Capítulo 17: ¿Te sirvo?

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VANESSA

Todos nos salimos de la piscina, y nos dirigimos a las toallas. Me di cuenta de que, como no dejé que Josh me ayudara, no la tenía puesta. Cogí mi bolsa, saqué la toalla, y la desdoblé. Cuando iba a empezar a extenderla en el césped, oí una voz a mis espaldas.

-¿Y ahora? ¿Quieres que te ayude? -dijo una voz masculina inconfundible.

Sonreí a mis adentros y me giré. Allí estaba, sin camiseta, con el pelo mojado, con pequeños toques de azul y alborotado. Estaba guapísimo. Tenía una leve sonrisa dibujada en la cara. Tal vez Jai tenía razón. Tal vez no quisiera admitirlo. Tal vez me gustaba.

-Si tanto insistes -le contesté.

Cogió uno de los extremos de la toalla y me ayudó a ponerla, perfectamente estirada, en el césped. Cogí mi bolsa y mis chanclas, ya que estaba descalza, y las coloqué junto a ella.

-¿Vamos hacia la barra para tomar algo de beber? -me preguntó.

-Espera un momento -le dije.

Abrí mi bolsa, cogí mis gafas de sol (negras, cómo no) y me las puse.

-Ahora, sí -le dije.

Fuimos a la barra, y cogimos un par de refrescos. Luego nos fuimos hacia La Suite, donde se encontraban los demás. Jai estaba ayudando a las cocineras con el tema de la comida. Nos sentamos en uno de los sillones y comenzamos a hablar durante un rato. Al cabo del tiempo, Jai se nos acercó:

-Chicos, ¿me ayudáis a servirle la comida a los más pequeños?

Todos asentimos. Nos acercamos a la parrilla y cogimos los platos de plástico. Los chicos iban pasando, y nos decían lo que querían: algunos querían hamburguesas, otros salchichas...

Pasó el tiempo, y todos los grupos ya habían comido, excepto nosotros.

-¿Qué hora es? -preguntó Dylan.

-Las cuatro -contestó Josh, mirando el reloj del móvil.

-Tengo una idea -sugirió Jai.

Jai se salió de la zona en la que estaba la parrilla, y se acercó a las toallas, donde estaban los chicos y sus respectivos monitores.

-Atención chicos -dijo-. Os rogaría, Mia, PJ y Amanda, que os salieseis con vuestros campistas de la zona de piscina, ya que vamos a limpiarla un poco. Podéis ir a la Barbacana y a vuestras cabañas.

Así hicieron. Todos los chicos se salieron, quedándonos únicamente en la zona de piscina Dylan, Anthony, Danna, Cristina, Josh, Jai y yo. Jai se nos volvió a acercar, y dijo:

-Quien reparte se lleva la mejor parte, además, así estaremos más tranquilos.

Todos nos miramos y sonreímos. Pusimos algo de música, con unos altavoces que había, y Jai empezó a hacer las cosas a la parrilla. Cada uno empezó a servirse.

Josh, que estaba delante de mí, cuando se sirvió me dijo:

-¿Te apetece que te sirva yo?

-Mmm, que tentador -le dije, sonriendo.

-Eso es el hambre -dijo Jai desde atrás.

Josh me cogió un plato de plástico, me sirvió, y me acompañó donde íbamos a comer: sentados en el césped que había cerca del borde de la piscina.

Le di un mordisco a mi hamburguesa.

-Jai, te has lucido, está en su punto -le dije, sonriendo.

-Eso es porque te lo he servido yo, y ha sucedido un milagro -dijo Josh.

Jai le pegó un puñetazo en el hombro.

-Te recuerdo que, cuando tú eras un campista, no dejabas nada en el plato de mis barbacoas -le replicó.

-¿Y qué querías? ¿Que me tirase todo el verano sin comer?

Vaya dos... Se les notaba la amistad a leguas.

Seguimos comiendo, conversando animadamente, y tatareando todas las canciones que sonaban.

-No me cabe nada más -dijo Anthony, sobándose la barriga.

-Nos van a hacer falta muchas clases de piragüismo para perder todo lo comido hasta ahora -dijo Danna.

Tiramos todos los platos y vasos a la basura, y nos tumbamos las toallas.

-En realidad, este verano está siendo una especie de vacaciones menos lujosas, pero divertidas -dijo Cris.

-Tú lo dices porque no estás trabajando -dijo Josh.

-Sí vamos, tú estás haciendo una cosa loca -le dije burlona.

-¿Quieres acabar en el agua otra vez o qué? -me amenazó, pero con diversión.

-No serías capaz -le dije-. Tengo que hacer la digestión.

-La digestión todavía no te ha empezado -dijo Jai-, con que él tiene todo el derecho para tirarte al agua.

-Ni se te ocurra, Josh -le dije.

Josh se levantó de su toalla, y me encogí, pensando que iría a por mí, pero no estaba en lo cierto. Cogió carrerilla, y antes de tirarse al agua, gritó a todo pulmón:

-¡Por el mejor verano de nuestras vidas!

Eso fue lo que los chicos y yo gritamos en el bus. Lo más seguro es que se enterase.

A eso de que Josh se tirase, Jai fue detrás, gritando lo mismo. Luego Anthony, y tras éste, Dylan. Solo quedábamos fuera Cris, Danna y yo.

-¡No pensamos mojarnos! ¡Queremos ponernos morenas de piel! -les gritó Danna.

-¿Ah, sí? -dijo Josh desde el agua.

-¡Sí! -gritamos al unísono.

Los chicos se miraron, con sonrisas pícaras. Josh, Dylan y Anthony se salieron y vinieron corriendo a por nosotras. Dylan cogió a Danna, Anthony a Cris, y Josh hizo el intento de cogerme. Por suerte reaccioné pronto, entonces cuando se me acercó me levanté corriendo. Me estaba persiguiendo. Yo seguía corriendo por todo el recinto de la piscina y Josh seguía detrás. ¡No se cansaba!

Me alcanzó y me tomó por la muñeca.

-Tú no te me escapas, nena -me dijo.

Me intenté soltar. En el intento, me tropecé con uno de los aspersores que regaban el césped. Él me intentó coger, pero no lo consiguió y se cayó... y yo encima suya. Su pecho estaba mojado, y me estaba mojando junto a él. Estábamos tan cerca... Compartíamos el aliento. Nuestras miradas estaban cruzadas. Estaba soñando despierta. Entonces caí en la cuenta de que lo que estaba haciendo era huir de él. Me deslicé a un lado, y me levanté. Empecé a correr otra vez.

-Con que yo no me escapaba ¿eh? -le dije.

Empezó otra vez a correr detrás de mí.

-¡¡Jai, voy a necesitar refuerzos!! ¡¡Se me resiste!! -gritó.

Jai se salió corriendo y empezó también a correr. Al cabo de unos segundos ya me habían acorralado. Josh me cogió por las piernas, y Jai por los brazos. Me acercaron al borde.

-¿Lista para mojarte? -me refregó Josh.

Y me tiraron. Cuando salí a la superficie, estaban los dos chocándose las palmas de las manos.

-Seréis cabrones -les grité.

Se tiraron.

-¿Qué nos has llamado, pequeñaja? -dijo Josh, acercándose a mí desafiante.

-Lo que has escuchado, pitufo -le solté.

-Sabes que no te puedes mosquear conmigo -dijo.

-Cómo lo sabes -le contesté sonriendo.

Summer love Memories [Wattys 2015]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora