Revolvi sin mucho entusiasmo el pollo combinado con las verduras grilladas, no era mi día entusiasta, y seguía con unas inmensas ganas de tomarme el primer vuelo y volver a mi casa.
- ¿No te gustan las verduras? Puedo pedir otra cosa para que acompañes el pollo, sin compromiso Rose. - preguntó con un tono algo preocupado ante mi silencio condenante.
- No, en realidad están deliciosas. Solo que no tengo hambre.
Observé con atención su reacción, tomó la servilleta y se limpió el borde de su boca.
- A juzgar que yo tampoco tengo apetito, te pido que me acompañes a un lugar.
Se levantó y supe que era momento de repetir su acción.
- Levanten esto - sentenció a las dos mujeres quien con un leve asentimiento, empezaron a juntar la mesada en silencio. - Vamos Rose.
Lo seguí, me pareció raro que no haya buscado al chófer, pero solo siguió caminando.
- Espero que estés en condicion física para subir cien escalones, iremos a la parte más alta de la mansión y nunca tuve intención de poner un ascensor.
Ah, aquí vamos..
❖ ◦ ❁ ◦ ❖
- Aquí estamos, tan solo mira.
Estaba intentando recuperar el aliento, pero lo volví a perder cuando ví la preciosa imagen frente nuestro: Gran parte de Atenas se veía desde ahí, lo que indicaba que estábamos a una altura más alta de lo que me imaginaba.
- Es...
- Hermoso.
Nos quedamos en silencio, contemplando cada detalle, por muy pequeño que sea.
- Debes saber lo que significa tener todo esto en tus manos - murmuré.
- ¿Por qué lo crees?
Arqueé una ceja sin quitar mis ojos de un punto fijo - Es sencillo de verlo.
- Sabes más de lo que deberías.
-¿Vas a matarme? - mi tono sonó irónico, casi entregado a la situación.
- Tranquila, lo hubiese hecho desde un principio.
- Debería volver a mi casa - me apoyé sobre la baranda - Agradezco tu hospitalidad y todo eso, pero este ya no es mi lugar.
- Creo todo lo contrario, digo que deberías quedarte un tiempo más aquí.
- Me engañaste a mi y a mi madre. No eres una buena persona.
Soltó una carcajada que me heló cada hueso - ¿Necesitas que te dibuje el tipo de persona que es tu madre?
Apreté los dientes intentando contener mi ira - no te atrevas a decir nada malo de ella.
Además, no entiendo por qué me necesitas acá.- No se si realmente me importa lo que hagas o a dónde vayas - sacó de su bolsillo trasero un cigarro que fue a parar diectamema a su boca - eres mayorcita, ¿No crees? Pero lo hago porque se lo debo a tu madre.
- ¿Que le debes? - soltó la primera pitada.
- Favores, al igual que ella me debe a mi. Y es parte por eso que también estás aquí.
Ya estaba extremadamente confundida, cada pregunta que hacía era algo más que en definitiva no quería hacer.
- Por que..
Sonrió - Porque nadie se atreverá a tocarte un pelo mientras estés aquí.
-¿Insinuas que en mi casa si? yo jamás tuve un problema..
- Si tanto te gusta investigar - me acarició la mejilla dejando un recorrido amargo en ella - investiga cuántas personas que estén vivas se atrevieron a meterse con alguien de mi entorno. Te dejo para que puedas disfrutar del paisaje, y estoy seguro que necesitas estar sola para pensar.
Empezó a bajar las escaleras, ni me inmuté mientras escuchaba sus pasos bajar cada escalón. La intriga me estaba matando, y por primera vez, no me sentí completamente a salvo.
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Diamantes con sangre
RomanceGrecia puede ser uno de los lugares mas hermosos del mundo, el que cualquier persona desearía visitar. Rose cumple uno de sus sueños cuando su madre la deja a cargo de un viejo amigo, Philip Konstantin, poseedor de una gran fortuna que lo convierte...