VANESSA
Llegamos a la zona de piscina. Había una piscina enorme, que tenía una parte más profunda que la otra. Todo el suelo estaba lleno de césped, y había algunos árboles que daban algo de sombra. A la derecha, había una barra en la que, depende de la hora, podías beber y picar algo. A la izquierda, estaba "La Suite". Era un conjunto de sillones, parecidos a los que hay fuera de la Barbacana, de color blanco y con esparto. También había algunas hamacas.
Todos los chicos estaban colocando sus toallas muy juntas. Dos chicos, uno sin camiseta y otro son ella puesta, estaban ayudándolos. Uno de ellos era PJ y el otro... Josh. Las pocas esperanzas que había recibido con la charla de Jai se esfumaron. No podía verlo allí. Recordaba lo que casi consigue. La verdad es que, a una chica normal, o a una con dieciséis loca, no le hubiera molestado tanto como a mí. Al contrario, le hubiera gustado que un chico guapo las fastidiara, por así decirlo. Pero yo en ese campamento estaba para olvidar a Spencer (mi ex). Si fui obligada por mi madre, y ella se enteraba de lo de Josh "tan pronto"... Porque sí, no tenía ganas de aguantarla... Era muy pesada... ¡Y no quería que se saliera con la suya! O al menos... tan pronto.
Jai se fue con Josh. No tenía por qué desconfiar de él. Era su amiga, él mismo me lo había dicho. Empecé a sacar las cosas de mi bolsa.
Cuando terminaron de hablar... ¡Josh se dirigió hacia mí! Tenía que estar preparada para cualquier cosa que me digiera.
-¿Te ayudo? -me dijo, con una sonrisa. Yo a este no lo entiendo, de verdad...
-¿Con que ahora estás en plan cortés? -le espeté-. No necesito ayuda, gracias.
-Mira, sé que antes me comporté como un niño pequeño, pero déjame ayudarte -insistió.
-¿Es que estás sordo? No te necesito -dije fría. Quería evitar todo el contacto con él... Me había vuelto otra vez contra él.
-Ya me he disculpado, ¿qué más quieres?
-Perdona, pero admitirlo, no es disculparse.
-¿Y qué quieres que haga?
-Nada, Josh, nada... -dije cansada de escucharlo.
Me di la vuelta, y me acerqué a las chicas.
-¿Qué ha pasado? -me preguntó Danna.
-Nada -le dije.
Me quité la camiseta, para empezar a echarme la protección solar. No me dio tiempo ni echarme una simple gota, cuando vi que Josh estaba encima de una mesa, sin camiseta, y mandándonos a callar.
-Muy bien chicos -dijo-. Antes de hablar de la piscina, voy a hablar de otra cosa. Hoy os voy a dar un consejo a los más pequeños, sobre todo si sois chicos. Nunca molestéis a alguien que os importe, porque los efectos secundarios nunca suelen ser buenos. Vanessa, lo siento -¿oí bien?-. Soy imbécil, idiota, y todas las cosas que seguro se te habrán pasado por la cabeza -no queráis saber lo que he llegado a pensar de él...-. Pero no puedo soportar no hablar contigo, chincharte, y decirte que me peines el pelo... -¿Por qué eres tan mono, dulce y cariñoso?-. Quiero que esta amistad funcione, pero para ello, necesito tu consentimiento -lo miraba fijamente, sin decir nada-. ¿Y bien...?
No sabía que contestarle. Se había subido a una mesa por mí. Puede que fuera muy todo, pero eso no quitaba que pudiese darle una oportunidad. Se la merecía.
-Qué remedio, ¿no? -frunció el ceño. No sabía por dónde iban los tiros-. Te perdono, tonto.
Todos aplaudieron. Se bajó de un salto de la mesa, y se acercó a mí. Iba sonriendo. Yo le devolví la sonrisa.
-Eres un idiota -le dije, aún sonriendo.
-Lo sé -afirmó, también sonriendo.
Un impulso interior me dijo que le demostrase que lo quería. Así que lo abracé. Los músculos de su espalda estaban tensos por la sorpresa, pero se le relajaron, correspondiéndome el abrazo.
Nos separamos. Estaba un poco cortada por la situación. Él lo notaría, ya que me sonrió.
-¿Amigos entonces? -me dijo.
-Hoy estoy haciendo demasiados amigos pero, ¿qué voy a perder?
Jai hizo sonar su silbato.
-Chicos, ¿no tenéis calor? -dijo.
Josh me cogió de la mano y tiró de mí hasta llegar al borde de la piscina. Una vez allí, me puso una mano bajo las rodillas, y otra en la espalda. Me cogió en peso y me tiró a la piscina. Salí a la superficie. Él estaba sonriendo desde fuera.
-Apuesto a que, al menos ella no tiene -gritó-. ¡Todo el mundo al agua!
Él fue el primero en saltar, y después lo siguió el resto.
Me cogió por la cintura, y me acercó más a él. Mis mejillas ardían.
-¿Todavía tienes calor? -dijo burlón, tras poner una mano en mi cara.
-Qué gracioso -dije irónica.
Cogí y lo sumergí.
-El pelo celeste mojado te queda de maravilla -le dije cuando salió.
-¿No te importa que esté despeinado?
Me reí.
-Con el cloro de la piscina se te irá pronto el color, tranquilo -dije.
-Al final me va a gustar y todo el pelo azul.
Jai se nos acercó nadando, y le guiñó un ojo a Josh.
-Vaya dos... -dijo.
-¿Tienes envidia? -le dijo Josh travieso.
-¿Envidia de qué, pitufo? -le saltó éste.
No pude evitar reírme.
-Esa ha sido buena, Jai -le dije.
Le choqué la mano.
-Ahora quien se sorprende soy yo -dijo Josh.
-Para que veas lo majo que soy -se pavoneó Jai.
Se notaba que eran muy buenos amigos, pese a la edad. Ahora, llegaron los míos.
-Qué te dije, que ésta se ligaba a Josh y a Jai al mismo tiempo -le dijo Cris a Danna. Le di un puñetazo de broma en el brazo.
Todos rieron.
-Sois todos unos hijos de vuestras madres -les solté.
Aún seguía muy pegada a Josh, el que me cedió su rodilla para que me sentara. Tenía un brazo pasado por su cuello.
-Cállate, Vane. Deberías mojarte un poco la cabeza, que con tanto sol, te va a dar una insolación -y me metió bajo agua.
-¿A caso bajo agua estoy más guapa, para que te lleves todo el rato metiéndome bajo ella? -le dije al salir.
Se rió.
-Guapa estás siempre, pequeñaja.
-¿Y esos piropos? -dijo Anthony elevando las cejas.
-Es mi amiga -se excusó Josh.
-¿Me has dicho pequeñaja? -le dije en tono infantil-. Medir 1.69 no es ser enana, para tu información.
-Compáralo con mi 1.78 -me dijo burlón.
-Compáralo con mi 1.87 -intervino Jai.
Me reí.
Me lo estaba pasando genial. Al cabo de un rato hablando, Jai dijo que ya era hora de salirse, que dentro de poco tocaba comer la barbacoa.
-¿Barbacoa? -dijimos todos.
Eso fue lo único que hizo que todos saliéramos.
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Summer love Memories [Wattys 2015]
Teen Fiction© Todos los derechos reservados. Portada por: @starthatshine Se podría decir que yo no vine por gusto propio, que vine obligada por mis padres... Me imaginaba lo peor... Pero... ¿cómo pudieron cambiar eso unos chicos? Casi todos eran mis amigos, ex...