Estrellas (James Sirius Potter)

59: Sexto año: Partido perdido y castigo.

Los entrenamientos esta semana fueron muy intensos, ya que jugaríamos contra Slytherin y su equipo es increíble.

Mis primos podrían ser muy amables, pero si se trata de un partido de quidditch no durarán ni un minuto en patearte el trasero.

James no solo nos hizo entrenar en las escobas, sino que también nos hizo hacer mucho ejercicio físico que te dejaba exhausto.

—Escuchen.—dijo James acercándose a nosotros luego de hacernos correr por todo el campo.—Venimos muy bien con los partidos pero Slytherin es un juego difícil y eso lo saben muy bien, pero han entrenado muy duro y se que lo lograremos. Ahora pueden irse.—hizo sonar el silbato y junto a al equipo guardamos todo en la carpa.

—¿Qué tanto crees que Slytherin nos pateará el trasero mañana?.—me preguntó James con diversión mientras salíamos de la carpa.

—Hasta que nos queden las nalgas rojas.—reí ante mi propio comentario.

—Vayamos a comer que debemos descansar muy bien.—sonreí al sentir su brazo al rededor de mi hombros y ambos caminamos juntos hacia el castillo.

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Mentiría descaradamente si dijera que no desperté nerviosa por el partido contra Slytherin.

Apenas desperté entré al baño para asearme y ponerme el uniforme de quidditch, al salir Ruby me recogió el cabello, tomé mi escoba y ambas bajamos a desayunar.

—Buenos días.—dijimos al ver al resto del equipo y dejé mi escoba debajo de la mesa para sentarme a desayunar junto a Ruby.

—Hola.—nos saludó Zach.—Espero que ganemos hoy.

—También yo.—hice una pequeña mueca.

—Debo irme, te veo en el campo.—se levantó del asiento.—Adiós chicas.

—Adiós.—dijimos al mismo tiempo antes de comenzar a desayunar, y luego, Alec y Lorcan bajaron también.

—Buenos días.—dijeron al mismo tiempo mientras se sentaban frente a nosotras.

—Hola.—respondimos.

—¿Qué tan importante es el partido de hoy?.—preguntó Lorcan poniéndole azúcar a su té.

—Si ganamos vamos primeros, si perdemos entonces vamos segundos.—respondí untando mermelada en mi tostada.—Es importante ganar porque quedan pocos partidos antes de que termine el año, además la profesora Hooch seleccionará nuevos capitanes para el año entrante.

—¿Te gustaría ser capitana?.—preguntó Alec esta vez.

—No es a lo que más aspiro hacer, pero ayudaría mucho si lo soy para mis solicitudes a equipos de quidditch cuando terminemos Hogwarts.—le dí un mordisco a mi tostada.—No es sólo ser capitana, debo demostrar en cada partido que mejoro cada día, que realmente soy buena.

—Eres buena.—me interrumpió Ruby.

—Lo soy, se que lo soy, pero no se si soy realmente buena ante los ojos de los equipos de quidditch profesionales.

—Deja de decir tonterías y termina tu desayuno.—asentí ante la petición y continúe con mi desayuno.

—Ya debo irme.—me levanté de mi asiento tomando mi escoba.

—Te veremos ahí, suerte.—me sonrió Alec.

—Patea esos traseros.—reí ante el comentario de Lorcan y abracé a Ruby antes de ir caminando hacia la carpa en el campo de quidditch.

—Hola Alhe.—sonreí al ver a James ahí.

—Hola James.—me acerqué a besarlo—No te vi en el desayuno.