Si Camino a Tú Lado (Furry)

Un viaje para tres

Narra Wolfver

-¿De verdad es necesario que os vayáis de la aldea?- Preguntó Luxy con cierto desagrado.

Desde esta mañana, y tras la conversación de anoche entre Mike, el Sabio, y yo, estuve informando a los alfas del plan que finalmente se llevaría a cabo para enfrentar nuestra situación, además de cuales iban a ser las tareas que cada uno tendría que realizar, como ayudar a los jóvenes y ancianos a llegar a las cuevas, o preparar ciertas trampas y vigilar los alrededores.

-Sí, debemos ir -Le digo seriamente apoyado junto a la entrada de mi cabaña mientras espero a Mike- Se decidió anoche, Mike debe convencer a todas las manadas posibles, y yo he decidido acompañarle para velar por su seguridad.

-Pues déjame que os acompañe -Replicó con fuerza- no quiero quedarme aquí sin hacer nada Wolfver, además yo...

-*Grrrr* ¡LUXY, YA BASTA! -Le grité muy molesto.

Al darme cuenta de lo que hice y cuando vi su expresión de sorpresa, me arrepentí de lo que acababa de suceder, pues jamás le había alzado la voz de esa manera.

-Lo siento Luxy, *suspiré* a mí tampoco me agrada el dejar la aldea, pero os necesito a todos aquí para mantenerla a salvo mientras yo no esté, y sobre todo te necesito a ti aquí para que todos cumplan con sus obligaciones.

Con sus orejas ligeramente caídas asintió lentamente, mientras mantenía su mirada baja, pero cuando estaba a punto de entrar en mi cabaña, Luxi me detuvo con ferocidad, agarrando mis muñecas contra la pared.

-Está bien, pero no te iras sin que te de algo importante -Me dijo entre gruñidos.

Y sin esperarlo, Luxi me dio un beso, un beso el cual estaba lleno de desesperación y ternura a la vez, con una pasión que jamás hubiera esperado de ella, y dejando por fin claro cuáles eran sus sentimiento hacia mí. Al separarse, contemple sus ojos, los cuales retenían las lágrimas por una acción la cual se había forzado ella misma.

-Luxi, que era...

-¡No digas nada! -me interrumpió cerrando mi hocico de forma brusca con su pata- Solo quería que supieras lo que siento por ti, pero prefiero que me des tu respuesta cuando regreses de vuelta -Y luego de decir eso, ella salió corriendo sin decir ni una sola palabra más.

Quede completamente sorprendido, es decir, ya me imaginaba que era lo que Luxi sentía por mí, pero no llegaba a imaginar que es lo que la había llevado a comportarse de esa manera.

-¡Me sorprendió! -Dije en un susurro.

Y entonces, al darme la vuelta para poder comprobar cuanto más tardaría Mike en prepararse para el viaje, le vi parado justo a la entrada con una bolsa en el hombro. En ese momento, me puse muy tenso, pues como pareja no sabía cómo le iba a explicar esta situación tan confusa. Pero al mirarle fijamente al rostro, pude ver una sonrisa pícara en él.

-Valla, valla, tú y Luxi en... -Se acercó de forma amigable- Je, je, La verdad es que no me sorprende en absoluto, ya me imaginaba que entre vosotros había una gran cercanía. -Finalizó dándome unas palmaditas en la espalda.

En ese momento pude sentir una gran decepción, pues por algún motivo, esa actitud tan amistosa y amigable me molestaba aún más que el haberlo podido ver disgustado por vernos a Luxi y a mí en pleno beso.

¿Tan grande era la distancia que había entre Mike y yo que esto no le llegaba a molestar ni un poco?, Si ese era el caso, debía hacer algo para hacerle entender que si lo escogí como pareja hace tantos años, no fue por error ni por la estupidez de un joven cachorro.