37. Verano: Fiesta del ministerio.

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Cuando el día de la fiesta llegó comenzamos a arreglarlos luego del té, al abuelo dijo que la fiesta sería a las ocho y que era muy importante llegar temprano.

A las seis tomé una ducha y me vestí con mi pijama antes de vestirme mientras esperaba a que el cabello se me secara. Comencé con mi maquillaje, me coloqué algo de brillo en los ojos, rubor, máscara de pestañas y brillo labial con algo de color. Cuando el cabello se me secó me coloqué el vestido junto con unos zapatos negros. Intenté dejar mis pequeños rizos al natural y atar mi cabello a los costados pero fracasé en eso.

—Adelante.—dije cuando escuché la puerta sonar.

—¿Necesitas ayuda?.—dijo mamá entrando a la habitación. Llevaba puesto su vestido, el cabello suelto y maquillaje. Se veía muy hermosa.—Te ves muy bonita.

—También te ves muy bonita.—dije con una sonrisa.—Necesito ayuda con mi cabello.

—Déjame ver.—se acercó cepillando mi cabello un poco, tomó dos mechones de cabello a los costados y les dió vuelta para luego atarlos por detrás, colocando unas cintas azules que se perdían en mis rizos y combinaban con mi vestido.

—Gracias.—dije mirándome al espejo.

—Tengo algo para ti.—dijo sacando del bolsillo de su vestido un pequeño collar plateado y lo colocó en mi cuello.—Mi madre me lo dió cuando me fui de casa y ahora yo te lo doy a ti. Espero que te guste, ha estado en la familia por muchísimos años.

—Pero era de tu familia ¿Estás segura de dármelo?.—pregunté.

—Tu eres de mi familia ahora.—dijo dejando un pequeño beso en mi frente.

—Gracias, es muy hermoso.—dije mirando el collar con una sonrisa.

—Ahora bajemos, nos están esperando.—asentí y ambas salimos de la habitación para luego bajar hacia la planta baja, donde la abuela estaba acomodando los botones de la túnica del abuelo y Draco acomodaba el cabello de Scorpius con sus dedos.—Ya estamos listas.—dijo mamá una vez que bajamos las escaleras.

—Ambas están muy bonitas.—dijo Draco acercándose a besar a mamá.—Te ves muy hermosa.—dijo haciéndola sonrojar.

—Debemos irnos.—dijo el abuelo.—Sujetémonos bien todos, haremos una aparición.

La abuela y Draco se sujetaron uno de cada brazo del abuelo, mamá sujetó a Draco del brazo y colocó su mano en el hombro de Scorpius y yo tomé la suya. Una vez que ya estábamos listos el abuelo hizo la aparición y aterrizamos en una de las chimeneas de la entrada.

El ministerio estaba repleto de gente, nos hicieron entrar a un gran salón donde había muchísima gente que no conocía pero a lo lejos pude visualizar a los Potter. El señor Potter estaba junto a su esposa, el llevaba un traje y una túnica negra mientras que ella usaba un bonito vestido morado largo, James estaba junto a ellos y sus hermanos, vestía una túnica bordó oscura, su hermano Albus usaba una túnica negra y su hermanita Lily un bonito vestido que le llegaba a las rodillas color crema con un moño en la parte de atrás de su cintura. También venía otro chico con ellos, su cabello era azul brillante y vestía una túnica gris oscuro.

—Mamá, allí está Albus.—dijo Scorpius.

—Vayamos a saludar.—dijo mamá.—Compórtate Draco.

Los cuatro caminamos hacia los Potter lentamente y a medida que nos acercábamos me ponía algo nerviosa. James hablaba con sus hermanos y aquel chico hasta que notó mi presencia, dirigió su mirada hacia mi y me sonrió dulcemente, haciendo que me sonrojara pero igualmente le correspondí la sonrisa.

Estrellas (James Sirius Potter)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora