86. Séptimo año: Verdades, mentiras y salvar al mundo mágico.

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Alhena pov.

—Suéltenlos ahora mismo.—una voz se escuchó.

Harry Potter y otros tres aurores habían llegado y apuntaban con sus varitas a los mortífagos.

—¿No se supone que tú estabas muerto?—el señor Potter se acercó a mi padre mientras aún lo apuntaba con su varita.—Atacaste a tu propia hija.—mi padre apretó su puño con fuerza y cerré mis ojos con miedo a que me golpeara.—Suéltala.

Sentí que soltó mi suéter, pero al abrir mis ojos seguía mirándome y sus ojos comenzaron a aguarse mientras los míos dejaban caer lágrimas por mis mejillas.

—¡Ahora!—dijo el señor Potter al no ver ninguna reacción de los mortífagos.

Jamás en mi vida había visto a magos pelearse y lanzarse hechizos con tanta facilidad y rapidez. Solté un pequeño grito al ver que mi padre y el señor Potter tenían un duelo justo sobre mi. Los otros dos mortífagos tenían sogas al rededor de su cuerpo impidiendo que se movieran, mientras que mi padre estaba inconsciente del otro lado de la habitación.

—Estará bien.—me dijo Harry al verme preocupada.—James.—se acercó a su hijo abrazándolo con fuerza.

—Papá.—dijo al abrazarlo.—Lo siento...

—No.—los interrumpí mientras intentaba levantarme del suelo.—Yo lo metí en esto, lo siento.

Justo cuando el señor Potter iba a hablar, otros aurores, Ginny Weasley, mis padres y mi abuelo aparecieron.

—¡Alhena!—se acercaron a mi preocupados.

—¿Estás bien? ¿Te hicieron algo?—mamá colocó ambas manos en mis mejillas mientras papá me ayudaba a mantenerme de pie.

—Me duele la espalda.—me quejé.—Me lanzaron un hechizo, no se cuál.

—Oh James.—Ginny se acercó a James abrazándolo con fuerza.

—Hay más.—habló Vinda.—Dejé a uno en la escalera que despertará en cualquier momento, tres están aquí pero faltan otros cinco, incluyendo a mi padre.

—Dejé a uno en la cocina, pero estaba consiente y no se a dónde fue.—dije.

—Entonces faltan seis.—agregó Vinda.

—Ustedes—el señor Potter le dijo a los tres aurores que llegaron juntos.—Busquen afuera, el resto de nosotros buscaremos dentro ¿Hay sótano?—me preguntó y asentí.—Que uno vaya por ahí.

—Ayudaremos.—dijo papá y el señor Potter asintió.

—Iré al jardín con los demás.—dijo el abuelo saliendo con los otros aurores.

—El resto de nosotros aquí dentro. Ustedes.—nos apuntó a James, Vinda y a mi.—Se quedan aquí, ante cualquier mínima cosa que suceda, envíen una señal.—ordenó.

Nos quedamos en medio de la sala mientras veíamos a nuestros padres irse. Mi vista se dirigió a mi padre y lo observé por unos segundos.

Tenía el giratiempos en su cuello.

Lentamente y sin hacer ruido caminé hacia el.

—Alhena quédate aquí.—pidió James, pero lo ignoré y continúe.

Al quedar junto a el, me incliné un poco y con cuidado le quité el giratiempos.

—Lo tengo.—dijo observándolo en mis mano.—Hay que destruirlo.—me lo coloqué al rededor del cuello escondiéndolo debajo de mi ropa y luego observé a mi padre en el suelo.

Estrellas (James Sirius Potter)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora