Capítulo 7 ✝ Competencia ✝

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Semanas después:

-Por favor, deja que vaya. No me acercaré a ninguno de ustedes. Yo... Solo quiero salir al exterior. No quiero ser un inconveniente para nadie.

Hacía un tiempo, L reveló su identidad a Light Yagami en la charla de graduación que dieron como los mejores puntuados de su grado y ese día, optando por una táctica agresiva, había invitado a su principal sospechoso a jugar tennis.

L dudó ante la petición de la chica. Parte de él quería mantenerla alejada de la investigación, por el temor a que se perdiera en su contenido. Y era cierto que, después de salir del manicomio, no le había permitido abandonar el edificio ni una sola vez. Pero llevarla con él... Aún sí iban en vehículos distintos, y sin cruzarse la palabra, sería acercarla a Kira.

____ y Kira en un mismo instituto... Aún sí la chica no parecía tan peligrosa como en su infancia, sabía que era una contendiente de temer. Sin embargo, ¿Era suficiente? ¿Confiar en ella contra un poder sobrenatural cuando solo podía valerse de su ingenio? Suspiró. Si algo nunca había hecho era subestimarla. Y no comenzaría en esos momentos.

-Está bien.

-¡¿Lo dices en serio?!

-No pretendo ser la clase de hombre que mantiene a una mujer recluida.

L rebuscó en uno de los bolsillos de su pantalón hasta sacar un puñado de billetes arrugados de 10,000 yenes, que entregó a la desconcertada chica.

-Cinco minutos después de que me vaya, pide un taxi hasta el instituto. Recuerdas la dirección ¿No? Y tienes que prometer no acercarte.

-¡Por supuesto!

Watari, que esperaba a L en la entrada con resignación, se aclaró la garganta. El detective caminó en su dirección, pero se detuvo en seco al sentir la mano de ___ cerrándose en torno a su muñeca para impedirle alejarse.

-Antes de que te vayas, solo... solo quería decirte que respecto a lo que pasó el día en que firmamos el acta... Estaba muy nerviosa. No me aparté porque lo odiara. Me aparté porque no entendía lo que estaba pasando. Nunca nadie me había be-besado. Temblaba porque temía hacer algo mal y supongo que, lo hice.- bajo la mirada para no seguir expuesta al intenso escrutinio del pelinegro. -En realidad me hizo muy feliz. Había pasado todo el día confundida y... Eso me hizo feliz.

-___.

-Esto también me hace feliz. Gracias por dejarme salir. Yo...- en un impulsó, se acercó al detective y le plantó un fugaz beso en la mejilla. -E-Esto... Gracias. Solo eso.

Ryuzaki, con las pálidas mejillas embadurnadas de rubor, parecía completamente desconcertado.

-Cuando regrese, tenemos que hablar.- dijo, luciendo arrepentido por tener que marcharse justo en esos momentos. -Hace mucho que debimos hablar.

-¿Ah? Bien ¡Bien! Lo esperaré con ansias.

-Sí. Entonces, umm, tal vez te vea en el instituto. Espero dar un buen espectáculo, después de todo, apuesto que hace mucho que no asistes a ningún partido.

🍥🍡🍧🍬

Mientras veía a L esforzarse al máximo por ganar aquel partido de Tennis, un pensamiento preocupante surgió de la nada en la mente de ____.

Él era su esposo.

Se le aceleró el corazón solo de pensarlo. Camuflada en medio de la multitud, escuchando a las chicas a su alrededor suspirar y pelearse por su favorito entre el misterioso Hideki Ryuuga y el brillante Light Yagami, le costó ocultar una sonrisa. Ninguna de ellas llegaría a conocer al detective tanto como ella lo conocía, ninguna pasó por tantas cosas con él desde su más tierna infancia.

Alzó el rostro al cielo, disfrutando del viento y los suaves rayos del sol, sintiéndose invadida por una felicidad que nunca antes había experimentado.

Luego, por algún motivo pensó en Misora Naomi y su prometido muerto, Raye. Pensó que, si estuviera en su lugar y asesinaran a L, no sé detendría hasta que el mundo entero sufriera con ella. ¿Y quién deseaba más matar a L que Light Yagami? Su semblante se ensombreció. Ella sabía que no se equivocaba en sus suposiciones. Que Ryuzaki y ella sospecharan de la misma persona siguiendo pistas distintas no podía ser una coincidencia. Eran las mentes más brillantes del mundo.

Se le escapó el aliento cuando Yagami anotó un tanto. Se levantó de su banca, olvidándose de las precauciones y comenzó a gritar en apoyo al detective junto a un reducido grupo de chicas. Si L la escuchó o no, nunca lo supo. Lo único que pudo saber fue que, en un sorpresivo cambio de eventos, el pelinegro fue quien anotó el punto final. Ganando la competencia.

🍬🍧🍡🍥

Narra ____:

Creí que nada podría arruinar mi felicidad de aquella tarde. Aún si no se me permitía acercarme a L mientras interrogaba a Light, tenía libertad por moverme por los alrededores del instituto y eso hice. Me sorprendía lo cotidiano que era todo. Los chicos pedían salir a las chicas, los profesores andaban por los pabellones llevando sus maletines atestados de libros, los pájaros trinando en las copas de los árboles...

Apostaba a qué, aún si me acercara a alguno de ellos y les contará la historia de mi vida, no me creerían. Estando ahí, era como si mi estancia en el manicomio fuera solo un mal sueño, y el orfanato Wammy's un recuerdo vago. Incluso mis padres muertos parecían un invento de mi mente para añadir dramatismo a mi carácter.

¿Y acaso alguno de esos estudiantes se imaginaba que cerca de aquí, en una cafetería, dos enemigos mortales se enfrentaban en una batalla de ingenios para decidir el destino del mundo? No, seguro pensarían que yo estaba loca.

Acababa de comprar una limonada en una de las fuentes de bebidas del instituto cuando el celular que me dieron comenzó a vibrar en mi bolsillo. Descolgué y escuché la temblorosa voz de Matsuda al otro lado de la línea.

-____-san, debes de volver al cuartel. L ya lo sabe, está en el hospital con Light. El jefe Soichiro ha sufrido un infarto.

-¿Está muerto?

-No, no, parece ser que solo ha trabajado demasiado.

-Entiendo. Iré de inmediato.- dije y colgué.

Mi corazón se estrujó dentro de mi pecho. Al parecer, esa charla que tendría después con L tendría que esperar.

¡Bang! ¡Bang! You're deadDonde viven las historias. Descúbrelo ahora