Estrellas (James Sirius Potter)

45. Sexto año: Aquel zorro.

Había comenzado noviembre y las cosas iban muy bien. A mediados del mes ya había sacado buenas notas en mis deberes y mejorado muchísimo en el quidditch.

—¿Qué tal vas con tus clases?.—le pregunté a Rhea mientras ambas caminábamos por los pasillos hacia el gran comedor.

—Algo difíciles pero necesito las notas así que trato de esforzarme.—soltó un suspiro.—¿Y tu?

—No tengo muchas, los equipos de quidditch no piden muchas materias pero si buenas notas en las que tengas.—respondí.

—Pero según Scorpius no te va tan mal.

—Sólo si me tomo mis horas estudiando.—suspiré.—¿Y cómo va el equipo de quidditch?

—Muy bien.—respondió.—Vinda Rosier rechazó el puesto de capitana y me sorprendió que no hiciera los pruebas.—se encogió de hombros.—Ella es algo extraña.

—Si, lo note.—respondí.—¿Cuándo jugarán contra Ravenclaw?.—pregunté.

—Creo que el sábado.—respondió en cuanto llegamos al gran comedor.—Te veo luego, adiós.

—Adiós.—dije caminando hacia la mesa de Gryffindor.

—Alhena.—Louis Weasley me llamó.

—Hola Louis.—dije.

—Hola.—respondió.—Vine a decirte que el viernes es el cumpleaños de James y lo festejaremos junto a todo Gryffindor ese mismo día.

Cierto, el cumpleaños número dieciséis de James se acercaba, es menor que la mayoría por un par de meses.

—Claro.—asentí.—El viernes estaré ahí.

—Genial, te veo luego.

—Adiós.—dije antes de ir a sentarme con mis amigos.

—¿Dónde estabas?.—preguntó Alec al sentarme junto a el.

—Con Rhea.—dije.—Y luego me crucé a Louis.

—¿Por el cumpleaños de James?.—preguntó Lorcan y asentí.

—Será una gran fiesta.—sonrió Alec.—Hasta invitaron a gente de otras casas.

—¿En serio?.—pregunté.

—Obviamente.—respondió Alec.—Es James Potter, hijo de no solamente el mismísimo Harry Potter sino que su mamá es una gran jugadora de quidditch, es capitán del equipo, juega muy bien y sale con una de las mejores jugadoras de todo Hogwarts.

—¿Ya sabes que vas a regalarle?.—preguntó Ruby ignorando a Alec.

—Aún no.—negué.—tengo toda la semana para pensarlo.—suspiré.—El otro día me dijo que su hermanita quería conocerme.

—¿Lily?.—preguntó Alec y sentí.

—¿Cuál otra sería, tonto?.—se burló Lorcan.

—Me dijo que podríamos ir a hogsmade y llevar a Albus y Scorp, aunque igualmente ya conocí a sus hermanos en una de esas fiestas del ministerio pero no hablamos nada.

—¿Y cuando irán?.—preguntó Ruby.

—El próximo fin de semana, creo.—respondí.

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—¿En que piensas tanto?.—James interrumpió mis pensamientos mientras se supone que debíamos estar haciendo deberes en la clase de adivinación.

—En nada.—mentí, en realidad pensaba que podía regalarle a James en su cumpleaños.—¿Te fue bien en la tarea de las pesadillas?.—cambié de tema.