18. Quinto año: Boggart y caja de música.

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Las clases habían comenzado y no volvimos a tocar el tema de los mortífagos aunque constantemente me la pasaba pensando en eso.

Hoy es miércoles y eso sólo significa dos cosas divertidas: defensa contra las artes oscuras y quidditch.

—Buenos días a todos.—dijo el profesor Hector Rakepick.—Espero que han tenido unas buenas vacaciones. Cómo les prometí que luego de las vacaciones empezaremos con el patronus hoy haremos una pequeña clase de repaso, veremos nuestros boggarts y nos burlaremos de ellos. Les aviso que sus boggarts pueden haber cambiado ya que cuando los vimos ustedes estaban en tercer año y ha pasado algo de tiempo.—explicó el profesor.

Aún recuerdo mi boggart en el tercer año, ese verano habíamos ido a casa de Ruby y fuimos a Londres muggle al cine pero tuvimos la pésima idea de ver una película de terror, si, la primera vez de magos en el cine y ven una película que las dar miedo. Vimos una de un payaso come niños y terminé tan asustada que tuve pesadillas por varias noches y mi boggart fue ese payaso. Me pregunto si seguirá siendo el mismo.

—Quiero que saquen las mesas y sillas del medio y se hagan una fila en el medio del salón.—todos obedecimos quitando las mesas y sillas del camino colocándolas contra la pared con un hechizo. Luego todos hicimos la fila, yo estaba aproximadamente por la mitad.—Repasemos el hechizo, repitan conmigo ¡riddikulus!

—¡Riddikulus!.—dijimos al mismo tiempo.

—Excelente, ahora sacaré al boggart del baúl y de a uno se burlarán de el.—el profesor se alejó y caminó hacia el baúl, lo abrió y una bola de humo negro salió.—Adelante Brandon.

Brandon se acercó con algo de miedo al humo negro y luego se convirtió en una araña gigante, la apuntó con su varita y al pronunciar el hechizo la araña comenzó a bailar. Le siguió Rhea Zabini a quien le apareció un dragón con alas, pero al pronunciar el hechizo el dragón se convirtió en una mariposa, le siguió su mellizo, Michael, a quien le apareció un tiburón pero luego el tiburón se hizo pequeño y bailaba vestido de bailarina de ballet.

Así fueron pasando un par de alumnos más, el boggart de Ruby era una tortuga gigante, el de Alec un gnomo, el de Lorcan su abuelo enojado, el de Bonnie era ella misma calva, el de Louis era un centauro.

Cuando mi turno llegó estaba realmente nervioso, me acerqué al humo negro esperando al payaso nuevamente pero no se transformó en nada hasta que el recuerdo de la reunión apareció en mi cabeza. El humo negro se había convertido en mi propia casa.

—Ri-riddikulus.—intenté pero la casa seguía ahí.

—Vamos Alhena, tu puedes.—me animó el profesor.

Cuando volví a apuntar con mi varita para pronunciar el hechizo algo pasó. La forma de la casa se hacía cada vez más grande, la puerta se abrió y de esta salió la marca tenebrosa junto con gritos ahogados. Gritos de dolor.

Al ver la marca sentí el miedo recorrer mi cuerpo, temblaba e intentaba pronunciar el hechizo pero nada salía de mi boca, quería correr de ahí mismo y refugiarme en algún lado lejos de ahí. De inmediato mis ojos se llenaron de lágrimas y mi varita cayó el suelo. Incluso pude escuchar suspiros de miedo de parte de mis compañeros. De no haber sido por el profesor quien metió al boggart de nuevo en el baúl creo que me hubiera desmayado o algo así.

—Lo siento...—murmuré hacia el profesor con lágrimas en mis ojos.—N-no sabía que eso aparecería.—sin más, salí del salón sin ni siquiera tomar mi varita.

Sólo caminaba con rapidez y mis mejillas empapadas de lágrimas. Un lugar se me ocurrió, la torre de astronomía estaba vacía a esa hora así que ahí es dónde fui, asustada y aún llorando me apoyé sobre los barrotes mirando la vista desde arriba.

No sabía cuánto tiempo había estado ahí llorando cuando aparecieron mis amigos.

—Te trajimos tus cosas.—dijo Alec sentándose a mi lado izquierdo.

—¿Quieres hablar acerca de lo que pasó?.— preguntó Lorcan sentándose a mi lado derecho.

—No, y gracias por traer mis cosas.—dije limpiándome las lágrimas con la manga de mi túnica.

—Estamos aquí para ti.—dijo Ruby sentándose junto a Alec.

No dijimos nada, no había necesidad de hacerlo. Únicamente lloraba mientras ellos me abrazaban y me frotaban la espalda y el hombro. Estuvimos así por un buen rato hasta que James Potter apareció en la torre con una caja en la mano.

—Hola, em, yo... vine a traerte algo.—dijo señalando la caja.—Espero que esto te haga sentir mejor.

—Nosotros te esperamos en la sala común.—dijo Ruby levantándose luego de unos segundos y yéndose junto a Alec y Lorcan, dejándonos a James y a mis solos. Me quedé sentada en mi lugar haciendo silencio y escuchándolo.

