❈ Capítulo 5 ❈

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-¿Cómo estás cariño, la estás pasando bien? Mira - en la pantalla apareció mi pequeño gato Kafka -No tienes idea lo que te extraña.

La distancia nos obligaba a vernos con mi mamá, solamente tres veces por semana. Pues ella tenía un trabajo muy arduo en la oficina.

- Yo también te extraño pequeño, dale muchas latas de atún por mi.

- Lo haré - el gatito negro salió corriendo fuera de imagen.

-¿Cómo te está tratando Philip? ¿Te gusta el lugar?

- Bien, demasiado bien. Hasta tengo un guardaespaldas, ya sabes, este lugar puede ser hermosamente raro.

- Oh, nena, eso no es raro en él. Es un hombre muy poderoso en Grecia.

Rodé los ojos - si, ya voy viendo.

Un ruido me distrajo de la laptop y me hizo sobresaltar. Nuevamente solo pensé en lo de la otra vez.

Miré sospechosamente el lugar - mamá.. debo dejarte.

-¿Todo bien? - preguntó preocupada.

- Si, debo ir a cenar solamente.

- Pero si son las...

- Adiós, te quiero.

Cerré mi laptop y me levanté de la cama, talón punta, talón punta, talón punta.

Abrí la puerta de golpe, me volví a encontrar con el rubio, con Magnus, pero no estaba solo. Estaba con el chico moreno con el que siempre estaba Ander.

-¿Qué hacen de vuelta aquí?

Los dos se miraron frenéticamente.

El moreno se levantó - en mi defensa es la primera vez que estoy aquí.

- Son unos maniáticos ¿Lo saben? Me siento espiada y no es justo. Si Philip y Callum se llegaran a enterar - frunci los labios - porque se los voy a decir.

Iba a irme pero el moreno me agarró de los brazos.

- No, tranquila princesa. Voy a presentarme, aunque seguramente me hayas visto ya, soy Klaus. Él es mi amigo Magus - El rubio sonrió con timidez. - si nos dejas te daremos una explicación sobre esto.

Me crucé de brazos y los miré expectante.

- Antes de que esta sea tu habitación, era nuestro refugio. Ahora tú estás aquí y nosotros encontramos el refugio en tu guardarropas - lo señaló - oh vamos princesa, es enorme. No te molestamos.

- Pss Klaus - murmuró Magus - creo que no la estás convenciendo, la estás asustando.

Reprimi una sonrisa con todas mis fuerzas.

- Bien, si buscan un refugio metanse en los baños, no lo sé, hay como trescientos baños en esta mansión.

Klaus me miró como si fuera una ofensa - ¿Que pensarán las personas si dos chicos salimos de un baño?

Solté una carcajada -¿Y que creen que pienso yo de ver a dos chicos metidos en el ARMARIO?

- Touché.

- Magus, cállate - sentenció Klaus.

- Es que tiene razón, olvídalo.

- En fin, le pediré a Philip que les consiga un lugar. Al fin y al cabo tiene cierta confianza conmigo.

- No, ni se te ocurra princesa.

- ¿Qué hacen acá?

Los tres miramos hacia la puerta de mi habitación, que estaba entreabierta -ahora totalmente abierta- Ander nos miraba.

- El que faltaba, ¿Quiere alguien más aparecer en mi habitación? - me senté en la cama resignada.

Ander me ignoró y se dirigió a los dos.

-Pregunté que qué hacen acá.

- Sabes que hacemos acá idiota - murmuró con los labios apretados Klaus. Cosa que me hizo sospechar.

- Aquí hay algo que no me dicen.

- Nadie pidió que opines, solo cállate - Dijo Ander, me sonó mal y me levanté para enfrentarlo.

- Verás, esta es mi habitación y por lo tanto me importa lo que hablen.

-¿Tú habitación? - nuestros rostros estaban tan cercas que ambos sentíamos la respiración del otro - no hace ni siquiera una semana que estas aquí. No te sientas importante porque ni a Philip le importa lo que hagas.

Me mordi los labios con impotencia y lo apunte con el dedo índice.

- Sal de mi cuarto, y me encargaré que ninguno entre así como si nada. NINGUNO - incluí a Klaus y a Magus que parecían ajenos a la situación.

Ander formuló una media sonrisa.

- Ve a decirle al imbécil de Philip, acusanos como en la escuela. Verás por dónde se va a pasar tu queja, no tiene opción.

¿Pero quien era este hijo de puta? ¿Se creía que tenía una posición mayor a la de Philip?

- Andando, tenemos cosas que hacer y lo saben.

Los tres se retiraron sin decir nada, dejándome con una bronca inexplicable.

❖ ◦ ❁ ◦ ❖

Eran las ocho de la noche, estaba sentada leyendo un libro y ya no volví a saber nada de los tres "mosqueteros".

- Señorita Onisse - Callum salió del guardarropas que anteriormente habitaron Klaus y Magus -¿Está segura que escuchó ruidos aquí?

- Si claro, si no no te hubiese echo venir.

-  Está bien - contestó no muy seguro - me quedaré un rato en este lugar para que se sienta segura a la hora de dormir.

- Muchas gracias Callum.

No me culpen por usarlo de Peón, no iba a decirle nada a Philip y me quería asegurar de que estos no se aparezcan mientras me estaba poniendo el pijama.

Y aún así, todo estaba mal en este lugar. Algo olía mal.




Diamantes con sangreDonde viven las historias. Descúbrelo ahora