CAPÍTULO 6

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Muerte al omegaesas eran las mismas palabras que se repetían en mi cabeza, ¿Qué ocurría conmigo?

Di un brinco y voltee a ver quién era, pero nadie se encontraba tras de mi 'Descuida Félix, solo es estrés', me toque la cara e inhale y exhale.

Me puse mi pijama y salí del baño, luego tomé las muletas y decidí en bajar al primer piso para relajarme un poco.

—¿Estás diciendo que su lobo despertó?— cuestiona mi abuela.

—Así es Louisa— responde Mason.

—Pero aún no es el momento— interrumpe mi madre.

—Tranquilízate, Verónica— dice mi abuela.

—Lo mejor que podemos hacer es decirle la verdad— añade mi padre.

—¿De qué verdad halan?— cuestione y todos voltean a verme.

—¿Cuánto tiempo llevas ahí?— pregunta mi madre.

—Lo suficiente como para exigir una explicación— respondo la pregunta.

—No hablamos sobre ti

—Entonces ¿De quién?

—De tu hermana Charlotte— responde mi abuela.

—¿Qué pasa con ella?, ¿A qué se refieren con que su lobo despertó?

—No es nada en especial, así que ve a tu habitación— mi madre me toma de los hombros y me hace retroceder.

—No— me detengo —Lo que sea que tenga que ver con Charlotte, tiene que ver conmigo también— la miro serio —Ahora dime ¿Qué ocurre con Charlotte?— camino hacia el sofá y me siento esperando una respuesta.

Mi abuela mira a mis padres y a Mason —Vayan a otro sitio.

—Pero madre...— exclama mi madre.

—Lo sabrá de alguna u otra forma— todos suben al segundo piso y mi abuela me mira fijamente. —Mira bien lo que eres.

El color de sus ojos comenzó a tornarse color carmesí —¿Qué... ¿Qué ocurre?— su mirada irradiaba amenaza y superioridad. De pronto un aroma a café comenzó a penetrarse en todo el lugar, el aroma me sofocaba asique tape mi nariz. Su cabello canoso comenzó a pintarse de negro y en menos de lo que espere un enorme lobo negro se encontraba enfrente de mí. —¿Abuela?

Instintivamente algo dentro de mí pedía a gritos salir —déjame protegerteme susurraba al oído y accedí para que saliera.

Caí inconsciente y, de nuevo, desperté en ese hermoso paraíso —Es solo un sueño másme senté en cuclillas y me tomé la cabeza.

Una mano toco mi hombro —Todo está bien.

Volteé a ver quién era y vi que era la misma mujer del espejo —¿Irina?

¿Cómo sabía su nombre?

Finalmente he despertadosonríe. Se acerca a mí y me abrasa —Ya no hay nada de que temer, yo voy a protegerte

Esta vez la sensación era real, esta vez sentía que en realidad me encontraba en este lugar —¿Qué es lo que sucede?, no entiendo nada de esto.

Ya te lo dije, yo soy tu loba.

¿Qué significa eso?la mire.

Gracias a mi tu podrás convertirte en un lobo cuando lo desees.

Mientessusurre —Yo no puedo ser...

Lo eres, ¿Qué tus padres no te lo contaron? pregunta y yo niego con la cabeza —Debieron haberlo hecho. Todo esto hubiera sido más fácil para ti si lo hubieran hecho.

(...)

Di un enorme grito y desperté, recostado sobre mi cama. Me levante —¡VERONICA!— grite para que me escuchara. —¡VERÓNICA!— volví a gritar y al parecer del silencio no se encontraba nadie en casa.

Comencé a buscarlos por toda la casa, entre a la habitación de Charlotte, pero no estaba. Luego fui a la habitación de mis padres y de mi abuela, pero tampoco estaban.

—¿A quién buscas con tanta desesperación?— pregunta Mason detrás de mí.

Me giré para verlo y vi sus ojos en un color carmesí —¿Tú también eres como ellos?— tengo que aceptar que en ese momento tenía algo de miedo.

—Si— afirma.

Salí corriendo de ahí, no quería morir. No por ahora. No me importo que aun tuviera dañado mi tobillo, baje las escaleras y tome mi celular —Aló— escúchela voz de mi querida Serafina.

—Tienes que ayudarme— solté mientras corría hacia la puerta de la casa.

—¿Cómo?— cuestiono. —¿Qué sucede, Félix?— su voz cambio a un tono de preocupación.

—Serafina, estoy en peligro. Justo ahora estoy huyendo de ese hombre— corrí hacia el bosque. Quería alejarme lo más que se pudiera de él.

—¿Qué dices?, no te escucho bien— eso fue lo último que escuche antes de escuchar un silencio. Al parecer la llamada se había acabado.

Miré mi celular y vi que no tenia señal —¡MALDICION!— grite y arroje el celular al suelo.

—¡FÉLIX!— a lo lejos escuché la voz de Mason, así que comencé a correr mas rápido.

Corrí hasta que llego el punto en el que no sabia en donde me encontraba, me detuve a recobrar el aliento y comencé a mirar en todas direcciones sin reconocer en donde me encontraba.

—Maldición— susurre mientras buscaba algo que me indicara por donde era el camino correcto.

El exquisito aroma a cítricos me inundo y cuando di la vuelta me encontré con Mason.

MI OMEGA (En Proceso De Edición) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora