Capítulo 36: De juego en juego, y tiro porque me toca

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VANESSA

Por el camino, Josh se empeñó en llevarme a mi cabaña para que descansase, pero lo acabé convenciendo de que me apetecía pasar algún tiempo con mis amigos.

Cuando Josh les pidió que se fueran de la Barbacana, se volvieron a ir a los recreativos, con que fuimos hasta allí.

-¿Cómo sabías lo que estaba ocurriendo? -le pregunté a Josh de camino hacia allí

-Me fui a buscarte cuando Cristina me dijo que habías vuelto a la Barbacana -me contestó- Escuché algunas voces subiditas de tono y me asomé. 

-¿Y los demás y Jai? 

-Jai no sé, pero los demás al parecer me siguieron -dijo

Asentí. Estaba, literalmente, que me subía por las paredes. A saber lo que estaría diciendo esa malvada de Mia en esos momentos. Le caigo bien a Jai, pero lo que no sé es cuál es su grado de amistad con ella. ¿La creerá? Ni idea, esperemos que no.

Llegamos a los recreativos. Todos estaban sentados en los sofás que había blancos de esparto. Al vernos llegar, se levantaron y se dirigieron hacia mí. Me abrazaban y me preguntaban que cómo estaba.

-Esa chica se va a enterar lo que es capaz de hacer esta muchachita bajita -dijo Cristina con tono amenazador

-Por favor -les pedí- No quiero que le recordéis más el tema. Dejarlo todo como está, y ya me iré encargando de pararle los pies.

-¡¡Vanessa!! -exclamó Danna- ¡¡Se ha pasado!! No lo vamos a dejarlo pasar, ¡claro que no!

-Chicas -dijo Josh serio. Movió la cabeza hacia un lado, como cuando te piden que pares ya- Ya  nos encargaremos el equipo directivo del campamento a evitar estos encuentros.

-Está bien -dijo Cristina- Pero si te vuelve a ocurrir algo, no dudes en contárnoslo.

Asentí y la abracé. Al abrazo de unió Danna. Luego, al mismo tiempo, Dylan y Anthony. Estábamos los cinco fundidos en un enorme abrazo. Josh estaba a un par de metros, con los brazos cruzados. Nos abrimos, y moví mi mano, diciéndole que se acercase. Sonrió, y se acercó. Ahora sí, era un buen abrazo. 

Intenté aguantarme las lágrimas. No lo logré. Me empezaron a chorrear gotas y gotas de agua salada por las mejillas. Qué desperdicio... Estaba demasiado emocionada por el apoyo que estaba recibiendo que, si no hubiera ido a ese campamento y conocido a esos geniales amigos, nunca habría recibido. Intentaba parecer que no estaba llorando, ya que odio que me vean hacerlo.

Josh me miró, mientras seguíamos estrujándonos los unos a los otros. Sonrió, lo hizo con dulzura.

Nos separamos, y nos sentamos en los sofás. Nos pusimos hablar, eso sí, sin sacar el tema de lo que había ocurrido antes. Josh se levantó y puso algo de música de fondo.

Cuando se volvió para donde estábamos sentados, se paró frente a mí.

-¿Te echas un ping-pong? -me dijo. Llevaba un par de palas en una mano, y en la otra, una pelotita.

Me levanté de un salto, le cogí una de las palas y comencé a girarla en mi mano

-Te aviso que soy bastante buena -le dije burlona

-No va a ser problema, soy muy muy bueno -dijo acercándose un poco más a mí- ¿Qué dices? ¿Te apuntas?

Lo imité, y me acerqué un poco más a él.

-Pensaba que no te costaría tanto pillar que mi respuesta es si -le dije carcajeándome

Nos fuimos a una de las mesas. Los demás estaban divagando por todos los recreativos. Dylan se estaba cachondeando de Danna. Anthony estaba con Cristina, jugando a los dardos. 

Summer love Memories [Wattys 2015]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora