Capítulo 56: Despedida II

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El bus se adentró por las liosas calles de mi ciudad. Unos niños no paraban de preguntar cuánto quedaba (al estilo del asno de Shrek, nunca mejor dicho). Jai, algo desesperado, les contestó que un cuarto de hora aproximadamente. No volví a ver el coche de Josh en todo el trayecto. Habría cogido otro camino o nos adelantaría demasiado. Jai se levantó de su asiento y se colocó entre las dos primeras filas de asientos.

-Bien campistas -dijo por el micrófono del bus- Ya estamos al llegar. Queremos daros unas cosas de recuerdo, ya que cuando lleguemos, todo será demasiado caos.

Como el bus no iba muy rápido, algunos de los monitores se pusieron en pie y comenzaron a repartir algunas cosas. Se las repartieron a todas las personas del bus, excepto a lo que estábamos en la última fila, es decir, a mis amigos y a mí.

Nos miramos extrañados. Todos los monitores tomaron asiento, menos Jai. Éste fue caminando hasta el final del bus, que era donde estábamos nosotros.

-Quiero ser yo la persona que os de estos detalles -dijo.

Nos fue dando a cada uno una camiseta amarilla con el logo del campamento, un disco con todas las fotos que nos habíamos hecho, una mochilita con una libreta y un boli.

-Muchas gracias, Jai -le dije cuando me los dió.

Jai nos terminó de dar los regalitos del campamento.

-Jai -le llamó Irene- Creo que se te olvida algo.

Sonrió, y cogió una carpetita que tenía sobre su asiento. La abrió, y sacó de ella unos folios.

-Dylan, por tu espontaneidad y diversión, te otorgo el diploma del payasete del campamento -el mencionado se levantó y se dirigió hacia Jai, para tomar su premio. Lo levantó en alto con orgullo y todos aplaudieron. Se sentó- Danna, por tu estilo y creatividad, te otorgo el diploma de la estilista del campamento -Danna imitó a su novio, y recogió el premio.

Jai fue entregando diplomas a todos mis compañeros, hasta que solo quedaba yo.

-Y por último, pero no menos importante, una persona que ha aportado mucho a este campamento, que a participado en todo, y que a colaborado en todo lo que a podido -dijo Jai- Vanessa, por tu compañerismo y simpatía, te otorgo el diploma de la monitora voluntaria más buena persona, irónica, fiestera e -ya solo le falta decir alcohólica...- impecable de todo el lugar.

Todos estallaron a aplausos y sentí como mis mejillas se enrojecían. Me levanté, y fui hacia Jai. Me entregó el diploma y me dió un abrazo.

-Él quería ser el que te lo entregase -me susurró al oído.

Me separé y sonreí.

-¡Vanessa! ¡Vanessa! ¡Vanessa! -empezó a gritar Jai mientras movía los brazos como en una reverencia.

Los demás le siguieron el rollo, y mi nombre estaba por todo el bus. Joder, que mal me lo hacía pasar Jai. Debería estar más roja...

Me fui a mi sitio, y me senté. Según el conductor, que esta vez fue el que le respondió a los niños asnos, quedaban pocos minutos. Me dediqué esos minutos a ojear las firmas de todos los monitores que habían firmado el diploma y a hablar con mis amigos sobre nuestros logros.


(...)


Llegamos. El conductor aparcó el bus en una plaza que tenían reservada en un extremo de la calle. Siguiendo las ordenes de desalojo de Jai, el bus se fue vaciando. Mientras los de delante se iban bajando poco a poco, me asomé por la ventanilla, por la que se veían decenas de padres esperando a sus hijos.

Summer love Memories [Wattys 2015]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora