CAPÍTULO 47

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FÉLIX
Desperté temprano y fui al comedor ya que el personal había preparado el desayuno. Una vez reunidos todos ahí las cocineras sirvieron el desayuno y comenzamos a comer.

En cuanto termine, me puse de pie y agradecí la comida para seguido retirarme a mi habitación. En un rato la puerta fue tocada y fui a abrirla.

—¿Félix?— Serafina me mira —Que bueno que estás bien, creí que esas personas te habían matado— se abalanzó y me abrazo.

Yo correspondí su abrazo —Mason me salvó— dicho eso un nudo apareció en mi garganta.

—Ahora soy diferente— me mira.

—Lo se. También lo soy— cedo a Irina y mis ojos cambian de color.

Ella solo sonríe —Aún no controlo mi sed, pero ahora es mejor que al principio. Mi padre me enseñó— da pequeños saltitos hasta llegar hasta la cama. —Dime ¿Ahora estás saliendo con ese tal Mason?

—Si, lo estoy— di una sonrisa falsa. Solo le mentí porque no podía decirle que había roto nuestro lazo, tampoco podía involucrarla en este problema.

—Genial y ¿Dónde está él?

—Se quedó en casa. La abuela le pidió ayuda, yo solo vine a ver cómo estabas— me acerqué a donde ella estaba —Tu padre me llamó diciendo que estabas mejor y que exigías verme.

—No fue así— rió —yo solo quería ver a mi mejor amigo, eso es todo.

Me llegó un mensaje de texto y vi quien era.

Me encontré este cachorro en el bosque.
Me enteré que es tuyo así que pensé que lo querrías de vuelta.
Si es así te espero en mi castillo.

Era una foto de Mason inconsciente. Mi corazón se impacientó, quería tenerlo conmigo. Ir por el en este momento y arrancarle la cabeza a ese idiota.

Si te atreves a tocarle un solo pelo voy a matarte.

Teclee el mensaje y lo envíe.

—¿Quién era?— preguntó Serafina.

—Mason. Dice que viene a recogerme así que iré a despedirme de tu padre— la abrace y di media vuelta.

—Te veré pronto, cuídate y saluda a tu familia de mi parte.

—Vale, yo les dire que les mandas saludos— camine y salí de la habitación. Luego comencé a caminar hasta la oficina de Connor.

La toque y él me permitió el paso —¿Qué pasó Félix?

—¿Donde está el castillo del vampiro?

—¿De quien?

—Arthur Becker.

—¿Para que? Te dije que aún no es momento de ir a confrontarlo.

—Se atrevió a llevarse a Mason. Tengo que ir por él.

—¿Que? ¿No volvió a su manada? ¿Lo secuestro ahí?

—No lo sé, Connor.

—No te lo dire, espera a que Agna reúna a los cinco.

—¡NO PUEDO ESPERAR!— dice Irina.

—Está bien— se pone de pie —Pero yo te llevaré.

—No es necesario. Solo quiero que me digas ¿Dónde esta?

—Hacía el sur. Sigue el arrollo y lo encontrarás.

Después de decir eso salí corriendo y me adentré al bosque. Tome mi transformación y mi mochila en mi boca. Comencé a correr hasta llegar al río, solo lo seguí corriente arriba y después de varios minutos de estar corriendo logré visualizarlo a lo lejos.

Antes de llegar volví a mi forma humana y me puse mi ropa. Retome mi camino y me posicionó en la entrada del enorme castillo.

—¿Qué quiere un licántropo en nuestras tierras?— pregunta uno de los vampiros que se encontraba custodiando la entrada.

Cedí a Irina para poder intimidarlos —Quiero ver a su líder.

—¿Por qué un licántropo querría ver a nuestro señor?

El se llevó algo que me pertenece y lo quiero de vuelta. Dile a tu amo que Félix está aquí.

Decir eso hizo que los hombres abrieran los ojos y uno de ellos se desvaneció para no volver en un rato —Ven conmigo— los otros hombres abrieron las puertas y entramos al enorme castillo. Me llevó a través de un enorme pasillo y, finalmente, llegamos al final del mismo y el hombre abrió la puerta para poder entrar al salón.

—¡¿DÓNDE ESTÁ?!— gritó Irina. Camine rápidamente hasta llegar a donde él se encontraba y cuando estuve cerca de él pegué mi cara frente a la suya —Te advertí que no le pusieras un dedo encima o sufrirías las consecuencias— lo tome del cuello y lo hice ponerse de pie.

Él tomó mi brazo y lo apartó de él rompiéndolo. Tengo que admitir que me dolió, pero no lo di a demostrar —También te dije que no pararía hasta verte destruido.

Sentí su aroma, su escénica, lo que nos unía volvió a mi ¿Por qué? Yo había roto el lazo y no podía sentir eso de nuevo, no a menos que mi madre lo haya vuelto a emparejar conmigo, pero ¿por qué haría algo así?

Volteé a verlo y su rostro estaba lleno de su propia sangre. Eso me hizo enojar y volví a girarme para poder ver al vampiro y le plante un golpe en el rostro —¿Te atreviste a lastimarlo?

Él devolvió el golpe —No paraba de decir mierdas.

No lo resistí y me abalancé sobre él para soltarle golpes. No podría ganarle y mi loba lo sabía, pero nosotros quisimos arriesgarnos para poder acabar con esto de una vez por todas.

Sus golpes eran más fuertes que los míos, después de todo era un omega y mi debilidad siempre sería la fuerza. Pude sentir como mi sangre bajaba por mi nariz, mi boca también tenía y mi cuerpo estaba lastimado. Comenzaba a quedarme sin fuerzas y mi loba no podía curar estas heridas.

El vampiro me tomo del cabello y tiro de él para que mi cabeza se agachara y descubriera mi cuello —Tu sangre debe ser deliciosa ¿Por qué no la probamos?— acercó su boca lentamente y mostró sus largos colmillos listos para encajarlos en mi piel.

Pude liberarme, por suerte. Le plante uno o dos golpes con las últimas fuerzas que aún me quedaban. Comencé a tambalearme y mi vista comenzaba a nublarse —No eres tan fuerte como creí que lo eras— el vampiro susurró en mi oído —De ábrelo sabido antes no siquiera hubiera hecho todo esto— soltó una risa que retumbó en mi cabeza por varios segundos.

Todo acabo, mis fuerzas se terminaron y no pude protegerlo nuevamente. Soy un idiota, un maldito idiota.

¿Qué haré ahora?
¿Resignarme a mi destino?

Nadie puede ayudarnos. Nadie vendrá. No lo harán porque a nadie le importa lo que pase conmigo.

Lentamente caía al suelo, sin que alguien pudiera sostener mi cuerpo débil, el cuerpo de un OMEGA débil como yo.

Perdón la tardanza— una voz borrosa fue lo ultimo que pude escuchar antes de quedar inconsciente.

MI OMEGA (En Proceso De Edición) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora