¿Elegir es una opción?

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Narra Mike

-Y con esto ya está todo listo -Dije cerrando la última bolsa de basura.

Tras pasarme todo el día haciendo limpieza en esta vieja casa, por fin había acabado de limpiar casi todas las habitaciones. No es que hubiese quedado todo perfecto, pero de seguro lo dejé mucho mejor de lo que antes estaba.

Tras acabar toda esa limpieza, me dirigí a la cocina para coger una cerveza fresca y luego tomar un merecido descanso en la mesa del comedor.

Por suerte tras comprobar los circuitos de la casa está mañana, descubrí que aún había luz y que todavía llegaba agua corriente, así que nada más llegar, conecté el frigorífico "que aunque era bastante viejo, seguía funcionando" y coloque los pocos alimentos y bebidas que traje con migo.

Me senté notando sobre mí el peso de todo el esfuerzo que había hecho hoy y tras tomar el primer sorbo de cerveza fría, di un suspiro que demostraba lo cómodo que me encontraba en ese momento.

-¡Pon pon! -El sonido repentino de la puerta me sorprendió.

No esperaba la visita de nadie a estas horas de la noche, además me parecía muy extraño el hecho de que alguien viniese a este lugar tan alejado justo el mismo día en el que yo había llegado. Eso junto a la extraña sensación que he tenido desde el momento en el que llegué me estaba empezando a poner bastante nervioso.

-¿Quién es? -Pregunté con fuerza desde el comedor, pero no oí respuesta ninguna.

Me dirigí al pasillo principal y me acerqué lentamente a la puerta, mientras los nervios empezaban a apoderarse de mi mente, por lo que por precaución, decidí coger un jarrón que decoraba uno de los viejos muebles de la entrada y usarlo para defenderme si fuese precio.

Llegué hasta la puerta y aún seguía sin responder nadie y eso no me gustaba en absoluto, agarré el pomo y abrí la puerta de un fuerte tirón, mientras rápidamente levantaba el jarrón sobre mi cabeza de forma amenazante y dispuesto a golpes a cualquiera que se encontrara tras esta.

-¡Haaaaa! -Grito de terror.

Pare mi ataque en seco tras comprobar que la persona que se encontraba tras la puerta, no era otra que Margaret.
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Unos minutos después

-¡No puedo creer que casi me golpeas con ese jarrón¡ -Me regañaba Margaret mientras me seguía hasta la cocina -¿Se puede saber que es lo que se te pasó por la cabeza para hacer eso?

Atravesé la puerta sin contestar a su pregunta, cogí una de las cervezas que guardé en el frigorífico esta mañana y luego lo coloqué en mi cabeza, justo en donde Margaret me había golpeado tras mi "casi" pequeño incidente.

-*Espero que no me salga un chichón* -Pensé mientras sentía el frescor de la lata en la zona golpeada.

Me giré para mirarla fijamente a Margaret y poder hablarle de forma calmada.

-Estuve preguntando a voces que quién era, pero como no contestaba nadie creí que podía ser un ladrón o algo peor. –Mitono de voz mostraba mi molestia.

-¿Algo peor? Mike, en primer lugar no contesté porque me había dejado algo en el auto y volví un momento para recogerlo, por eso no te escuché -se acercó un poco más mientras hablaba -y en segundo lugar ¿¡Cómo iba a venir alguien peligroso aquí, si este lugar se encuentra apartado de todo y ha estado deshabitado desde hace años!?

Me hubiera gustado decirle que mis acciones no fueron exageradas, pero su lógica era terriblemente aplastante, así que solo puede agachar la cabeza con vergüenza mientras ella seguía ablando.

Si Camino a Tú Lado (Furry)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora