La gran reunión

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Narra Mike

La luz de la mañana iluminaba la estancia en la que me encontraba, haciendo que despertase poco a poco.

Notaba una agradable calidez alrededor de mi cuerpo, era muy confortable, como si una colcha peluda se adaptase a mí...

-*¿Peluda?* -Pensé

Al darme cuenta de lo extraño que era eso, reaccioné abriendo los ojos inmediatamente, descubriendo un par de enormes brazos de pelaje negro rodeándome, desde mi cuello hasta mi pecho. Nerviosamente comencé a mirar por encima de mi hombro descubriendo el rostro de Wolfver, que dormía plácidamente.

-*¡HO NO!, ¡HO NO NO NO!* -Todo lo sucedido anoche me golpeó mentalmente como si hubiese recibido un fuerte puñetazo logrando despertarme del susto.

Y no era para menos, pues después de lo que hice... bueno hicimos, no hacía más que pensar en como se lo tomaría Wolfver al despertar. Esperaba que comprendiese que esto no nos hacía una pareja real, pues él tuvo un problema, y yo lo ayudé como un buen amigo, para que no lo pasara mal con su celo.

Cerré mis ojos y respiré hondo para tranquilizarme, tratando de relajar mis pensamientos durante unos minutos. En ese corto periodo de tiempo, comencé a percatarme de una sensación débil pero perceptible a mi espalda, y no tardé en darme cuenta de que esa sensación eran los latidos de Wolfver, que debido a su gran tamaño, y a que sus abrazos me mantenían pegado a él, era capaz de notarlo.

-Bum, bum... bum, bum -Era algo relajante.

-*Mi enhorabuena a la parejita, y a ti, pues ya no eres virgen... de atrás jajaja* -Habló Shad, apareciendo en el peor momento, aunque nunca era un buen momento para que apareciese.

No quería hablar con él, y menos ahora que poseía nuevo material para burlarse de mí, ya que seguro que estaba al tanto de todo, por lo que solo me mantuve callado y sin la más mínima intención de caer en sus provocaciones.

-*Vamos Mike, no aceptas una bromita de nada -no contesté- o es que ya no puedes aceptar nada después de la polla de lobo que te metiste anoche.

-*Muy bien, se acabó -me había conseguido molestar- estoy harto de tener que aguantarte, no se que eres Shad, y esto de tener una voz en la cabeza con la que puedo tener una conversación es muy extraño, así que lo mejor será hablar con Wolfver sobre todo esto. -Sentencié.

-*Ya, ¿Le dirás qué? ¿Que llevas escuchando una voz en tu cabeza desde que llegaste a este mundo?, Si te cree "que lo dudo" se echará la culpa a él mismo, y si no, te tomará por loco -Como siempre, era molesto pero perspicaz en todo lo que decía- Fíjate, una noche de sexo y ya te fías de ese chucho como si nada, cuando creo que ya no puedes ser más patético, vuelves a sorprenderme.

-¡DEJAME EMPAZ! -Grite en voz alta accidentalmente, lo que despertó a Wolfver de un sobre salto.

- ¿¡En, qué pasa!? -Preguntó exaltado, mirando en todas direcciones en busca de alguna señal de peligro.

Cuando vio que no había nadie alrededor, volvió su vista a mi rostro para que le explicase lo sucedido. Podría haberle dicho la verdad, pero después de lo que Shad me dijo, me preocupaba que se echara la culpa, o peor aún, que me tomara por loco.

-Lo siento Wolfver -fingí que estaba algo adormilado- solo tuve un mal sueño, perdón por haberte despertado. -Wolfver lamió cariñosamente mi mejilla

-No te preocupes -sonrió despreocupado- ¿y qué soñaste? -Pregunto apoyando su hocico encima de mi cabeza.

-No es nada de lo que te debas preocupar, solo fue una pesadilla, nada más. -intenté pensar en algo para cambiar de tema, y al tratar de moverme- ¡Ayyyy!, mi trasero.

Si Camino a Tú Lado (Furry)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora