19. Quinto año: Patronus.

336 23 0
                                    

Ya había pasado una semana desde el incidente con el boggart y ya estaba quedando en el olvido aunque solía pensar en eso, especialmente cuando iba a la cama y mis pensamientos me impedían dormir.


Jamás en mi vida había estado tan nerviosa por entrar a una clase de defensa contra las artes oscuras cómo lo estoy ahora, se supone que hoy aprenderemos a hacer un patronus pero yo no puedo ni con un boggart ¿Cómo podría conjurar un patronus?.

—Adelante, pasen.—dijo el profesor parándose en el marco de la puerta y dejándonos un espacio para dejarnos pasar. Cuando estuvimos dentro, notamos el salón vacío, sin los escritorios ni las sillas, ni siquiera el escritorio del profesor estaba ahí.—Buenos días.

—Buenos días profesor.—dijimos.

—Lo prometido es deuda, todos demostraron ser muy capaces y hoy aprenderán a conjurar un patronus.—dijo sacudiendo un poco su varita.—Para eso necesito que se esparzan por todo el salón y dejen sus mochilas de lado.

Me dirigí hacia una de las paredes y dejé mi mochila junto a la de Alec para luego volver al lugar en donde estaba parada con mi varita en mano.

—Muy bien, ahora quiero que piensen en un pensamiento feliz, el recuerdo que más felicidad les genere, una vez que lo tendrán, darán un pequeño movimiento de varita así cómo este.—dijo moviendo su varita levemente.— Y pronunciarán expecto patronum, repítanlo conmigo.

—Expecto patronum.—dijimos todos al mismo tiempo, incluyendo al profesor.

—Excelente.—dijo.—Ahora inténtelo pero no se frustren si no les sale al primer intento o si no les sale hoy, es un hechizo realmente avanzado y difícil de hacer.

Me tomé un par de minutos en buscar un recuerdo realmente feliz, de repente, uno vino a mi cabeza.

Estábamos en Hogsmade, los cuatro juntos y era nuestra primera salida en tercer año. Recorrimos todas las tiendas y ahora estábamos lanzándonos bolas de nieve entre nosotros. Ruby tenía su gorro lleno de nieve, mis zapatos estaban empapados, Lorcan tenía nieve en toda su cara y Alec no dejaba de reír como una morza.

Sonreí al recordarlo, agité mi varita suavemente y pronuncié el hechizo, pero nada salió.

Miré a mi al rededor y todos estaban intentándolo, algunos con más resultados más efectivos que otros pero todos lo intentábamos.

—Si con el recuerdo en el que piensan no funcionan intenten con otro aún más feliz.—dijo el profesor ayudando a Michael Zabini con el movimiento de su varita.

Me quedé quieta unos segundos tratando de pensar en algún otro recuerdo feliz cuando aplausos interrumpieron mi concentración. Ruby lo había logrado, de su varita salió una chispa celeste brillosa la cual se había convertido en un hermoso delfín, el cual dio pequeños saltos al rededor de ella.

—La señorita Mckagan lo perfeccionó!.—exclamó el profesor con orgullo.—¡Felicidades!

—Ruby es hermoso.—dije acercándome a ella con una sonrisa cuando el delfín desapareció.—Felicidades.

—Gracias.—respondió con las mejillas rosadas y una gran sonrisa.

Segundos después, otros aplausos sonaron. Rhea Zabini lo había logrado ya su alrededor volaba un colibrí.

—La señorita Zabini también lo hizo.—dijo el profesor.—¡Felicidades Rhea!.—la morena sonrió con orgullo mirando al colibrí mientras estaba abrazada por su hermano.

Además de Rhea y Ruby, Lorcan, Michael Zabini, Bonnie, Brandon Larke y Jazmín lo lograron también para el final de la clase.

—Quiero felicitarlos a todos por su gran esfuerzo de hoy, no se frustren si hoy no podemos conjurar el hechizo, como les dije, es algo realmente avanzado pero lo seguiremos intentando para que cuando llegue fin de año todos lo han logrado.—dijo el profesor Hector.—Esto amerita 20 puntos para cada casa, felicidades a todos y los espero la semana entrante.—dijo con una sonrisa cuando el timbre sonó indicándonos el fin de las clases.—Alhena.—me llamó cuando todos se habían ido. —¿Puedes venir un momento por favor?.

—Si.—asentí y me acerqué.—¿Pasa algo?.

—Sólo quería preguntarte si estabas mejor acerca de la clase de la semana anterior.—dijo guardando un par de cosas en su escritorio y asentí.

—Si, sólo... realmente no se que me pasó.—suspiré.—Pero ya estoy bien.

—Realmente siento mucho lo que pasó y me alegra que estés bien.—dijo dándome una leve sonrisa.—Y quiero que sepas que si algún día tienes algún problema ya sea en casa o en la escuela puedes contar conmigo ¿de acuerdo?.