—Mi padre me lo dió.—dijo sentándose frente a mi.—Es una caja de música, o por lo menos así le digo yo.—dijo abriendo la caja, dentro había un aparato cuadrado con un palo al costado.—Tiene instrucciones de cómo usarlo aquí porque estas cosas no funcionan muy bien con tanta magia al rededor.—explicó mientras sacaba unos sobres y luego la cosa cuadrada.—Era de mi abuelo y sus amigos cuando vinieron a Hogwarts.—dijo mientras leía las instrucciones de cómo hacer andar la cosa cuadrada, luego de un rato, la cosa hizo ruidos.—Listo, ahora debo poner uno ahí.—se puso a buscar entre los sobres y tomó uno que tenía escrito "para cuando necesites luz en un momento oscuro" con tinta negra. Del sobre sacó una cosa en forma circular y el colocó sobre la cosa cuadrada, le puso el palo encima y una canción comenzó a sonar.—Perfecto, si funciona.

Me quedé escuchando la canción desde mi lugar, la melodía y la letra eran muy bonitas juntas. De la nada, James se levanta del suelo y extiende una de sus manos hacia mi. Levanto mi rostro para poder verlo y tomo su mano. Me levanto del suelo y me arrastra hacia el centro de la torre. Toma mi otra mano y comienza a moverse hacia los costados, sacándome una sonrisa.

Hey, little train! Wait for me!
I once was blind but now
I see have you left a seat for me?
Is that such a stretch of the imagination?


Comenzó a mover también sus caderas haciéndome reír y le seguí el juego moviendo mis brazos junto con los suyos de un lado a otro.

Hey, little train! Wait for me!
I was held in chains but now I'm free


Comenzamos a movernos en un círculo imaginario mientras aún movíamos los brazos, riendo levemente.

I'm hanging in there, don't you see
In this process of elimination


James elevó uno de sus brazos por encima de su cabeza y me hizo dar una vuelta, luego hice lo mismo con él. Colocó uno de sus brazos al rededor de mi cintura y yo puse el mío en su espalda, nuestros manos restantes estaban juntas a la altura de nuestras cabezas y nos movíamos de un lado a otro mientras reíamos.

Hey, little train! We are all jumping on
The train that goes to the kingdom
We're happy, ma, we're having fun
It's beyond my wildest expectation


Nos acercamos más y terminamos colocando nuestras cabezas sobre el hombro contrario moviéndonos levemente de un lado a otro hasta que la canción terminó. A pesar de la música podía escuchar su respiración en mi hombro, era calmada y suave. Nos separamos y solté una pequeña risa por la situación.

—¿Te sientes mejor?.— preguntó.

—Si.—asentí.—Gracias.

Lo ayudé a recoger el resto de los sobres del piso ya guardarlos junto a la cosa cuadrada dentro de la caja. Salimos de la torre de astronomía y caminamos lentamente hacia la sala común.

—¿Te veo en la práctica de quidditch?.— preguntó cuándo entramos por el cuadro.

—Si, nos vemos ahí en un rato.—dije antes de despedirme e ir con mis amigos hacia el sofá donde ellos estaban. James desapareció por las escaleras hacia los dormidos de los chicos.

—Aquí estás.—dijo Lorcan al verme.

—Volví.—dejé mi mochila en el suelo y me senté junto a ellos.

—Que raro que no lo lanzaste desde ahí arriba.—bromeó Alec y solté una leve risa negando.

—¿Te encuentras mejor?.— preguntó Ruby y asentí. Ella me sonrió levemente.

—Hablaremos de eso si quieres.—dijo Alec.—La marca en tu boggart.

—Quieren marcarme.—solté soltando un leve suspiro mientras bajaba mi mirada.

—¿Tu padre quiere ponerte la marca?.— preguntó Lorcan y asentí.

—Le dije que no, nos gritamos, discutimos y por eso no pude ir a casa de Alec en las vacaciones.—dije aún con la mirada baja.

—Hey, escucha.—dijo Ruby poniendo una mano en su hombro.—No te dejaremos sola en esto ¿si? estamos contigo y sabemos que no te dejarás marcar por esos locos.

—Gracias.—apoyé mi cabeza sobre el hombro de Ruby y ella acarició mi cabello suavemente.

—¿Irás a la práctica de quidditch?.— preguntó Lorcan y asentí.

—Pero aún falta, en un rato iré a cambiarme.—y así hice, media hora más tarde me encontré bajando de los dormitorios con el uniforme de quidditch puesto y la escoba en mano.

Caminé junto a Roxanne hasta el vestidor, ella siempre ha sido muy amable conmigo, es una lástima que este sea su último año en Hogwarts.

La práctica fue intensa, las piernas me dolían y en una ocasión la quaffle fue tan fuerte que me golpeó con algo de fuerza en el abdomen, seguramente tendrá un moretón luego. Pude meter la quaffle en el aro unas cinco veces y otras cuatro veces Roxanne la atrapó, pero cinco es un buen número de veces acertadas en el quidditch.

—Escuchen todos.—dijo Dennis una vez que la práctica había terminado y todos estábamos sobre el césped.—Comienza una nueva temporada de partidos y vamos segundos, es bueno pero debemos mejorar si queremos ganar la copa a fin de año.

—¿Cuándo será el próximo partido?.— preguntó Fred.

—Dentro de dos semanas y es contra Hufflepuff.—respondió.—Si siguen como hoy nos irá bien, ahora si pueden irse.

Tomé mi escoba en mi mano y caminé hacia el castillo junto a los demás, reí al sentir un leve codazo de James y se lo devolví aún más fuerte. Ambos nos quedamos últimos en el grupo mientras íbamos dándonos leves golpes para molestarnos uno al otro.

Estrellas (James Sirius Potter)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora