Corazón De Hielo, Voluntad De Hierro 《Camus De Acuario》

...Capítulo 6: Noche tormentosa...

PoV ~ROSELLE~

De todas las reacciones que esperé de mis amigos al decirles sobre mis escapadas y mis lecciones, nunca me imaginé que Aaron mostrara interés por aprender de lo que yo ya sé.

En las tantas horas en que estuvimos en la morgue esperando las cenizas el anciano, yo le relaté todo lo que aprendí.
Le explique cada detalle del origen de los caballeros y sus reglas, el por qué de su existencia etc. Lo único que me faltó explicarle fue lo de los caballeros femeninos y las guerras santas. 

A las 5:45 de la tarde, el hombre que me atendió salió junto con una bolsa de plástico, la cual me entregó y me explicó que ahí estaban las cenizas del anciano.
Después, me dio el bastón que el anciano llevaba a todas partes.

—Fue la única pertenencia que rescatamos de él.
Lo demás contenía pulgas y liendres, por lo tanto, sus cosas tuvieron que ser incineradas.
—E.. está bien, gracias...

Seguido de esto, procedí a pagar.
Gasté todo lo que llevaba ese día para comprar los subvenires, no era mucho pero si una buena cantidad.
Sólo me sobraron 15 euros de los cuales 2 serían para el tranvía de regreso.
Sin más, nos retiramos.

El camino de regreso fue igualmente de silencioso.
Cargaba en mi regazo la bolsa de plástico que contenía aproximadamente 3 kilos de cenizas.
Es impresionante que esto haya sido el cuerpo de alguien y es algo humillante que ni siquiera me hayan dado una caja para depositarlas, sólo una mísera bolsa de plástico...
Pero no los culpó, por el precio y la urgencia, supongo que debió de ser lo único que tenían a la mano.

Unas cuantas lágrimas rodaron por mis mejillas, pesadas y cristalinas.
Aun no puedo creerlo. La muerte es un tema que siempre tarda en asimilarse pero esto...
Vi al hombre hace casi 24 horas y ahora tengo tus cenizas conmigo.
Fui tres noches de cada semana durante 4 semanas a aprender de él.
Lo alimenté a cambio de que compartiera su sabiduría conmigo, pero eso era más que un simple trato.
Hubo risas y reclamos divertidos, incluso logró avergonzarme cuando preguntó si me había enamorado de alguna foto del libro...

Le tomé un cariño singular, y en tan poco tiempo se ganó mi respeto.
Lo consideré un maestro, un amigo...
Conviví un mes con él y... y ni siquiera supe su nombre... Y el tampoco supo el mío.
Siempre me llamó niña y supuse que eso estaba bien por ahora, pero nunca imaginé que él muriera tan pronto.
La culpa me invadía y el deseo por haber querido saber más de él me carcomía.
Me sentía mal conmigo misma por esto...

Tal vez James tenga razón.
Esta inocencia se está tornando en estupidez.
Antes de que pudiera darme cuenta, llegamos al puerto.
Estaba atardeciendo.
Eran casi las 7:00 pm y debería de regresar de inmediato al internado.
Aaron me hizo el favor de prestarme dinero para comprar comida para Toffy y con el poco dinero que me quedaba, compre un pequeño botoncito de una rosa amarilla en un local de flores.
Los demás ya se habían ido pero por la hora que es, no había pasado mucho tiempo de que partieron del puerto así que corrimos lo más rápido que pudimos de regreso al internado.

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Al llegar, no fuimos directamente hacia los edificios de los dormitorios, sino que nos quedamos en uno de los tantos jardines que rodeaban la institución.
En el jardín más hermoso a mi parecer, rodeado de flores de diferentes especies, colores, tamaños y fragancias.
Árboles pequeños y arbustos frondosos, algunos cuantos daban frutos silvestres.
Con tres fuentes borboteando agua cristalina y caminos de ladrillo rojo que te guiaban a cada rincón del bello lugar.

El cielo estaba teñido de un hermoso naranja y la brisa era cálida y refrescante.
Caminé un poco buscando el lugar adecuado.
Recogí una pala que de seguro uno de los jardineros había dejado olvidada.
Encontré una zona donde la tierra estaba húmeda por los aspersores y había un hueco donde luciría perfecto un rosal amarillo.