—De acuerdo.—asentí.—Gracias.

—No hay de qué, ahora puedes volver.

—Adiós profesor.

—Adiós Alhena.—le dediqué una última sonrisa antes de salir del salón y me dirigí al gran comedor para el almuerzo.

-0-

El miércoles siguiente me levanté sin ánimos porque hoy tengo clases de pociones y siempre estoy a punto de explotar mi caldero.

—A diferencia de la mayoría de las clases anteriores, hoy será una clase teórica así que saquen sus cuadernos y sus plumas.—dijo el profesor Slughorn una vez que la clase había comenzado. Solté un pequeño suspiro acomodándome en mi asiento y saqué mis cosas para comenzar a escribir lo que decía el profesor.

Me estaba aburriendo demasiado ¿a quién le importan las propiedades de las pociones de la suerte?. Escribía sin ganas cuando un pequeño pedazo de papel cayó sobre mi escritorio. Lo abrí y lo leí.

Presta atención en clases Avery y no seas vaga escribiendo

James.

Fruncí el ceño al leer el papel y con mi pluma estaban debajo.

Deja de decirme así o clavaré mis plumas en tus ojos

Cuando el profesor Slughorn se dió la vuelta, con mi varita hice levitar el papel y se lo devolví a James. Volví a mis apuntes pero luego de unos minutos otro papel voló hacia mi.

Creo que eso es algo violento de tu parte hacia el mejor compañero de números que pudieras llegar a tener ¿no crees?

Jaime.

Sonreí de lado y escribí una respuesta detrás del papel. James podía ser un verdadero tonto cuando quería.

No creo que el mejor compañero de números que pueda llegar a tener sea un tonto, además ni sabe bailar y una cazadora le ganó en su propio puesto, o eso escuché por ahí ¿no es una locura?

Envíe el papel de nuevo mientras aguantaba una risa. Al rato, uno nuevo llegó.

Eso es cruel de tu parte, creo que ya no me apetece hablar contigo

James.

Reí bajito al leer el papel y tomé mi pluma levemente para responder.

Tu eres el que siempre anda como perrito faldero, tonto.

Cuando hice levitar el papel para enviárselo, el profesor Slughorn no tuvo mejor idea que voltearse justo en ese momento y me vió.

—Señorita Avery ¿Qué es eso?.— preguntó seriamente y rápidamente tomé el papel en mis manos.

—Nada.—respondí.

—Deme ese pergamino ahora mismo.—hice una mueca mirando a Ruby a mi lado que mi miraba levantando una de sus cejas y le entregué el papel al profesor, quien leyó todo.

—Parece que para ustedes dos andarse hablando por pergaminos es más entretenido que mis clases ¿no es así señor Potter?.—dijo dirigiendo su mirada también hacia James.—Ambos están castigados, vendrán luego del almuerzo conmigo y 10 puntos serán restados de su casa, cinco por cada uno.

—Pero profesor, ambos tenemos quidditch hoy.—dijo James.

—Parece que compartir una actividad extra no será un problema para ustedes.—ambos fruncimos el ceño al escucharlo.

—Pero profesor...—intenté hablar.

—¿No preferirán un castigo doble, no?.—negué.—Eso pensé. Ahora continúen todos con sus apuntes.

Sin rechistar tomé mi pluma nuevamente y comencé a escribir lo que el profesor decía.

Cuando la clase terminó guardé mis cosas en mi mochila y salí del salón junto a Ruby.

—Así que te envías cartas de amor con Potter.—dijo Alec riendo al vernos salir del salón.

—Cállate.—respondí rodando mis ojos.

—Oh Potty envíame más papeles en clase.—se burló Lorcan.

—No es gracioso Lorcan.—los tres rieron y caminamos los cuatro juntos al gran comedor.

El almuerzo pasó rápido, los elfos habían preparado pasta como plato principal y galletas había de postre.

—Alhena ¿No es esa la lechuza de tu padre?.—señaló Ruby hacia arriba e hice una mueca al ver a Henna venir hacia mi con una carta en la pata.

—Espero que el profesor no haya mandado cartas acerca del castigo.—hice una mueca y dejé que Henna coma mis galletas mientras leía la carta.

alhena:

Te aviso que acabé de recibir una carta de tu profesor de pociones avisando que estás castigada por enviarte cartas con un compañero de clases. Deja los juegos de lado y concéntrate en tus clases que ya tengo suficiente con el tema del giratiempos como para que tus profesores me avisen que estás castigada por no prestar atención.

La próxima te irá peor, deja de dar problemas y compórtate como es debido.

Colín Avery.

—"compórtate como es debido".—dije imitando la voz de mi padre y arrugué la carta metiéndola en mi mochila.

Estrellas (James Sirius Potter)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora