84. Séptimo año: El plan.

109 10 0
                                    

El resto de las vacaciones no fue nada fácil. Me le pasaba pensando en aquello todo el tiempo y los recuerdos de Vinda me atormentaban por las noches, incluso llegué a tener pesadillas sobre eso.

Si me padre estuviese vivo ¿Hubiera hecho lo mismo conmigo?

-0-

—¿Qué tal tus vacaciones?—me preguntó James una vez que nos subimos al tren, caminando hacia un compartimiento.

—Aburrido.—mentí haciendo una mueca.—¿Y el tuyo?

—Igual, casi no pude jugar quidditch debido a la nieve.—se quejó.

Antes de entrar al compartimiento, vi a Vinda entrar a otro, me miraba fijamente y asentí disimuladamente con mi cabeza antes de entrar junto a James.

—Hola.—saludé a los demás y me senté junto a James.

Comenzaron a hablar y hacerse bromas entre ellos, pero no podía concentrarme.

—Debo buscar a Scorpius.—besé a James antes de levantarme.—Ya vuelvo.

Salí del compartimiento y me dirigí al que Vinda había entrado, entré también y ella se encontraba sentada junto a la ventana, mirando el paisaje.

—Lo siento por la tardanza.—me disculpé y al voltear a verme me sonrió.

—Lamento que hayas tenido que ver todo aquello.—se disculpó.

—No.—negué y traté de sonreírle mientras me sentaba frente a ella.—Lamento mucho que hayas tenido que vivir todo eso.—suspiró mientras sus ojos se aguaron.—Tengo una pregunta.

—Adelante.—asintió.

—¿Cómo sabías del pensadero? Yo no sabía que estaba ahí.—se quedó callada unos segundos antes de hablar otra vez.

—Luego de que te fuiste, los mortífagos hacían las reuniones en tu antigua casa, incluso si antes de pasar a ti era controlada por el ministerio, Félix encontró la manera de que no se dieran cuenta mientras trabajaba en el ministerio junto a sus hijos, luego dejó de hacerlo porque la casa pasó a ser tuya al cumplir los 17 y no era controlada por el ministerio, ahí lo vi una vez.—asentí al escucharla.

—¿Ya tienes algo en mente?

—No.—negó.—Deberíamos pensar una forma de que puedes llegar a la casa desde la escuela, pero no puedes aparecerte ni desaparecer dentro de Hogwarts ni tampoco por un traslador.

—Es cierto.—asentí y una idea se pasó por mi cabeza.—Las chimeneas.—solté.—La de la directora siembre está disponible ¿La de la casa está habilitada?—Vinda asintió.

—Si, eso es.—asintió.—Por chimenea.

—Tengo que distraer a la directora, colarme a su oficina y viajar por chimenea.

—A las siete.—dijo.—Se ruinarán a las siete.

—Okay.—asentí.—Antes de las siete la distraeré, pensaré en algo pero se que funcionará, me colaré a su oficina y viajo por chimenea.

—Te estaré esperando del otro lado.—prometió.—Estarán todos ahí e intentarán atacarte, prepárate bien con hechizos de protección.—asentí.

—Debo volver ya.—me levanté del asiento.—El próximo viernes a las siete.

—El próximo viernes a las siete.—afirmó y volví a mi compartimiento.

-o-

—Debo decirles algo.—les dije a mis amigos al otro día luego de las clases.

—Escúpelo.—dijo Lorcan mientras escribía en un pergamino.

Estrellas (James Sirius Potter)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora