79. Séptimo año: Solicitudes.

104 13 3
                                    

—Vamos, es día de correo.—nos apuró Ruby.

—Ya casi estoy.—dije guardando unos libros en mi mochila.—¿Dónde está Bonnie?

—Con Fred.—respondió mientras salíamos de la habitación y caminábamos al gran comedor.

—¿Juegas este fin de semana?—asentí a su pregunta.

—Contra Slytherin.—ambas nos sentamos junto a Lorcan y Alec en la mesa para el desayuno.

—Buenos días.—saludamos.

—Buenos días.—respondieron.

—¿Algo interesante?—le preguntó Ruby a Lorcan, quien estaba leyendo el profeta.

—Una familia dejó su trabajo en el ministerio.—dijo sin prestarle mucha atención.—Los Yaxley.—leyó.

—¿Los Yaxley dejaron su trabajo?—pregunté extrañada.

—Así es.—asintió y comenzó a leer.—Aunque la renuncia era de esperarse debido al pasado del mayor de ellos, padre de la familia, debido a su pasado como mortífago. El trabajo se le fue dado al confesar que estuvo bajo la maldición 'imperio'.—leyó.

—El correo.—dijo Alec al ver muchos búhos y lechuzas entrar al gran comedor.

Ruby recibió más folletos de parte de su madre, los cuales metió en su mochila sin ni siquiera leerlos.

—Miren eso.—señaló Lorcan y elevé mi mirada.

Eran como 10 lechuzas que entraban rápidamente con cartas en su boca, se acercaron a la mesa de Gryffindor y las cartas cayeron frente a mi.

—Creo que son para ti.—dijo Lorcan y tomé las cartas para ver sus sobres.

Me quedé sin palabras al ver los sobres. No podía creerlo. Los sobres eran de los equipos de quidditch.

—¡Ábrelos.—me animó Alec y asentí comenzando a leer los sobres uno por uno.

—No puede ser.—murmuré y elevé mi mirada.—Avispas de Wimbourne, Chudley Cannons, Flechas de Appleby, Falmouth Falcons, Murciélagos de Bellycastle, Arpías de Holyhead, todos vendrán a ver el partido el sábado.

—¡Felicidades Alhe!—Ruby me abrazó.

—Tengo que escribirle a mis padres y contarle a Scorpius.—tomé todas las cartas en mis manos mientras me levantaba de mi asiento.—¿Saben en dónde está James?

—Lo vimos en Gryffindor.—respondió Lorcan.

Tomé mi mochila, las cartas y prácticamente corrí hacia la torre de Gryffindor.

—¡Alhena!—sonrió al verme.

—¡James!—sonreí también.—Mis cartas, llegaron.

—También las mías, hoy temprano.—aún con una sonrisa en mi rostro, me lancé a abrazarlo.

—Tenemos que ganar este sábado.

—Voy a añadir entrenamientos extra.

—Estoy orgulloso de ti.—me miró con una sonrisa y me acerqué a besarlo.

—Y yo de ti.—escuché el timbre sonar.—Vamos a clase.

-o-

—Voy a orinarme en mis pantalones.—dije nerviosa mientras caminaba hacia la carpa junto a James.—Vomitaré y pasaré mucha vergüenza.

—Oye escúchame.—dejó de caminar y colocó sus manos en mis mejillas.—Tu eres buena, la mejor capitana que Gryffindor ha tenido en mucho tiempo. Eres increíble y no tienes que preocuparte por eso. Tú puedes.—sonreí al escucharlo y me acerqué para abrazarlo.

Estrellas (James Sirius Potter)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora