Capítulo 11 ✝ Lejos ✝

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Días después:

-¿Estás tratando de mantenerme ocupada?- preguntó ____, levantando la vista de los deberes que L había escrito para que hiciera esa tarde. -¿Por qué no quieres llevarme contigo? Hoy es el día ¿No? Hoy apresaremos a Amane Misa, nuestra sospechosa de ser el segundo Kira. ¡Podría serte de utilidad!

Ryuzaki alzó los hombros con languidez, restándole importancia.

-Solo vigilare a Light de cerca, volveré por la tarde. Quiero que alguien se quede aquí con el resto del equipo en caso de que las cosas salgan mal. Si no vuelvo... Tú estarás a cargo. ¿Me he explicado?

-¿Si no vuelves?- ____ empalideció- ¡¿Y esperas que me quede tranquila aquí mientras tú arriesgas la vida allá afuera?! ¡Cuando has traído a Light al cuartel me he quedado encerrada en mi habitación como me has pedido!

-No puedo concentrarme contigo revoloteando a mi alrededor.- gruñó el pelinegro de inmediato. -Este plan tiene que salir bien. Es demasiado arriesgado. Te prohíbo seguirme.

-¡Dijiste que tú no eras la clase de hombre que encerraba a una mujer contra su volun...

Ryuzaki se inclinó y apresó su rostro para besarla con desesperación, mordiendo sus labios e introduciendo su lengua profundo en ella. ____ dejó escapar un jadeo de sorpresa, antes de ruborizarse de la cabeza a los pies al recordar que estaban a la vista de todos. ¿Cómo podía L comportarse de esa forma en frente de todo el equipo? Lo empujó suavemente para apartarse.

-Ryu-Ryuzaki, t-todos están mirando.

Como si estuviera ebrio ante la sensación de tenerla cerca, el pelinegro enterró el rostro en el cuello de la chica, cubriéndolo de besos. Ahí donde besaba parecía dejar un trazo de llamas en su piel. Con un escalofrío, ___ comprendió que esa era una despedida. Solo en caso de que algo saliera mal. Solo en caso de que no pudiera volver a hacerlo.

Después de todo, en una de las primeras cintas, el segundo Kira había exigido que L apareciera de forma pública en televisor. Solo con eso habría logrado matarlo... Por fortuna, el detective decidió enviar respuestas grabadas haciéndose pasar por el Kira verdadero que lo hicieron renunciar a sus exigencias.

Kira, o el segundo Kira, nunca habían estado tan cerca de arrebatarle a L.
Ella no podía permitir riesgos así otra vez.

En cuanto vio al pelinegro marcharse, caminó hacia Matsuda en silencio. Desde que le regaló aquella paloma de origami, se habían vuelto algo así como amigos. -Ire de cualquier forma. Y tu prometerás que no le diras a Ryuzaki de esto.

-Pero...- inició el joven.

-Estoy preocupada por él. E-Es mi esposo, después de todo. Yo...- se abrazó a si misma, luciendo muy frágil. -S-Sé que nuestro matrimonio no es el más real de los matrimonios pero... Lo quiero de verdad. ¡No quiero que Kira lo mate! Sé que Watari te ha dicho cosas terribles de mi...

-Oh, sobre eso...- Matsuda se frotó la nuca, riendo nervioso -No pasa nada. No me gusta juzgar a la gente antes de conocerla.

Sabía que Matsuda era el eslabón más débil del equipo, en cuanto a sentido común. No le sorprendió demasiado que a los pocos segundos de su táctica, su voluntad titubeara.

-Bien- cedió este, removiendose incómodo -Dime, ¿Que es lo que necesitas?-

-¿Podrías llevarme hasta allá?-

¿Sin una orden previa de Ryuzaki? ¡Perdería su empleo si eran descubiertos! ¿Y si ____ ponía en peligro la investigación?

Sin embargo, por la mirada que está le dedicó entonces (tan llena de esperanza, de alegría) supo que no podía decepcionarla. Asintió con tristeza y en cuanto lo hizo, la chica lo abrazó entusiasmada y le planto un beso en la mejilla, haciendolo sonrojar.

¡Bang! ¡Bang! You're deadDonde viven las historias. Descúbrelo ahora