Especial No.6

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______ se adentró a la sala común en donde el resto de los presos del manicomio eran reunidos cada tarde.

Unos cuantos ojos (los más cuerdos) se dirigieron a ella y al maníaco de turno al que se había conseguido de perro faldero. B.B. Una copia casi exacta del amigo que había tenido alguna vez. En tiempos más felices. Identico a excepción de las quemaduras que le cubrían parte del rostro.

Los guardias se limitaron a desviar la vista de la pareja, apenados. Era una lastima que una chica tan bonita estuviese loca, y que se codeara con tales personas, pero ¿qué podía hacerse? Había nacido con una mala estrella. Y en cuanto a el pelinegro... de él al menos podía decirse que hacía todo lo que ella le ordenaba.

-Beyond...-

-¿Ocurre algo, _____-san?-

-Recuerdas...- se detuvo para clavar la mirada en un tipejo ninfómano que se tocaba mientras la observaba a la distancia. -¿Recuerdas la vez que ese imbécil de Humprey me miró de una forma "graciosa"?- le dirigió a su acompañante una falsa sonrisa, que indicaba todo menos diversión.

El muchacho lo recordaba. Recordaba a la perfección como aquel Humprey había expirado su último aliento en medio de sus manos... Y la azotaina que le siguió cuando las autoridades se enteraron de su muerte.

-Pues Zack acaba de mirarme de una forma parecida.- murmuró la chica.

-¿Es que... quieres que le maté?- preguntó el maníaco, abriendo de  par en par sus ojos rojos.

- No voy a decirte lo que tienes que hacer... tan sólo se me ocurrió mencionarlo...- la jovencita apretó la mandíbula y siguió caminando.

Había hecho una pregunta estúpida, se reprendió B.B. Por supuesto que tenía que matar a Zack. Por que si le permitía mirar a su chica, pronto no solo querría mirarla. Y si se atrevía a tocarla...

Tembló.

Si alguien le hacía daño a D, no se detendría hasta que el mundo estuviese hecho pedazos.

B.B la siguió pensando en todo esto con preocupación, no quería ver a su _____ molesta con él. No lo soportaría. Se había vuelto demasiado dependiente de ella... A pesar de que sabía que sólo estaba siendo utilizado. De qué sólo era un reemplazo de L, una vez más. Una bañista para disimular un feo raspón.

Se encogió de hombros y se obligó a apartar dichos pensamientos de su cabeza. ¿Y qué si era sólo un reemplazo? Sería el mejor reemplazo que alguien pudiese pedir... Y así... Tal vez... _____ terminaría queriendole por quien en realidad era.

-Deja de seguirme.- declaró de pronto la protagonista de sus pensamientos, deteniendose en seco. -Quiero estar un rato a solas.-

B.B empalideció más de lo que era humanamente posible. ¡Oh Dios! ¿Y si ______ ya no lo quería más a su lado? ¿Tanto la había molestado? ¡Si era así se arrancaría a si mismo los ojos! ¡Era menos de lo que merecía!

- Pero... Pero...-

______ se giró el tiempo justo para analizarle. Escrutarle. De la forma en que hacía con la comida podrida que servían en el comedor cada mañana.

Se sintió más pequeño que nunca y tuvo que contener las ganas de tirarse al suelo a rogarle por su perdón.

Asintió y se sentó lo más apartado posible de ella para no molestarle de  nuevo.

Se mordió el pulgar de la forma en que le había aprendido al mismísimo L.

De la forma en que sabía hacía que _____ se ablandara en su trato.

Tendría que acabar con Zack pronto, pensó lúgubre, así podría volver a ser la mascota de Craven para el día de mañana.

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-¡¿Cómo que se la han llevado?!- estalló al día siguiente, con lágrimas surcandole las amoratadas mejillas, y los cortes en las manos, producto del asesinato de la noche anterior.

-Han venido por ella en la madrugada. Un par de agentes de la policía. No han querido darnos más datos.-

Beyond Birthday había dejado de escuchar al guardia y corría como un ebrio salido de una cantina hacía el cuarto de la joven.

Encontró la puerta abierta, y una pequeña pastilla gris sobre una notita escrita, evidentemente, con prisa. Aunque por lo que decía su mensaje, era como si _____ hubiese sabido lo que pasaría desde hacía años.

"Sabía que se la llevarían... Sabía que iba a dejarme sólo..."

El pelinegro se arrodilló en medio del cuarto vacío y húmedo. Y tomó el trocito de papel en una mano, conforme sostenía entre el dedo índice y pulgar de la otra, la pastilla.

-Lamento haberme comportado como una perra. No imaginaba cuando sería. Para compensarlo, te dejó esto. Es medicina. La fabriqué yo misma, robando ingredientes de  la enfermería cada que nos examinaban. Evitará que sea Kira quien acabe contigo y no será doloroso. Te reunirá con ellos.-

El corazón del asesino de Los Ángeles se estrujó por primera vez desde que su compañero de cuarto se  había suicidado. Y tragó la pastilla en medio del más ameno de los sentimientos que hubiese experimentado en toda su estadía en el manicomio.

Cuando los  guardias lo encontraron en el cuarto de su amiga, dormido para siempre con esa inmensa sonrisa en el rostro, se cuestionaron, una vez más, cuando era que el mundo había comenzado a volverse tan loco.

Nota: este cap lo dejé casi igual pq no me termina de convencer, pero igual espero lo disfruten.

¡Bang! ¡Bang! You're deadDonde viven las historias. Descúbrelo ahora