Capítulo 55: Despedida I

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Un suspiro y un portazo. Metí la llave en la cerradura y la cerré por última vez. Puse la mano en el pomo para ver si estaba bien cerrada. Me giré hacia las chicas, que me estaban esperando detrás mía.

-¿Lo lleváis todo? -pregunté.

Ambas asintieron. Danna, que me había estado sosteniendo la bolsa mientras yo cerraba, me la dió. Saqué el asa extensible de mi maleta, y comprobé que las ruedas rodaban. Suena a estupidez, pero estaba tan melancólica que no encontré nada mejor que hacer antes de irme. Me colgué la bolsa al hombro, y miramos la cabaña.

-Voy a hechar de menos esto... -dijo Cristina.

-Tú piensa que tu colchón es más cómodo que este -le dije a Cris para sacar alguna que otra sonrisa.

-¡Pero si el mío está más duro que una piedra! -replicó Danna.

Solté una pequeña risita, pero se me fue al recordar que nos teníamos que ir...

-¿Preparadas? -dijo Cristina, que vió que nos quedamos muy serias.

-Supongo... -dije.

Nos dimos media vuelta, y comenzamos a caminar hacia la Barbacana, que es donde tendríamos que entregar las llaves. Por el camino nos encontramos a Dylan y a Anthony. Fuimos casi todo el tiempo callados.

Llegamos a la puerta de la Barbacana. Allí se encontraban todos los monitores, marcando unas zonas para dejar las maletas.

Jai se encontraba sentado en una de las mesas de afuera, con una caja delante y una lista, pidiendo las llaves. Nos unimos a la cola para entregarlas.

-¡Mirad quienes están aquí! -dijo Jai cuando era nuestro turno- ¡Si son mis niños!

-No se ven con muy buenos humores -dijo Irene.

-Razón no te falta -dije- Este fin de fiesta se nos está haciendo muy cuesta arriba...

- Si vivís en la misma ciudad, y algunos vais hasta al mismo instituto.

-No es porque no nos volvamos a ver, Irene -respondió Danna- Es por todo lo que ha ocurrido aquí. Todo esto es demasiado bueno para decirle adiós.

-Vosotros lo decís porque os habéis echado pareja durante el verano -replicó burlón Anthony.

-Te podrías haber liado, yo que sé, con Cris -le dijo Dylan riéndose.

A la aludida se le pusieron los ojos como los platos de la cubertería china de mi abuela. Estallamos a carcajadas por la ocurrencia de Dylan.

-No me mal interpretes Anthony, no quiero ofender, pero nunca me liaría contigo -dijo Cristina- Te veo más como un hermano que como un ligue...

-No te preocupes -le contestó Anthony- Que yo tampoco me liaría contigo.

Cristina apretó la mandíbula. Me estaba muriendo de la risa por dentro.

-¿Qué pasa? -rió Anthony- ¿Pensabas que me moría por ti o qué?

-No, no, nada de eso -dijo Cristina haciéndose la desentendida.

Empezamos a reírnos los demás.

-Bueno, dejemos los problemas para luego, ahora necesito recolectar todas las llaves -dijo Jai- Cabaña 23: Danna, Vanessa y Cristina.

Nos acercamos a la caja que tenía Jai sobre la mesa, y fuimos depositando en ella las llaves. Hecharía mucho de menos el sonidito de las llaves en la cinturrilla de mis leggins.

Cuando Dylan y Anthony entregaron las llaves, nos apartamos a un lado.

-Oye Jai -le dije. Estaba apuntando la cabaña de Ally y su amiga.

Summer love Memories [Wattys 2015]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora