Capítulo 9: Vane, suéltalo que lo ahogas

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VANESSA

Nos tiramos veinte minutos esperando a Josh frente La Barbacana. A lo mejor tardó tanto porque estaba leyendo mi nota. Como presentí que fue por eso, no le salté con ningún comentario cuando llegó. Por eso, y porque Jai estaba allí.

Estábamos en una plataforma de madera, rodeados de remos y chalecos salvavidas. Josh empezó a hablar:

-Como el campamento va a durar todo el verano –no me lo recuerdes-, no tendremos prisa por aprender a hacer esto. Por lo pronto, aprenderemos todo sobre la seguridad y los remos. Dentro de la seguridad entra el chaleco salvavidas -se agachó y cogió uno del suelo-. Este pequeño, es súper importante llevarlo, sobre todo en zonas muy profundas. ¿Lo explicas tú o yo? –le preguntó a Jai.

-Sorpréndeme -le contestó Jai con una sonrisa.

-Está bien... ¿A alguien le apetece ayudarme? -dijo Josh.

Levanté la mano. No me di cuenta de que lo había hecho. Digamos que fue un movimiento involuntario.

-Genial, Vanessa -dijo con tono simpático. También querría quedar bien delante de Jai. No lo culpaba-. Ven aquí.

Me puse junto a él, y comencé a explicarles a los chicos, junto con la ayuda de Josh, como se utilizaban, como ponérselos, etc. Se me debería dar bien, porque todos no paraban de atender. Al finalizar la explicación Josh y yo nos miramos y sonreímos.

-Muy bien explicado, chicos -nos felicitó Jai-. ¿Tenéis alguna pregunta?

-¡Yo! -exclamó un chico de nueve años-. Exactamente, ¿qué evita el chaleco salvavidas?

-Pues... -comenzó Josh.

Se me pasó una idea un poco traviesa por la cabeza. Total, ¿qué iba a perder?

-Evita esto -dije y empujé a Josh al lago. Sí, con ropa y todo.

Todos empezaron a reírse, incluido Jai. No tardé mucho en unirme a ellos. Josh sacó la cabeza del agua.

-Oh, vaya, no me lo esperaba de ti, Vanessa -dijo sarcástico.

-Vamos, no mientas, que te he cogido por sorpresa -dije con las manos en la cintura, demasiado cerca del borde.

Se acercó nadando hacia el borde de la plataforma.

-Podrías, aunque sea, ayudarme a salir- dijo con una mano sobre ella y tendiéndome la otra.

-Por Dios, Josh, no soy tan estúpida para caer en tu trampa. Me cogerás y me tirarás. Tengo experiencia -dije con insuficiencia.

-Te juro que no lo haré.

Miré a Jai, para ver qué cara tenía, pensando en que me podría ayudar a confiar en él. No me ayudó en absoluto, ya que él torció la cabeza.

-Está bien... -acabé cediendo.

Le tendí una mano, y empujé de él para que pudiese entrar mejor en la plataforma. Se subió y, he de admitir que estaba muy sexy... La camiseta, al estar mojada, se le había pegado al cuerpo, marcando sus abdominales... y... ese pelo mojado... ¿¡Pero en qué diantres estabas pensando, Vanessa?! No pude evitarlo.

Cuando ya estaba de pie, me giré para irme con mis amigos, pero me agarró por el antebrazo (¿por qué siempre lo haría?) y me giró hacia él.

-¿A dónde crees que vas, nena?

Me tomó por la cintura muy fuerte y me lanzó, junto a él, al lago.

Bajo agua me abracé a su cuello para evitar hundirme más. Cuando llegamos a la superficie, mi primer movimiento fue hundirlo más abajo, cosa en la que fallé, ya que, estando él bajo agua, me agarró de las rodillas y me tiró hacia atrás, haciéndome dar una voltereta.

Los dos salimos a la vez del agua y me agarré a lo primero que pillé. Su cuello. Otra vez. El dobló su rodilla para que me sentara en ella. Pasaba el tiempo y seguíamos igual: yo sobre su rodilla, mirándonos y dando la sensación que el espacio entre nosotros se reducía. Había algo en mi interior que se estaba despertando. Sentía como si quisiéramos convertirnos en una única masa de piel. Nuestras narices estaban cruzadas... Pero hubo algo que nos hizo reaccionar. Todos los chicos saltaron al lago levantando mucha agua. Josh y yo nos miramos y empezamos reírnos. Fue bastante divertido. Miramos hacia la plataforma y allí estaba; Jai nos estaba dedicando una sonrisa. Él habría sido al que se le ocurrió la idea.

Cristina se nos acercó y dijo:

-Vane, suéltalo que lo ahogas. Os habéis cogido gusto y todo en un ratito.

No me había dado cuenta que seguíamos igual que antes.

-Tranquila, que no me molesta -dijo sonriendo Josh.

-¿Qué insinúas, eh? -le dije riéndome.

-Ale tortolitos, todo el mundo fuera -dijo Jai desde el borde de la plataforma.

Josh y yo nos salimos y empujamos a Jai. Eso por lo que había montado. Josh y yo saltamos y nos empezamos a reír.

-Cómo os quiero -dijo Jai mientras nos hundía.

Llegó la hora de salirse para ir a secarnos y a comer. Me lo había pasado muy bien y, si todos los días iban a ser así, me iba a encantar ese sitio.

Me fui con los chicos hacia la Barbacana, mientras que Josh tuvo que ir a no sé qué sitio. Al despedirse de mí, acercó su boca a mi oído.

-Espero verte esta noche en el otro embarcadero que hay aquí. Tranquila, hay carteles -me guiñó el ojo y me sonrió.

-Allí estaré -yo también le guiñé un ojo.

Volvió a sonreír y, oh Dios. Vale, sí, aquel día debería estar con todas la hormonas revolucionadas.

-Adiós preciosa -dijo.

-Lo último sobra -rodé los ojos.

-Pues, entonces, adiós fea.

-¿No me digas que tú también me vas a hacer bulling? -dije riéndome.

Rió conmigo.

-Adiós, anda.

-Adiós.

Summer love Memories [Wattys 2015]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora