❈ Capítulo 13❈

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- Te metiste en un lío del que solo tú puedes salir,tú y nadie más. Ya sabes la solución.

-Nadie me dice que mierda tengo que hacer con mi vida, ¿entiendes Friedman? no le puedo negar nada, por mas que me cueste ella sigue siendo...

Cualquiera diría que me gusta escuchar las conversaciones ajenas, pero solo iba pasando por un vaso de agua y Philip parecía discutir muy acaloradamente con otro hombre desconocido para mí. 

- Y si él los encontrara..

En el momento que hicieron silencio temí que hayan descubierto que estuve escuchando su conversación por los últimos cinco minutos, me aparté con rapidez y efectivamente: Philip apareció en mi campo de visión con un gesto sospechoso.

-¿Que haces?

-Vine por agua.

Alzó las cejas - ¿Y el agua?

Yo podía llegar a ser muy estúpida si me lo proponía, bajé la mirada ya rendida, no tenía con qué defenderme.

-Intento ser lo más amigable que puedo contigo Rose, te lo demostré desde el primer dia que entraste a mi casa, mi trato hacia ti fue cordial, pero te juro que si haces algo más que me saque de mis casillas, contratare el vuelo más caro hacia tu ciudad, voy a comprar todos los pasajes así me aseguro que estés sola para no volveré a verte. ¿Comprendes?

- No entiendo, estas no son las vacaciones que mi mamá me prometió mientras armabamos las maletas.

- ¿Vacaciones?

- Ya me parecía raro.. si tan solo - lo miré severamente - Si algo le llega a estar sucediendo a mi madre y tú la estás cubriendo...

- Deja de decir idioteces, ¿si? tu madre está bien, solo te trajo hasta aquí para que dejes de ser una niña rara adicta a la ciudad. Ahora estaba conversando con un cliente, ¿Puedo seguir en paz?

Fingí que no me había enojado más con su comentario y solo asentí - Está bien.

- Gracias, te veo en la cena.

Lo vi hasta que desapareció cerrando la puerta de golpe. Fruncí los labios, sé que algo estaba sucediendo, pero si seguía intentando adivinarlo por mi cuenta estaba claro que nunca lo iba a descubrir.

❖ ◦ ❁ ◦ ❖

Llegué hasta el parque, donde me encontré con una silueta de cabellos rubios muy conocida para mi.

-¿Por qué siempre que te encuentro estás mirando pensativo hacia algún punto fijo?

Magus se volteó, medio sobresaltado, aunque al verme me regaló una media sonrisa - Rose, tal vez porque me guste mucho pensar.

Me apoyé contra la baranda a su lado y miré el cielo que mostraba un hermoso atardecer - ¿Y en qué piensas?

- En todo, no soy muy partidario en decir que se puede pensar en algo concreto. Solo dejo que mi cabeza junte pensamientos, deberías intentarlo.

No lo creo, Magus, no lo creo.

- ¿Puedo preguntarte algo?

- ¿Estás en problemas? - preguntó preocupado a lo que yo sonreí 

- No, solo es algo que me ronda hace algún tiempo..

Me sentía horrible por mentirle así.

-Oh claro, solo dime.

- Mi madre, ya sabes, Adele Onisse ¿Es bastante nombrada por aquí?

Miró hacia adelante y se relamió los labios.

-No hace mucho que estoy viviendo aquí, tal vez eso debas preguntarselo a alguien como Ander, o tal vez Klaus.

Reí internamente, si claro.

- Pero... recuerdo una vez que vino de visitas, se quedó un par de día, ya sabes. Nunca la vi en persona, pero eso lo recuerdo por la advertencia que nos dio Philip: Ni siquiera mirarla a los ojos. Está claro que fue una exageración, Ander si la vió y hasta habló con ella.

- ¿No mirarla a los ojos? que exagerado.

No sé qué me sorprendía más, si la advertencia de Philip o el hecho de que mi madre conociera a Ander.

- Si, es algo exagerado, pero estamos acostumbrados porque es el principio de Philip Konstantin: No meterse con las mujeres del jefe.

Sentí un vuelco y las palpitaciones de mi corazon aumentar a 180 latidos por minuto. ¿Las mujeres del jefe y mi madre en una sola oración?



Diamantes con sangreDonde viven las historias. Descúbrelo ahora