, se notaba que Marc estaba agotado emocionalmente.