Si Camino a Tú Lado (Furry)

Sueños, confianza y algo más

Narra Mike

Volvía a estar corriendo, y como en mi última pesadilla lo hacía por el mismo pasillo de hospital que recorría mientras era perseguido nuevamente por una presencia oscura la cual intentaba atraparme.
Mi pecho ardía y mi respiración era agitada, las puertas con las que me cruzaba eran exactamente iguales una tras otra y por desgracia todas estaban cerradas lo que me dejaba sin ninguna posibilidad de huida, exceptuando la única que destacaba de entre todas las demás debido a su color rojizo.

La presencia cada vez estaba más cerca, y podía sentir que esta vez incluso más que en mi último sueño, lo que me hizo volver a optar por saltar y a arrojarme nuevamente contra la puerta que me brindaba un sitio seguro en este extraño lugar, una sala de quirófano.

De alguna forma consigo cruzar la puerta resguardándome de dicha presencia persecutora, la cual por alguna razón no parecía querer nada bueno de mi, y eso me aterraba muy seriamente.

-Veo que has conseguido escapar -la criatura que disfrutaba incordiándome, hizo su presencia.

Busco el origen de su voz por toda la sala muy enfurecido, intentando evitar la cama central en la que una vez vi el cuerpo de mi padre, hasta que me vuelvo a topar con sus ojos verdes entre los rincones oscuros, ocultándose y observándome como si ante él estuviese lo más denigrante de todo el mundo entero.

-¿Cómo demonios has conseguido entrar otra vez? -Parecía indiferente ante mi pregunta.

-¿Eres estúpido o que?, Yo no me he movido de esta sala desde que nos vimos aquí la última vez -Gruñó fuertemente- Y recuerda que este sitio está en tu mente, por lo que eso de entrar o salir es algo ambiguo.

Mi cara de asombro e incredulidad ante sus palabras parecía no agradarle, pues el simple echo de dudar de sus palabras era como si estuviese golpeando su orgullo de alguna manera, lo que me hizo replantearme si decía la verdad o no.

-¿Entonces quién o que era esa cosa que me seguía? -Volvía a preguntar, intentando que por lo menos alguna de mis preguntas pudiera ser contestada.

-Bien, ¿sabes que?. Hoy me siento algo generoso, así que esta vez te contestaré. -Sus dientes aparecieron mostrando una sonrisa- Para empezar, deberías saber que a partir de ahora tendrás sueños y pesadillas muy de vez en cuando -Comenzó a moverse a mi alrededor- y todo es por haberte unido sin pensar a ese lobito como su pareja. -Se que solo intentaba preocuparme con sus palabras, pero lo peor, es que en cierta forma lo estaba consiguiendo- Ahora escúchame bien pequeño estúpido, más te vale de que no ignores esos sueños pues son advertencias de cosas que aún están por venir, y te aviso de que no será ni la primera, ni la última de las sorpresas que te esperan.

¿Qué era lo que quería decir con eso?, no me gustaba lo que estaba oyendo ni lo que estaba insinuando, ni siquiera el como podía ser posible que sucediera algo como eso, pero no pensé que estuviese mintiendo por lo que creo que al final consiguió exactamente lo que quería, había conseguido asustarme.

Y mientras escuchaba su risa retumbando por la sala denotando su burla hacia mi, me di cuenta que cada vez sonaba más lejana, convirtiéndose poco a poco en un eco cuyo sonido se volvía más y más tenue hasta que, simplemente se dejó de oír y la oscuridad invadió todo a mi alrededor.
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Empecé a recobrar el conocimiento, tenía los ojos cerrados y no sabía exactamente donde me encontraba, pero notaba una reconfortante calidez a mi alrededor, algo que me hacía sentir relajado e impedía mi completo despertar. Todo parecía estar bien, hasta que al intentar moverme ligeramente, una fuerte punzada en mi hombro me hizo abrir los ojos provocando que soltara un fuerte quejido de dolor.