Narrador omnisciente.
Rose llevaba horas, días desaparecida y todos sabían quién era el que la tenía. Konstantin estaba como loco, y todos tenían la culpa, todos le habían fallado.
- ¿Que quiere a cambio? - le preguntó Damaris, intentando calmar a su hermano.
- Obviamente las acciones de mi tierra, es un hijo de puta.
- Pues entregaselas, creí que tenías claro que ese sujeto estaba loco.
- Olvídalo, no lo haré.
-¿Entonces quieres recuperar a Rose, o no?
Él se pasó las manos por su rostro, frustrado - Si, pero no así. Si lo hago él gana.
- Pero si le hace algo a ella, tú pierdes. No razonas, Phil, pareces un niño.
- Lo dice la que vive ebria con seis esposos distintos al mes, solo cierra la boca, ni si quiera sé por qué estás aquí.
Se acercó a él y lo miró fijamente - Porque necesitas ayuda y en lo que me concierne, estás solo. ¿Por qué no está ninguno de tus hombres aquí?
- Porque los suspendí, un jefe debe pensar en frío cuando las cosas salen mal.
Damaris soltó una carcajada que sonó irónica - Damas y caballeros, con ustedes... ¡El jefe de los idiotas!
- No voy a escucharte más Damaris, vete por dónde viniste. Lo que me falta es tú siendo irónica como siempre.
Philip se levantó, y subió las escaleras para volver a su despacho.
- Espera.
-¿Ahora qué?
-¿Vas a llamarla?
Philip supo de inmediato a qué se refería su hermana,y solo asintió.
- Es su hija, ¿Cómo pretendes que le oculte algo como eso?
- Pero, también podria ser la tuya.
Frenó de golpe en la mitad de los escalones, era cierto que desde que Rose estaba con él era su único pensamiento.
- La llamaré y le diré todo, con lujo de detalle, ocultarselo ya sería sobrepasar los límites Damaris, y lo sabes.
La pelinegra levantó las manos resignada - como desees, todo está en tus manos Phil, eres lo que deseas. Siempre lo fuiste, mamá y papá te lo decían, el abuelo Kennedy te lo decía.
*
-¿Que ella QUÉ? - Gritó la mujer desde el otro lado de la línea.
- Fue un error, mis hombres fueron drogados por los de él, yo.. Adele estoy muy apenado por la situación.
- Voy a ayudar en lo que sea, ¿Bien? Voy a salvar a mi hija, y te recomiendo que reces para que ella esté bien. Porque Lewis y tú caerán en el mismo acantilado por accidente.
- Es mi culpa - murmuró, nadie hubiese creído si escuchaba la conversación y viera como el hombre más poderoso de Grecia estaba abatido.
- Es la culpa de él, lo sabes. Siempre lo fue, lastima que el maldito no sepa que tiene secuestrada a mi hija.
- La tiene en Liverpool...
- ¿Sigue conservando su mansión, ahí? - murmuró Adele - será fácil encontrarla.
- Haremos un operativo, desde Grecia. ¿Vienes?
- Deja que consiga un boleto que me deje lo antes posible en Atenas..
- Bien, escríbeme cuando lo obtengas, y... Adele...
-¿Qué?
- Perdóname, te amo.
Un silencio angustiante se produjo en la otra línea.
- Yo también te amo Philip, pero hoy me fallaste con el único diamante que tenías que proteger.
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Diamantes con sangre
Любовные романыGrecia puede ser uno de los lugares mas hermosos del mundo, el que cualquier persona desearía visitar. Rose cumple uno de sus sueños cuando su madre la deja a cargo de un viejo amigo, Philip Konstantin, poseedor de una gran fortuna que lo convierte...