Capítulo 14: ¡Maldito!

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VANESSA

Nada más terminar de desayunar, nos fuimos cada uno a su cabaña, ya que al parecer, más tarde iríamos a la piscina. El caso, que nos mandaron a nuestras cabañas a ponernos ropa de baño. Me puse un biquini negro, con algún que otro detalle en dorado. Amaba el negro.

Al cabo de un rato, mientras esperábamos a Danna, me sonó el móvil. Era mi madre. Llevaba dos días sin hablar con ella. Lo cogí.

-¿Si? -pregunté.

-Hola, cariño -dijo.

-Hola, mamá.

-¿Qué tal el campamento? -me preguntó.

-Eh... bien, supongo.

-¿Has hecho amigos?

-Sí, unos muy buenos -respondí.

No me había dado cuenta de que Cris estaba al lado mía, cotilleando la conversación. En el momento en el que dije eso, puso una cara moña.

-Me alegro, y... ¿te dan bien de comer allí? -me iba a sacar de quicio, pero por una vez que hablábamos...

-Sí, mamá, tranquila.

-Y... el chico con el que te tropezaste cuando ibas hacia el autobús, ¿está allí?

Ya empezábamos...

-¿Perdona? ¿Me espiaste? -estaba sorprendida.

-Soy tu madre, ¡claro qué te observé llegar hasta allí!

Claro, me "observó".

-Increíble -susurré.

-¿Está o no? -insistió.

-Sí.

-¿Cómo se llama?

Si sois adolescentes y tenéis madres, me comprenderéis.

-¿Cómo que como se llama? -dije algo salidita de tono.

-Pues eso... ¿que como se llama?

-Josh.

-Era muy mono -pude notar una sonrisa tras el teléfono.

-¡Mamá!

-¿Qué tiene de malo que lo diga, hija?

En ese momento llamaron a la puerta. Danna seguía en el baño, sabrá Dios haciendo el qué, y Cristina estaba preparando la bolsa para la piscina, así que tuve que abrir yo.

-Un momento, mamá -le pedí.

Abrí la puerta.

Oh, venga ya, ¡El mundo me odiaba o qué! ¿Qué diantres hice en mi otra vida para merecer esto? No podía ser otro que Josh. Mierda. Tapé el micrófono del móvil para que mi madre no se enterase.

-¿Qué quieres? -le pregunté a Josh.

-Vengo a explicaros como se va a la piscina.

¿Y ahora que se suponía que tenía que hacer?

-¿No puedes pasarte por otra cabaña, y luego vienes a esta, Josh?

Y cuando menos me lo esperé... Sí. No tapé el micrófono... ¡Le di al altavoz!

-¿Vanessa, quién es ese Josh? -dijo mi madre- ¡Ah, ya recuerdo! ¡El chico mono con el que tropezaste!

¿Por qué me tenía que pasar esto a mí? ¿Por qué? ¡Exijo explicaciones!

Josh se empezó a reír disimuladamente. Y, de buenas a primeras, me quitó el móvil.

-¿Hola? ¿Señora Jones? -dijo.

-Esa soy yo -dijo mi madre, con una sonrisa seguramente.

-Mire... no sé cómo decirlo, pero... su hija...

-¿Mi hija, qué? -preguntó mi madre, ya más con tono de preocupación que de diversión.

-Se ha liado conmigo -y Josh empezó a reírse.

Será hijo de su madre. Corriendo le quité el móvil, le pegué una buena torta en el brazo y lo eché de la cabaña.

-¡Maldito! ¡Vete! ¡Fuera!

Cerré la puerta de un portazo. Desde la ventana, que estaba abierta, gritó:

-¡Vanessa! ¡No ocultes lo nuestro! ¡Ya es inútil!

Siguió riéndose. Corrí la cortina de un tirón. Éste no llegaba ni a la víspera de los 19.

-¿Vanessa? ¿Eso qué ha sido? ¿Es cierto? ¿Tienes novio? -dijo mi madre sobresaltada.

-Mamá... ¡no! Solo es un idiota.

-¿Era el chico mono?

-Que sí, mamá, lo era -dije cansada de tanto Josh en la conversación-. Pero nada más sobre el tema. Te tengo que dejar. Dale besitos a papá de mi parte. Os quiero.

Y colgué sin dejarla despedirse.

Oh Josh, mi querido Josh, vas a ver lo que es bueno.

Summer love Memories [Wattys 2015]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora