Estaba corriendo por el bosque esquivando árboles y atravesando matorrales mientras escuchaba como se acercaban esos hombres.
Sentía que las fuerzas me podrían fallar en cualquier momento y caer al suelo por el cansancio, el respirar se me hacía complicado y mis jadeos solo aumentaban.
De pronto un pequeño gemido me saca de esos pensamientos, por lo que me detengo unos segundos, y al bajar la mirada, veo en mis brazos a la cría de cachorro que encontré atrapada y mal herida. La cría es un poco grande y me cuesta llevarla bien, acaricio con cuidado su pelaje negro y comienzo a correr otra vez, más decidido que antes a llegar a mi destino.
Un tiempo después estoy delante de la cabaña donde vivo, respiro profundamente con una sonrisa en mi rostro y doy unos pasos pensado en dar el último esfuerzo, pero de repente noto un fuerte tirón en mi hombro y caigo de espaldas al suelo.
Levanto la mirada y el grupo de cazadores que me perseguían están a escasos metros de mi.
Eran tres hombres, dos de ellos aparentaban ser un poco mayores, tenían los pelos de sus cabezas y los de sus barbas algo canosos, pero el tercer hombre que se encontraba justo en el medio me parecía bastante más joven. Los tres vestían camisas a cuadros y vaqueros desgastados, además todos estaban armados con escopetas.
Me incorporo un poco para poder verlos mejor, cuando el cazador mas joven da un paso al frente, me señala con su arma y comienza a hablar.
-Hola pequeño gamberro, veo que tienes algo que nos pertenece-. Ante ese insulto y esa acusación me pongo en pie, compruebo que el cachorro de lobo que llevo en mis brazos no haya sufrido más daños y me dispongo a encararlos.
-Ni yo soy un gamberro ni os pertenece este cachorro-. Mi pequeño cuerpo de niño de 10 años no parece que les imponga en lo más mínimo.
-Ese lobito pulgoso estaba en una de nuestras trampas, por lo que al llevártelo nos lo estabas robando-. Da un pequeño paso acercándose a mi, y con una sonrisa que me pone los pelos de punta, extiende su mano y dice -Así que lo mejor será que nos lo devuelvas.
Miro su mano que se encuentra justo frente a mi, y luego mi mirada baja directa al cachorro. Le oigo respirar entre pequeño llantos que me recuerdan el estado en el que se encuentra, así que le sujeto con firmeza con mi brazo derecho, frunzo el ceño y con el brazo izquierdo apartó de un manotazo la mano de ese hombre.
Mi acción parece haber enfadado a los tres cazadores, al percatarme de ello, me giro con la intención de correr otra vez en dirección a la cabaña. Al iniciar de nuevo mi huida un fuerte golpe me hace volver a caer al suelo, pero esta vez de una forma más violenta que la anterior.
El joven cazador, que fue quien me tiró de forma agresiva, vino hacia mí y me levantó del suelo tirando de mi camisa hasta ponerme a su altura.
-Chico, pienso llevarme a ese chucho pulgoso, y no hay nada que puedas hacer para impedirlo-. Dijo mientras se echaba la escopeta a la espalda, y así con la mano que le quedó libre agarró al cachorro.
-¡Noooo!-. Grité mientras apretaba mis abrazo con el cachorro y forcejeaba para que no me lo arrebatara.
En el forcejeo el cazador dió un fuerte tirón al pelaje del pequeño cachorro haciéndole bastante daño, este pegó un pequeño aullido de dolor y reaccionó mordiendo con todas sus fuerzas la mano del hombre que le estaba haciendo daño.
-¡Aaaa!-. El cazador gritó y agitó su brazo haciéndonos caer al suelo al cachorro y a mi. -¡Maldito lobo sarnoso!
Después de caer, me volví hacia el cachorro y lo cubrí de inmediato con mi cuerpo.
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Si Camino a Tú Lado (Furry)
AventuraMike es un niño que a la corta edad de 10 años salva la vida a un cachorro de lobo de unos cazadores. Debido a eso, una horrible desgracia hace que el lobo y Mike tengan que despedirse durante un largo tiempo, ya que Mike tendrá que mudarse y el cac...