❈ Capítulo 16 ❈

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- Tenemos que ir a Inglaterra, no sabemos por cuánto - dijo Philip, mientras se acomodaba su corbata - te quedarás con Callum, aunque él solo trabajará por medio tiempo.

Rodé los ojos - Está bien, puedo cuidarme sola.

- Cualquier cosa que necesites, puedes llamarnos.

- Y... ¿Irán todos?

- Si te refieres a todos mis hombres, si. Necesito refuerzos, los ingleses se piensan que pueden controlar Grecia.

Con que los ingleses, era lo único de lo que se hablaba esta semana en la mansión.

-¿Van a matarlos?

Que pregunta tan tonta, Rose, de verdad de todas las cosas que podría preguntar..

Sonrió con cinismo - Prefiero tirarme del avión antes que me asesine la mafia inglesa. Todo va a estar bien, solo no sé cuándo vamos a regresar, no preguntes, no hagas del papel de damisela desesperada.

- No pienso hacerlo, si no vuelven me quedaré con la mansión y con tus diamantes.

- Los diamantes cubiertos de sangre - murmuró por lo bajo riendo.

-¿Qué?

- Nada, solo una tontería. Bien, ya tenemos que salir, el avión privado debería estar por aquí, cuídate niña ¿Si? - me besó la frente en un gesto casi paternal. No olvidaba ese detalle.

- Claro, cuídate tu también.

- Lo haré.

Durante los próximos veinte minutos fue un ir y venir de hombres apuestos, altos y serios con traje. Entre ellos me encontré a Magus y a Klaus que me saludaron, detrás de ellos Ander mantenía su mirada fija en la mía.

- ¿Es una despedida? - preguntó.

- Que tonto eres, estaré más que feliz que no me estés molestando ni entrando a mi habitación.

- Adiós Rosita.

Rosita.

- Buena suerte.

Frunci mis labios, no te mueras quise decirle. No solo a él, sino a Klaus y a Magus y a Philip. Cuando desaparecido de mi campo de visión me di vuelta encontrándome con Vera, la mujer que había conocido hace un tiempo  en la lavandería.

- Trabajo aquí hace muchos años, siempre los ví volver. ¿Estás asustada?

-¿Que? Claro que no, solo es que.. nunca supe que esto fuera así, ya sabes, "misiones" pensé que eso solo era trabajo de superhéroes.

Soltó una risita - Es normal señorita Onisse, luego de un tiempo te encariñas con los villanos de la película.

Nos quedamos un minuto en silencio ¿Y si llamaba a mí mamá? ¿Y si finalmente me podía dar esa charla con ella?

- Si le sirve de consuelo, fuentes cercanas me aseguraron que el señor Konstantin llamó a la señorita Konstantin para que pase unos días con usted.

Damaris, ella si me caía muy bien, y sin duda sería divertido el tiempo que
pasemos juntas.

- Hace media hora acaban de salir unas galletas de mosqueta del horno, ¿Quiere probar unas y tomar té?

- Oh, eso suena muy bien.

- Perfecto, le llevaré todo en un segundo a su habitación.

- Muchas gracias, Vera.

Cuando estuve en mi habitación y pude merendar tranquilamente las deliciosas galletas, decidí tomarme un tiempo para retomar el libro que estaba leyendo.

Pero no pude concentrarme, no lo hice. Mi mente solo pensaba en ellos, en que sencillamente estén bien, porque por alguna estúpida razón me iba a sentir miserable.

- ¿Como estás princesa? - mire sobresaltada hacia la puerta y ahí estaba Damaris, con gafas de sol y una sonrisa radiante.

Me acerque y casi invadiendola le di un abrazo - Que bueno que estás aquí.

- No tenía mucho para hacer nena, pasaremos unos días magníficos. Puedo jurartelo.

Ordenó sus cosas y se instalo, cuando lo estuvo completamente me hizo una propuesta que me hizo estar un poco confundida.

-¿Quieres conocer el guardarropas privado que mi hermanito tiene bajo llave?

Si era bajo llave es que algo no iba bien.

Pero...

- Si, claro.







Diamantes con sangreDonde viven las historias. Descúbrelo ahora