❈ Capítulo 3 ❈

13 2 0
                                    


No respondí su pregunta, estaba impactada ante su presencia. Era guapo, muy guapo, con facciones que no parecían de este mundo.

— Como parece que estás de piedra, prefiero replantear mi pregunta. ¿Quien eres?

— Y-yo.. soy — Gran dicotomia. ¿Cómo se lo explicaba? — Una invitada de Philip.

Me miró con desconfianza, simplemente como si no me hubiese creído ni una sola palabra.

Al mismo tiempo, un chico moreno, de estatura media y unos fulminantes ojos claros apareció.

— Aquí estabas, ¿Quien mierda te crees que eres Ander? ¿Soy tu puto abogado para estar siempre salvandote el pellejo?

Con que Ander, eh... El chico moreno se dió cuenta de mi presencia y me examinó de pies a cabeza.

— ¿Y ella quien es?

Iba a contestar pero el tal Ander me interrumpio.

— No sabemos quién es, cállate Klaus.

— Pero te dije que..

— A lo mejor es una de las mujeres de diversión que rodean frecuentemente esta casa — indagó el moreno, Klaus. Lo miré extremadamente ofendida.

— No soy una intrusa,ni tampoco una mujer de diversión. Mi mamá es amiga del Philip y por eso estoy aquí de visita.

Los dos se me quedaron mirando, intentado descifrar algo de mi que les demuestre que ellos no estaban confundidos.

—¿Ocurre algo?

Mi "guardaespaldas", Dimitri, apareció detrás mío y me rodeó con su intento de protección.

— Nada.

— Dice que es una invitada del señor Konstantin — Ander se dirigió a él — pero como nuestro patrón no es la persona más sociable del universo, creemos que es una intrusa.

Dimitri frunció el ceño a mi lado — Si tan solo el patrón los oyera.. se haría un gran banquete con sus cabezas y yo estaría en primera fila admirandolo. La señorita Onisse es invitada y a ustedes no les incumbe, punto final.

Sonreí con suficiencia, ja, ahí tienes maldito engreído y total desconocido para mí.

— Señorita Onisse — Callum se dirigió hacia mí — debería estar lista para una reunión con el patrón dentro de tres horas.

— ¿Con tanto tiempo de anticipación?

Se encogió de hombros — La única información que me dieron es que es algo elegante.

— Bien.

Dimitri se fue y detrás salí yo.

Princesa — me giré, Ander, sonreía con sorna — cuida tu espalda, o de lo contrario no durarás ni siquiera dos meses aquí dentro.

Me congelé, no supe que contestar pero tenía que seguir mi camino.

— Bien.

¿Bien? ¿En serio Rose? Supe inmediatamente que iba a ser muy difícil adaptarme a las personas que vivían esta casa.
En especial si están así de buenos.

❖ ◦ ❁ ◦ ❖

Vestido rojo, o vestido negro. El vestido rojo era hermoso, me quedaba como diría mi mamá "pintado", pero no sé si era adecuado para este tipo de cena. En cambio el vestido negro era más discreto, lo cual no lo hacía feo.

Ya era la quinta vez que me probaba los dos, y todavía no me decidía. Aunque me sobraba una hora.

— El rojo es más lindo.

Me sobresalté por segunda vez en e día, maldita sea. Un chico rubio me miraba con una sonrisa inocente desde la puerta de mi guardarropas.

—¿Hace cuánto estás ahí?

Ni en mi habitación podía tener privacidad, magnífico.

— Hace unos minutos, o.. unas horas.

Bufé — Lo suficiente como para...

— Si, verte desnuda. El rojo es más lindo. Mi nombre es Magus, y me verás muy seguido por aquí.

Le estreche la mano con algo de desconfianza.

— Soy Rose, visitante de Philip.

— Oh, lo sé, ya corren los rumores de que estás por aquí.

Un pequeño flasback apareció en mi cabeza de cuando llegué. Lo había visto, estaba junto al chico que se veía  gracioso.

— Espera, yo te conozco, estabas junto a ese chico.. el alto de ojos claros, Amm.. Ander.

— Oh, por supuesto, siempre estoy con él y también con Klaus. Probablemente lo conozcas también.

Asentí. Tenía la desafortuna de haberlos conocido hace unas horas.

— Trabajamos en el mismo ámbito — continuó. — tenemos que acostumbrarnos a vernos las caras.

Tenía ganas de preguntarle ¿Cuál es exactamente su trabajo en este lugar?
Pero me lo guarde.

— Bien, amm, perdona que te moleste pero ¿Podría tener un rato de privacidad?

Ni siquiera lo dudó, salió de su lugar y abrió la puerta — por supuesto. Pero ¿Usarás el vestido rojo.

Reprimi una sonrisa — podría considerarlo.

— Hasta luego Rose, fue un placer conocerte.

Bueno, finalmente había alguien simpático en este lugar. Debería darle clases de sociabilidad a sus "compañeros de trabajo"

Diamantes con sangreDonde viven las historias. Descúbrelo ahora