...Capítulo 76: Temporal...

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PoV ~ROSELLE~

....Semanas después....

La mañana era cálida, como pocas veces la había contemplado. Los rayos del sol reconfortaban mi piel, no la quemaban, el viento era fresco, las aves cantaban y todo pintaba para ser un día perfecto… pero entonces, ¿por qué no estaba feliz?
No me malentiendan, obviamente me sentía emocionada; digo, cualquiera lo estaría si se tratara de ver a sus amigos después de tres años, pero había algo dentro de mí que me impedía disfrutar de esa emoción por completo. 

Lara se había quedado dormida en la parte trasera del autobús, y la veía tan calmada como el mismísimo maestro Shaka… No lo entendía, si fuera ella, estaría hecha un manojo de nervios por volver a reunirme con mis hermanos; pero claro, no era mi caso.
Me alegro por ella, de verdad. Su paz interior era envidiable, al igual que su crecimiento como persona, pero eso no la exentaba de sentir lo que los demás sentíamos y esperar con ansias el momento de abrazar una vez más a la única familia de sangre que le queda.

Mientras, a mis espaldas, Aaron y James repasaban una y otra vez el plan que habíamos ingeniado en caso de que las autoridades del internado nos cuestionaran sobre nuestras actividades o nos pidieran explicaciones de nuestro repentino regreso a sus instalaciones.
De hecho, yo debería poner más atención a sus palabras, pero ya me sabía el plan de memoria, tuvimos el tiempo suficiente como para ensayarlo, practicarlo y perfeccionarlo.

Teníamos una historia creíble, las cartas de nuestros maestros en las maletas, reportes falsos de actividades que, por supuesto, nunca realizamos, boletas de calificaciones perfectas, o al menos lo suficientemente realistas para cada uno de nosotros; y si eso no bastaba, nuestras habilidades con el control mental eran tan fuertes y poderosas como para lograr engañar a cualquiera. 
Todo nuestro plan consistía en una ilusión lo bastante convincente como para ser un desafío más, un reto, parte de nuestro entrenamiento como caballeros…

Recuerdo lo confundida que estaba la primera vez que vi a los dorados en el internado, lo desconcertaba que estaba al enterarme del pretexto que pusieron para ingresar en nuestras vidas, la historia de los inspectores y la asignación de becas… 
En ese entonces me parecía una excusa ridícula, pero claro, yo sabía quiénes eran, y a mí no me podían engañar como a los demás. Ahora podía entender mejor sus razones, y como si no fuera lo suficientemente irónico, regresaría al internado para continuar con esa farsa.

Una semana. Ese fue el plazo que nos dieron nuestros maestros, un ultimátum, únicamente para asistir a la boda y terminar de resolver aquellos asuntos que dejamos pendientes en El Pireo; sólo una semana…
No creo que estuvieran dimensionando la cantidad de asuntos pendientes que aún tenemos con el internado y que, por obvias razones, es imposible terminar con ellos en tan poco tiempo. Quiero suponer que se referían exclusivamente a lo que nos llamaba a regresar tan de repente, pero nunca se sabe con ellos…

Recuerdo claramente las expresiones y las palabras de mi maestro en cuanto se enteró. 
Esa noche, lucía aún más sereno de lo habitual, y cuando le dije lo que sucedía, esa serenidad desapareció en un instante, siendo reemplazada por la severidad de su esencia.
En un principio, se negó rotundamente a la posibilidad de que me fuera; tal vez tuvo que ver el hecho de que mis amigos y yo decidiéramos comentarles a nuestros maestros por privado antes de discutirlo en grupo. 

Me costó mucho explicarle la situación y lo preocupante que me resultaba, y parecía que cada vez que hablaba, le daba más razones para decirme que no. Sin embargo, pocos días después lo volvimos a discutir, y se mostró mucho más abierto a la posibilidad, pero no plenamente convencido.
Aún persistía esa sensación extraña que tuvimos al llegar a Grecia, una bruma escondida en la oscuridad que no podíamos descifrar, pero ese tema tuvo menor importancia cuando todos los involucrados nos reunimos para llegar a un acuerdo y hacer un trato.

Corazón De Hielo, Voluntad De Hierro 《Camus De Acuario》Donde viven las historias. Descúbrelo ahora