VANESSA
Nada más terminar de desayunar, nos fuimos cada uno a su cabaña, ya que al parecer, más tarde iríamos a la piscina. El caso, que nos mandaron a nuestras cabañas a ponernos ropa de baño. Me puse un biquini negro, con algún que otro detalle en dorado. Amaba el negro.
Al cabo de un rato, mientras esperábamos a Danna, me sonó el móvil. Era mi madre. Llevaba dos días sin hablar con ella. Lo cogí.
-¿Si? -pregunté.
-Hola, cariño -dijo.
-Hola, mamá.
-¿Qué tal el campamento? -me preguntó.
-Eh... bien, supongo.
-¿Has hecho amigos?
-Sí, unos muy buenos -respondí.
No me había dado cuenta de que Cris estaba al lado mía, cotilleando la conversación. En el momento en el que dije eso, puso una cara moña.
-Me alegro, y... ¿te dan bien de comer allí? -me iba a sacar de quicio, pero por una vez que hablábamos...
-Sí, mamá, tranquila.
-Y... el chico con el que te tropezaste cuando ibas hacia el autobús, ¿está allí?
Ya empezábamos...
-¿Perdona? ¿Me espiaste? -estaba sorprendida.
-Soy tu madre, ¡claro qué te observé llegar hasta allí!
Claro, me "observó".
-Increíble -susurré.
-¿Está o no? -insistió.
-Sí.
-¿Cómo se llama?
Si sois adolescentes y tenéis madres, me comprenderéis.
-¿Cómo que como se llama? -dije algo salidita de tono.
-Pues eso... ¿que como se llama?
-Josh.
-Era muy mono -pude notar una sonrisa tras el teléfono.
-¡Mamá!
-¿Qué tiene de malo que lo diga, hija?
En ese momento llamaron a la puerta. Danna seguía en el baño, sabrá Dios haciendo el qué, y Cristina estaba preparando la bolsa para la piscina, así que tuve que abrir yo.
-Un momento, mamá -le pedí.
Abrí la puerta.
Oh, venga ya, ¡El mundo me odiaba o qué! ¿Qué diantres hice en mi otra vida para merecer esto? No podía ser otro que Josh. Mierda. Tapé el micrófono del móvil para que mi madre no se enterase.
-¿Qué quieres? -le pregunté a Josh.
-Vengo a explicaros como se va a la piscina.
¿Y ahora que se suponía que tenía que hacer?
-¿No puedes pasarte por otra cabaña, y luego vienes a esta, Josh?
Y cuando menos me lo esperé... Sí. No tapé el micrófono... ¡Le di al altavoz!
-¿Vanessa, quién es ese Josh? -dijo mi madre- ¡Ah, ya recuerdo! ¡El chico mono con el que tropezaste!
¿Por qué me tenía que pasar esto a mí? ¿Por qué? ¡Exijo explicaciones!
Josh se empezó a reír disimuladamente. Y, de buenas a primeras, me quitó el móvil.
-¿Hola? ¿Señora Jones? -dijo.
-Esa soy yo -dijo mi madre, con una sonrisa seguramente.
-Mire... no sé cómo decirlo, pero... su hija...
-¿Mi hija, qué? -preguntó mi madre, ya más con tono de preocupación que de diversión.
-Se ha liado conmigo -y Josh empezó a reírse.
Será hijo de su madre. Corriendo le quité el móvil, le pegué una buena torta en el brazo y lo eché de la cabaña.
-¡Maldito! ¡Vete! ¡Fuera!
Cerré la puerta de un portazo. Desde la ventana, que estaba abierta, gritó:
-¡Vanessa! ¡No ocultes lo nuestro! ¡Ya es inútil!
Siguió riéndose. Corrí la cortina de un tirón. Éste no llegaba ni a la víspera de los 19.
-¿Vanessa? ¿Eso qué ha sido? ¿Es cierto? ¿Tienes novio? -dijo mi madre sobresaltada.
-Mamá... ¡no! Solo es un idiota.
-¿Era el chico mono?
-Que sí, mamá, lo era -dije cansada de tanto Josh en la conversación-. Pero nada más sobre el tema. Te tengo que dejar. Dale besitos a papá de mi parte. Os quiero.
Y colgué sin dejarla despedirse.
Oh Josh, mi querido Josh, vas a ver lo que es bueno.
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Summer love Memories [Wattys 2015]
Teen Fiction© Todos los derechos reservados. Portada por: @starthatshine Se podría decir que yo no vine por gusto propio, que vine obligada por mis padres... Me imaginaba lo peor... Pero... ¿cómo pudieron cambiar eso unos chicos? Casi todos eran mis amigos, ex...