...Capítulo 8: Viajeros extraños...

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PoV ~ROSELLE~

Es imposible... Simplemente imposible.
¡¡Ilógico!!
Han pasado más de 200 años y ellos deberían estar muertos...

No puedo creerlo. Aún sigo dudando si esto es real o es sólo otro sueño más; tal vez sea la segunda opción, tal vez ahora mismo estoy en mi cama y Toffy está dormida a mis pies.
En este momento estaría a punto de despertar para darme cuenta que todo esto es sólo un sueño de tantos.
Por Dios... Tengo que despertar. Esto... simplemente no puede ser real.

Pellizque mis brazos múltiples veces, dolía.
Estaba despierta, era real.
No no no...
¡¿Cómo es posible que estén con vida?! Están violando las leyes del tiempo y de la naturaleza, todas a la vez.

Ellos murieron 248 años atrás en el inframundo, sus cuerpos se desintegraron en el momento preciso de su muerte y estaban aquí, de pie frente a mi hace unos momentos...
¡Yo lo vi! En mis sueños vi como se desintegraron y murieron, ¡lo sentí!
Y si fuera remotamente posible que hubieran sobrevivido y que se escondieran tantos años, ¿cómo demonios es posible que tengan una apariencia joven? ¡Cómo si nada hubiera pasado!

Y luego el incidente del balde...
Dios, ¡ese maldito balde! Debí de verme como una estúpida, mirándolos anonadada pero... Camus...
Ay no... ¿Por qué justamente tenía que estar él aquí?
Tenía que mirarlo como tonta mientras cometía el error más bochornoso de mi vida...

Y luego la estúpida de la prefecta.
Esa vieja no sabe el significado de la palabra "prudencia."
Y lo vieron todo... ¡Los 12 lo vieron todo!
Aunque... pensándolo mejor, no fue tan malo. Le di una probada de su propia medicina a esa bruja y la deje con la boca abierta.
Ella sí que se veía ridícula.

Supe retirarme en el momento preciso y... al menos pude ver a Camus en persona, en vivo y a todo color... y no podía dejar de verlo...
Era un sueño... un hermoso sueño.
Sonreí al recordar que él también me miró a mí, sentí su mirada sobre mi y lo vi a los ojos, sus ojos preciosos...

Sentí como mis mejillas comenzaron a cosquillear, recordando cada detalle de su rostro. Me estaba sonrojando.
Sacudí mi cabeza para retirar esos pensamientos, no era el lugar ni el momento.

Mientras mi mente estaba ocupada, mi destino estaba claro. me dirigía a mi habitación sólo para tomar mi mochila e ir a mi primera clase del día, literatura universal.
Noté que Aaron me seguía mientras gritaba mi nombre, pero lo ignore hasta llegar a los edificios.
Me preguntaba una y otra vez qué fue lo que me pasó y a qué se debía mi actitud tan extraña, a lo cual no pude darle todos los detalles que se merece.

—Prometo que te lo explicaré todo pero ahora necesito estar sola.

Sin más, me retiré a mi cuarto, tomé mis cosas junto con el hipermito y la libreta donde apunté todo lo que el anciano me explicó.
Me despedí de Toffy, quedaban 15 minutos antes de que las clases iniciarán, así que me fui.

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Aún mientras esperábamos a la profesora, no podía dejar de pensar en lo que había pasado esa mañana; todo era tan extraño y a la vez tan fascinante... daba miedo.
El reloj marcaba las 9:20 am, 20 minutos de retraso...
Eso era extraño, ya que la profesora solía ser muy puntual.
El salón era un hermoso desorden. Todos en diferentes lugares, parados o sentados haciendo los que les plazca.
Yo sólo me quedé ahí, sentada leyendo las anotaciones de mi libreta cuando Aaron llegó y se sentó a mi lado.

—Vaya, ¿qué horas son estas de llegar jovencito?
—Perdon pero me fui a desayunar con James. Está muy arrepentido, ¿sabes?
—¿Ah sí? Pues no me interesa.
Anoche dejó muy claro lo que piensa y no quiero hablar de él ahora.
No has respondido mi pregunta.
—Ya ya. Sé que es tarde, pero la profesora no está, así que mi retraso no cuenta. 
Oye...
—¿Qué?
—¿Hiciste la tarea de historia?
—Si, ¿por?
—Porque yo no. ¿Me la pasas?
—¡Tuviste una semana para hacerla!
—Como si no me conocieras.
—Exactamente porque te conozco te lo digo, pero no voy a desgastarme en regaños.
Ten, y copiala rápido.
—Gracias Rosie.
¿Sabías que eres la mejor persona que jamás he conocido en mi vida?
—Si, lo sé, pero copiala y no me adules que no te servirá de nada. No voy a hacer tu proyecto de química de nuevo, aún y cuando me sobornes con comida.
—Al menos lo intenté.

Corazón De Hielo, Voluntad De Hierro 《Camus De Acuario》Donde viven las historias. Descúbrelo ahora