Narra Mike:
Wolfver andaba delante de mi, mostrándome el camino que debía tomar mientras, por alguna razón, sostenía mi mano delicadamente con su pata, hasta llegar a un gran y adornado arco de helechos decorado sutilmente con flores blancas y azules, siendo rodeados por todos los lobos que conformaban la manada sin excepción. Entre estos se formaba un estrecho camino que nos llevaba a Wolfver y a mi directos a la base de ese arco posicionándonos cada uno a un lado.
Frente a mí estaba el lobo de pelaje negro que me trajo hasta aquí, se quedó mirándome con sus ojos azules de una forma que no podía descifrar, sin decir ni una sola palabra, mientras su manada parecía que vigilaban cada uno de nuestros movimientos.
-Em... ¿Wolfver, que se supone que debamos hacer?
Le pregunté sintiéndome ya bastante cohibido por la situación que sin poder creerlo ya se me estaba volviendo aún más extraña que al principio.
-¡Ha!, perdona -reaccionó nervioso- tienes que repetir la oración que se encuentra escrita en este pergamino, con convicción y fuerza.
Su mirada se tornó sería y penetrante, mostrando que no debía tomarme sus indicaciones como unas simples sugerencias, mientras que de la nada sacó un trozo de piel curtida y enrollada.
Al desenrollar la extraña piel, vi que efectivamente en la misma había escritas unas frases que podía entender perfectamente.
-¡Yo Mike - comencé a recitar con fuerza- he sido llamado como pareja del nuevo Gran Alfa para estar a su lado, apoyarlo, ayudarlo y cumplir con las funciones que a ello corresponda... *¿Funciones?* -pensé extrañado mientras respiraba profundamente antes de continuar- ahora y ante todos los presentes que se han reunido hoy aquí para acompañarnos, acepto su propuesta convirtiéndome en su...
Me detuve un momento, ¿de verdad estaba dispuesto a dejarlo todo por unos seres a los cuales la mayoría ni siquiera les agradaban los humanos?, la duda recorría mi mente y no encontraba una respuesta clara.
Miré a hacia los lobos que se encontraba a nuestro alrededor y no vi ni un rostro amigable, ni una señal de simpatía hacia mi persona, hasta que mi vista se cruzó con los pequeños cachorros que sonreían y parecían muy felices por verme junto a Wolfver, su gran alfa. Y entoces la vi, hay pude ver mi respuesta.
Sí, las criaturas de este mundo temían a los humanos, pero yo podía mostrarles que no todos éramos malvados y la mejor forma de comenzar era ayudándoles a sobrevivir uniéndome a ellos.
Volví a mirar al frente observando nuevamente a ese gran e intimidante lobo, y con confianza le dije.
-¡Acepto convertirme en su pareja!
Así acabé de leer todo el texto y di por finalizada la ceremonia, o eso creía yo, pero de pronto todos los lobos de la manada comenzaron a extender sus brazos mientras entonaban una especie de melodía. No sabía que era lo que estaban haciendo o que pretendían, y entonces repentinamente una extraña sensación de calor comenzó a invadir mi cuerpo lentamente.
Wolfver se acercó a mí poniendo sus patas en mis hombros impidiendo que me moviese y haciéndonos volver a conectar nuestras miradas. Se acercó aún más mientras que la sensación de calor ya comenzaba a marearme.
-Esto puede que te duela, pero trataré de ser gentil -me susurro Wolfver al oído.
Sin saber a que se refería o que era lo que estaba ocurriendome de improviso noté su lengua recorrer mi hombro derecho.
-¡Gha! -gemí- ¿Wolfver que haces? -Le pregunté preocupado.
Y antes de darme cuenta el gran lobo abrió su mandíbula y clavó sus caninos en mí, provocándome un gran e insufrible dolor.
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Si Camino a Tú Lado (Furry)
PrzygodoweMike es un niño que a la corta edad de 10 años salva la vida a un cachorro de lobo de unos cazadores. Debido a eso, una horrible desgracia hace que el lobo y Mike tengan que despedirse durante un largo tiempo, ya que Mike tendrá que mudarse y el cac...