❈ Capítulo 14❈

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Ander Dimou

Esa niña tonta, inservible, que solo sabe ridiculizarse. Y por alguna razón que prefiero desconocer no sale de mi cabeza después de lo que pasó en el medio del bosque.

-¿Estás en el planeta Tierra? - Preguntó Klaus - tenemos que arreglar todo, Konstantin confía en nosotros.

-¿Y que crees imbécil? Es lo que estuve haciendo durante la última semana, a veces pienso que este imperio se mantiene en pie por una cantidad contada de personas; yo soy una de ellas.

- Siempre tan humilde, Andy - musitó en broma.

- Es ridículo - vimos llegar a Magus corriendo, negué con desaprobación - Este chico va a ser nuestra perdición. Si no lo es ya.

- Disculpen - respiró cansado - ¿Ya empezó la reunión? ¿Se sabe algo de los ingleses?

- Estábamos esperandote - dijo Klaus y le revolvió el cabello - ¿En dónde estabas?

- Oh, solo me encontré con la chica invitada, Rose. Me habló sobre su madre, que loco, creo que no sabía sobre la relación que mantenía con el señor Konstatin.

Abrí los ojos a más no poder, por un momento creí que iba a salir humo por mis orejas.

-¿Y tú se lo dijiste hijo de puta?

Lo agarré del cuello.

- Pen-nse que...

- Y una mierda Magus, no podemos hablar de nada. Ella es una extraña para nosotros, se llega a enterar Konstantin de esto y sabes de quién será la culpa?

- Mia... - contestó inocentemente, intentando liberarse de mis manos sobre su cuello.

- No, usa tu cerebro, ¡Será mía! Se supone que yo los estoy controlando. ¿Entienden? Todo el peso va a recaer sobre mi.

- Suéltame Ander.

Lo solté de golpe y me froté la cara con cansancio.

- ¿Qué harás al respecto? - preguntó Klaus, quien había estado observando todo.

- No creo que diga nada, a lo mejor ya se lo esperaba - se atrevió a decir Magus.

- Voy a hacer lo posible para que eso no suceda.

Magus me detuvo - Yo.. ¿Tiene algo que ver Rose con la mafia inglesa con la que estamos en guerra?

Hice una pausa.

- ¿Crees que te diré eso? ¿Para que vayas a contárselo? Ni en sueños. Encárgate de lo tuyo, ve con Klaus a organizar el viaje. Salimos por una semana a Rusia.

- Está bien, lo siento.

No conteste nada y vi como se alejaron, no me gustaba ser tan duro con él, al fin y al cabo está aprendiendo, pero prefería ser el "malo" a dejar que lo maten.

Después de todo ahora tenía cosas más importantes que arreglar.

❖ ◦ ❁ ◦ ❖

Entré a la habitación de la tonta, no había nadie en su cama, el velador estaba prendido y había un libro abierto por la mitad. Leí el título: "Risa en la oscuridad" de Vladimir Nabokov. Nerd.
Sonreí internamente ante mis pensamientos, el ruido de la ducha me interrumpió.

Me acerque sigilosamente, la puerta estaba a medio abrir y ahí estaba ella: sacándose sus últimas prendas, con una sensualidad que me estaba matando.

No mires Ander, vuelve más tarde.

Pero mis ojos amaban la tortura, y me permiti pensar ¿Que era lo que me atraía de esta chica? Veía cientos de mujeres alrededor de esta mansión, mujeres que se dedicaban exclusivamente a las relaciones sexuales, que eran sumamente atractivas. Y sin embargo tenía que pensar en ella, quien era la intocable de Konstantin, la mujer más prohibida del lugar.

Porque yo era perfectamente capaz de tener relaciones con Eva, pero suspiraba por Lilith.*

Mientras intentaba dejarme llevar por la excitación, Rose no se había ni siquiera inmutado ante mi presencia, ya se había metido a la ducha. Tenía unas ganas incontrolables de meterme con ella, besarla, poseerla, ser duro con ella. Su presencia no me daba ternura, ni amor, ni ninguna de esas estupideces..

Pero yo tenía que hablar con la niña, ahora, y no me iría de aquí sin hacerlo. Aunque no esté precisamente en condiciones de hablar.

Diamantes con sangreDonde viven las historias. Descúbrelo ahora