Capítulo 3: ¡Por el mejor verano de nuestras vidas!

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Cuando entré en el autobús no sabía con quién sentarme, ya que no conocía a nadie. Fui hasta el fondo del todo, donde había un grupo de chicos. Le pregunté a una chica de mi edad si me podía sentar junto a ella. Ésta, respondió:

-Claro -apartó la bolsa que tenía en el asiento junto al suyo-. Me llamo Cristina y estos son Dylan, Anthony y Danna -los chicos iban levantando la mano a modo de saludo cuando eran nombrados-. ¿Y tú eres...?

-Vanessa, encantada.

-Vaya, menos mal que nos has contestado bien, porque hemos visto tu reacción cuando el tío ese te preguntaba tu nombre -dijo entre risas. Éstas se convirtieron en carcajadas, y no pude evitar reírme yo también.

-No le gustará dar datos a tíos con planta de secuestradores -dijo, todavía riéndose, Dylan. Era alto, con el pelo marrón oscuro y ojos color miel.

-Pues a mí me daría igual darle los datos a ese chaval -opinó Danna-. Os recuerdo que está bueno y que nos viene bien de edad, no como Jai -suspiró exageradamente-. Qué malgasto de tío bueno...

-Dios mío... -dije suspirando-. ¿Te gusta ese feto de Josh? Si es un arrogante.

-Una cosa es que sea un idiota, y otra muy distinta es que sea un feto. Está muy bueno, admítelo -replicó Danna-. Tú al menos has tenido la oportunidad de hablar con él.

-No ha sido un gusto por mi parte.

-¡Por dios, chicas! -interrumpió Cristina-. Hay más temas en la vida aparte de tíos buenos; aunque he de admitir que Jai esta completito... -sonreímos todas como unas tontas al ver que Jai nos observaba.

-Genial, aquí viene la otra babeando... -dijo Anthony.

-¿Os conocíais de antes? -pregunté por cambiar el tema.

-No, nos acabamos de conocer -dijo Dylan.

-Ey, ¿y si jugamos a decir la razón por la que estamos aquí? Porque seguro que aquí no estamos por gusto propio... -dijo Cristina.

-Empiezo yo -saltó Danna-. Podría decirse que eso del campo y yo no nos llevamos bien... Mis padres quieren que disfrute de mi juventud y esas tonterías.

Todos dijeron sus razones: unos que si se llevaban todo el día con la consola, y otros que tenían que conocer gente nueva.

-¿Y tú, Vanessa? -me dijo Cristina.

-Según mis padres necesito apoyo emocional -contesté como si nada.

-¿Qué te ocurre? -dijo Anthony.

-Chicos.

-Claro, como no -dijo Danna.

-¿Qué insinúas con eso? -replicó Dylan.

Todos nos empezamos a reír.

-Esto me da que vamos a llevarnos bien en esta mierda de viaje -dijo Cristina-. ¡Por el mejor verano de nuestras vidas!

-¡Por el mejor verano de nuestras vidas! -dijimos todos alzando los puños.

Tanto hablar había hecho que no me diera cuenta del paso del tiempo, ni de la distancia recorrida. Mientras los demás seguían hablando me giré y vi que Josh me estaba mirando fijamente. Nuestras miradas se cruzaron y no pude evitar seguir mirándolo. Él comenzó a sonreír levemente y yo no podía más; este chico quería matarme. Fingí que alguien del grupo me llamaba y me giré. A los pocos segundos me volví y vi que seguía mirándome. Esta vez Jai también nos estaba mirando, preguntándose que qué hacíamos. Para mi suerte, Jai lo llamó (notaría mi incomodidad) y pude respirar tranquila.

-Espero que gracias a mis nuevos amigos pueda desviar un poco la vista de ese chico -pensé.


Summer love Memories [Wattys 2015]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora