68. Verano: Playa.

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—Por aquí.—Ruby nos guió hacia el costado de la casa, dónde se encontraba un auto color blanco.

—Wow.—dijo Lorcan al verlo.—Es precioso.

—Lo es.—sonrió Ruby y lo abrió.—Suban.

—¡Quiero ir adelante!—dijo Alec con entusiasmo.

—De acuerdo, sube.—dijo Ruby.—Lorcan ¿podrías abrir la cerca?

—A la orden.—Lorcan caminó hacia la cerca, abriéndola para que el auto saliera.

Ruby se subió al volante, Alec iba a su lado y yo me subí en la parte de atrás. El auto arrancó y frenó una vez estuvo fuera de la casa para esperar a Lorcan.

—Avanza y déjalo aquí.—bromeó Alec.

—¡Escuché eso!—se quejó cerrando la cerca y luego subió al auto también.

—Colóquense los cinturones.—obedecimos a Ruby.—Ahora si, empieza nuestro viaje.

—¿Qué tan largo es?—preguntó Alec mirando por la ventanilla.

—Como una hora.—respondió Ruby prendiendo la radio.

—Que bonita canción.—dijo Alec comenzando a bailar en su lugar, haciéndome reír.

El viaje tardó aproximadamente una hora, pero lo disfruté muchísimo. Ver los paisajes de Londres muggle fue interesante, muchos jardines, animales muggles que Ruby dijo que se llamaban vacas, muchos otros adolescentes disfrutando el verano y buena música muggle en el auto.

—Llegamos.—anunció Ruby luego de pasar un gran cartel en el cual podía leerse 'Brighton Beach'.

—Santo Merlin.—murmuró Alec mirando por la ventana del auto, admirando la playa.

Ruby dejó su auto junto al de otras personas justo en la entrada a la playa, así que una vez que bajamos, entre los cuatro bajamos las cosas del auto.

—Por aquí se entra.—Ruby nos guió para bajar a la playa y buscar un buen lugar no tan lejos para no perdernos.—Aquí está bien.

—¿Cómo se pone esta cosa?.—preguntó Alec señalando la sombrilla que traía en su hombro.

—Debemos hacer un agujero en la arena.—contestó Ruby.

—Yo lo haré, Alec, ayúdame.—me incliné y con mis manos comencé a hacer un agujero con ayuda de Alec.

La arena era suave, parecido a la tierra, pero muchísimo más suave y limpia.

Junto a Alec colocamos la sombrilla mientras que Ruby y Lorcan acomodaban las cosas bajo la sombra.

—Debo tomar fotografías de esto.—saqué mi cámara del interior de mi mochila para comenzara a sacar fotos a todo lo que hacíamos.

—Vamos al agua.—sugirió Lorcan quitándose los zapatos y la camiseta.

—Ponte bloqueador.—Ruby le lanzó un pote de bloqueador a la cara.

Al igual que los demás, me quité los zapatos y la ropa quedando con el traje de baño puesto, y comencé a colocarme bloqueador solar en todo el cuerpo, especialmente en la cara.

—Ahora si vamos.—caminé junto a mis amigos hacia el agua y solté una risita al sentir el agua tocar mis pies.—Se siente extraño, me gusta.

—¡Carrera!.—gritó Alec antes de comenzar a correr junto a Lorcan, cayendo ambos al agua.

—vamos.—tomé la mano de Ruby para ir junto a ella más adentro del agua.

—Debemos tener cuidado Alhe, además jamás nadaste en el mar.—dijo mientras le lanzaba agua con su pie a Lorcan.

—Estaré bien.—reí al ver a Alec ser arrastrado por una gran ola.

—Alec, ten cuidado.—le reprochó Lorcan.

—Me encanta.—reí lanzándome al agua, llevando a Ruby conmigo, quién soltó una risita al sacar la cabeza del agua.

—Se me llenarán los calzones de arena.—se quejó Alec luego de ser derribado nuevamente por otra ola.

—La pasarás mal luego.—Lorcan soltó una risita.

—No queremos oír sobre sus calzones.—Ruby les lanzó agua a ambos.

—Tengo hambre, vayamos a comer.—Alec cambió de tema poniéndose de pie.

—Vamos.—dije comenzando a salir del agua seguida de mis amigos.

Comimos unos sándwiches que Alec había preparado y los budines de la mamá de Lorcan, acompañados con jugo y fruta que trajimos de la casa de Ruby.

—Estamos a un mes de nuestro último año.—soltó Lorcan luego de unos minutos en silencio.

—Tienes razón.—suspiró Ruby.

—Ruby ¿Extrañas patinar?—preguntó Alec.

—Muchísimo.—respondió con una pequeña sonrisa.

—Cuando fuimos al lago negro patinabas muy bien.

—Gracias.—sonrió de lado.—También tu.—Alec soltó una risita.

—Hay que volver al agua.—seguimos a Alec, quien había corrido en dirección hacia el agua nuevamente.

Esta vez llevé la cámara teniendo cuidado de no mojarla para sacar fotos. Le saqué muchas a mis amigos, ellos a mi, al agua, los animales muggles de la playa (Ruby dice que son peces), la arena, el atardecer.

Fue un día hermoso, uno que jamás olvidaría. La playa era hermosa, y espero poder volver algún día, incluso podría traer a James o a Scorpius.

—Vamos, empieza a anochecer.—ordenó Ruby y comenzamos a vestirnos.

—Me toca ir adelante.—dije en cuanto llegamos al auto.

—Cinturones por favor.—pidió Ruby una vez que nos subimos.

—Enciende la música.—pidió Alec.

—Espera, debo llamar a papá.—Ruby tomó su teléfono y habló con su padre como cuando habló con su abuela la noche anterior.—Listo.—guardó su teléfono y encendió la música antes de comenzar a conducir.

El viaje de vuelta también fue muy divertido, aunque a mitad de camino Alec y Lorcan se quedaron dormidos.

—Debo tomarles una foto.—tomé mi cámara y posé junto a ellos durmiendo.

—Saca una con mi teléfono.—pidió Ruby y asentí.

—¿Cómo se usa?

—Pon los números 742690.—hice caso y el teléfono se encendió.—Con tu dedo presiona 'cámara' y toca el botón blanco.

—De acuerdo.—obedecí y cuando la cámara apareció, les tomé una foto.

—Fue un gran día.—sonrió ari y sin despegar su vista del frente.

—Lo fue.—sonreí.

—Tu dijiste que me llevarías en escoba por toda Inglaterra.

—Así es.

—Entonces tu y yo iremos por toda Inglaterra muggle en el auto al terminar la escuela.—sonreí al escucharla.

—De acuerdo.—asentí aún sonriendo. 

Estrellas (James Sirius Potter)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora