❈ Capítulo 17 ❈

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En frente nuestro había una gran puerta color crema, Damaris sacó una llave de su bolsillo y me la mostró con un guiño.

- Mi hermano tiene millones de copias de las llaves de cada puerta que hay en esta mansión, desafortunadamente es pésimo escondiendolas.

Abrió y nos adentramos a un gran guardarropas que por ser oscuro, no mostraba demasiado.
Bueno.. cuando encontramos el interruptor abrí mi boca haciendo que casi entren moscas por ella, esto no era un guardarropa humilde como el que tengo yo en California, no, esto era un paraíso que tenía vestidos de todos los tipos y que no parecían muy económicos.

- Pero, ¿Cómo? - la punta de mis dedos acariciaron el terciopelo.

- Bueno, cuando encontré este lugar por primera vez pensé en tres posibilidades: a mi hermano le gustaba vestirse de mujer en su tiempo libre, pertenecían a sus antiguas o mujeres, o eran vestidos de tu madre.

Ante la última opción me quedé de piedra, Damaris me miró esperando algún tipo de reacción. Si bien, ya sabía esto por Magus tenía que fingir que no sabía nada.

-¿Mi madre?

- Vamos Rose, ¿Te sorprende que hayan tenido una relación? ¿De que conoce tu madre a Philip, y por qué tiene la suficiente confianza con él como para dejarte aquí por nueve meses?

Tragué el nudo que se formó en mi garganta.

- Bueno - siguió hablando - quizás la mejor opción era que esto te lo diga mi hermano, pero ya ves.

- Quizás - musite suavemente. Mi mirada evitaba la de la mujer y se concentraba en los vestidos.

- De todos modos Rose, nada me afirma que estos vestidos sean de tu madre. Es más, con el tiempo me di cuenta de que muy probablemente los haya comprado Philip para satisfacer a sus antiguas mujeres.. - tomó un vestido que estaba en una percha - este es mi favorito.

Era un hermoso vestido negro, bastante escotado y con transparencias que podrían dejar al descubierto más de lo que se debería. - Estoy esperando a que mi hermano haga una fiesta elegante para entrar y robarlo.

- Es hermoso - dije.

- Ajá - alzó sus cejas - y eso que no me lo has visto puesto ¿Quieres?

-¿Tú..?

- Claro que sí, no creas que nos iremos de aquí sin probarnos muchos vestidos. En especial tú.

- No se si es prudente Damaris, si alguien se llegara a enterar.

- Será mi responsabilidad, no la tuya, así que ven. ¿Te gusta el color verde?

Suspiré abatida, como si pudiera discutir con ella. Me mostró una serie de vestidos que eran de mi talla, todos eran muy costosos e increíbles pero hubo uno que en particular, me gustó y fue una obligación que entre en mi cuerpo.

- Tan solo mírate Rose, luces increíble. Definitivamente este Louis Vuitton será tuyo.

No era una persona que, particularmente, usé y compre vestidos. Pero esto era sorprendente, me gustaba y mucho y como mujer con poco autoestima- me hacía ver muy bien.

- Es..

- Complementario con este hermoso collar - interrumpió Damaris y pasó un collar que parecía de diamantes por mi cuello. - Estás lista para ir a una gala conmigo, ¿Serás mi acompañante algún día?

- Claro que sí, me encantaría.

Damaris se miró al espejo también y amoldó su figura - Cuando organice algo serás mi invitada, lo prometo.

Asentí y me tomo solo un momento pensar en que quería preguntarle algo.

- Ammm, no sé que tan directa suene esta pregunta, ¿Que relación tenías con mi madre?

Ella quien se estaba colocando unos aretes, me miró desde el retrovisor del espejo.

- ¿Con tu madre?

Asentí ansiosa.

- Bueno, en nuestros tiempos la veía mucho por acá, era una mujer seria y muy recta. Era advertido que era una persona a la que no se la podía mirar a los ojos.

-¿Por qué? - no era la primera vez que me decían eso, Magus fue el primero.

- No porque tenga algo malo, pero una vez mi hermano la comparo con un basilisco.

No entendí la metáfora, tampoco quise preguntarla.

- Pero Philip la amaba, y entre nosotras dos, creo que la sigue amando, y más que antes.

Diamantes con sangreDonde viven las historias. Descúbrelo ahora