CAPÍTULO 60

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TORY.

Papá llego justo ayer, un día entes de que la fiesta de compromiso de John y Mia. Menudo traidor, solo si supera que estoy embarazada de él, no estaría felicitándolo y abrazándolo como lo está haciendo ahorita.

—Estoy tan feliz por John —espeta mi madre a mi lado y ambas vemos a los mejores amigos que están a unos diez metros— John siempre ha estado solo, por eso viajaba mucho, sus padres murieron cuando él era pequeño, siempre quiso tener una familia, lleno de hijos —bebo jugo de naranja volteando a verla— Mia es un encanto, espero sean muy felices juntos —suspira y acaricia mi cabello que está perfectamente atado.

Es una pequeña fiesta en el jardín de su casa, cerca de cincuenta personas están aquí, no soporto ver lo feliz que luce presentando a su futura esposa, sí, el muy hijo de puta se va a casar con esa supermodelo.

Es 25 de junio, el día es caluroso, algo no muy común de Inglaterra, todo pinta perfecto y por eso detesto este día, deseo que el cielo se oscurezca dando luz a una tormenta aterradora que arruine su dichosa fiesta y de paso que les caiga un rayo.

—Tengo que irme —me levanto al ver que los novios vienen a nosotros.

—Acabamos de llegar —comenta mi madre.

—Tengo que ir a la escuela —me excuso y trato de irme, pero mi padre me detiene.

—Felicita a mi amigo antes de que te vayas —mi mirada cruza con la de John y la modelo me reconoce de inmediato— Vamos que es como tu tío, en varias ocasiones te cambio los...

—Felicidades —interrumpo a mi padre antes de que diga más tonterías— Espero y la pases bien —miento, John me mira entristecido pero ya me vale un carajo— Me voy.

—Con cuidado —espeta Mia, doy la vuelta.

Cierro las manos en puño saliendo de la mansión, me monto en mi auto y salgo a toda velocidad.

«¡Hijo de puta, yo embarazada y ese carbón presumiendo a otra!»

Estoy muy molesta, la bilis se me sube y así me estaciono en la fortaleza Jefferson. Nick ya me está esperando, como siempre: bien vestido y oliendo a gloria, luciendo una cadena de oro.

—¿Por qué estas así? —pregunta divertido viendo como me meto a su auto dando un portazo, me mete de copiloto.

—John, eso pasa —espeto enojada poniéndome el cinturón de seguridad.

—Lo bueno es que ya te vas a deshacer de él —suelta una carcajada, lo golpeo en el brazo— ¿Qué? Solo digo la verdad —se excusa.

Su risa me contagia y de pronto ya no estoy enojada, pone el McLaren en marcha y salimos rumbo a la ciudad.

Pocos minutos después estamos en la clínica de planeación familiar, subimos a nuestra área privada donde ya noes están esperando la doctora y las enfermeras.

—Muy buenas tardes, lady Kendall —me saluda la doctora y estrecho su mano, las demás saludan con una ligera inclinación— Todo esta listo para llevar a cabo el proceso, por favor sígame.

Hago caso y entramos a un cuarto grande blanco.

—En el cuarto de atrás puede quitarse la ropa y colocarse esta bata —me entrega una bata rosa.

—Que sea lo más rápido posible —pido y asienten.

—Por supuesto, este procedimiento es rápido y seguro —asiento y me voy a cambiar.

Salgo y todo ya está listo, la luz y sus aparatos para resolver todo.

—Acuéstese —hago caso, colocan mis piernas en los extremos alumbrándome ahí abajo— Solo relájate ¿bien?

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