Blanco. Fue lo primero que vio al despegar los párpados.
L se preguntó si eso significaba que había alcanzado el cielo. El pecho le dolía enormemente, y la cabeza le pulsaba. Pero... si estaba en el cielo ¿por qué esos ojos tan humanos le observaban tras esas gafas de carey?
-Que bien que ya has despertado.- dijo la mujer de rasgos estrictos en uniforme de enfermera. -Llamaré a tus niños. Estan muy preocupados por ti.-
-¿En donde está Craven?- preguntó el pelinegro en un débil susurro.
¿Está ella bien?
-Me temo que nadie con dicho apellido ha venido aún. Pero te avisaré en cuanto llegue. Mientras tanto, seguro querrás ver a los niños.-
¿Sus niños? Ah... claro...
Seguramente la enfermera los había creído hijos suyos y ni Near, ni Mello, ni Matt habían negado nada.
______ ¿en donde te encuentras?
En cuanto el menor de los tres huerfanos asomó la cabeza por el umbral, L se sintió mal consigo mismo por ser tan egoísta. Por no poder pensar en nadie más que en ella. Solo ella.
El albino estaba semicubierto de sangre. Su sangre, pensó L con culpa.
Y no sólo estaba desvelado sino que parecía que perdería el conocimiento en cualquier instante.
-Hizo un buen trabajo. _____ Craven.- comento Near, removiendose incomodo. -Al parecer, sabía lo que hacía cuando te disparó.-
______ siempre sabe lo que hace. Pero nunca lo dice. Deja que uno tema lo peor.
-El doctor dijo que si se dispara entre la tercera y la cuarta costilla, justo a las once del pezón izquierdo, no tocas el corazón ni las arterias mayores, sin embargo perforas el pulmón...- continuó el albino. -Si no se trata pronto tienes como diez minutos antes de ahogarte en tu propia sangre. Pero una vez parchado, se calcula la presión en el pulmón y se bombea sangre fuera. Y la recuperación es de lo más sencilla.-
-¿Dónde está ella?-
-...-
-¿Near?-
-Los demás también quieren verte. Y hay un hombre que dice llamarse Matsuda que asegura haber trabajado contigo en el caso Kira. Insiste en que le dejen pasar.-
Ese imbécil...
-¿Y _____?-
-Se la ha llevado. Ese tipo. Pero tú parecías estar muriendote y me cuide más de pedir ayuda que de ir tras de ellos.
-¡Pues no debiste hacerlo!- estalló el detective, y luego apretó la mandíbula al ver la forma en que el niño retrocedía. Nunca antes le había gritado.
Oh ¿qué pasaba con él? Tenía que recuperar los estribos. ¡Near le había salvado la vida y así se lo pagaba!
-Lo siento... Lo siento, no debí... ven, por favor, ayúdame a levantarme...-
-No puedes levantarte, L, sigues débil. Perdiste muchísima sangre.- instó Near con timidez. Casi esperó que el detective le gritara nuevamente pero este se limitó a soltar un suspiro y dejarse caer contra la suave almohada.
Primero Watari... Ahora _____... todo el mundo está salvandome la vida a costa de ellos mismos... Y yo... No puedo ni levantarme de esta estúpida cama por mi propia cuenta...
-Que entren. También Matsuda. Voy a necesitar de toda su ayuda para localizar a Craven.- cerró los ojos cansado y suspiró con resignación.
Puede estarse muriendo en este mismo instante.
-¿Cómo?- preguntó Near, tan pálido que combinaba con su cabello.
-Seguiran mis órdenes. Serán L hasta que demos con ellos y yo este recuperado...- tragó saliva. -No escatimaremos esfuerzos hasta que no la hayan encontrado... o a su cadaver...-
Narra _____:
Negro. Es lo primero que veo al despegar mis párpados somnolientos.
Me pregunto si eso significa que he llegado al infierno. Supongo que al menos será algo parecido. Me encuentro amordazada y tengo una venda en la boca que me impide hacer cualquier ruido, pedir auxilio.
La habitación tiene que ser un sótano, debido a la falta de ventanas y a la humedad. Un único foco de luz blanca cuelga en medio de todo. A excepcion de unas cuantas cajas de cartón, una mesa, una vieja lavadora, un pequeño refrigerador descompuesto y otro par de cosas de apariencia insignificante, está desolada.
Sin embargo, Near pedirá ayuda para él. Aunque tú mueras L estará bien.
La puerta se abre con in rechinido y una silueta se recorta a contra luz.
-Ahhh, veo que ya estás despierta.-
Mi corazón se encoge, me obligo a guardar la calma. Tengo que seguir su juego o no ganaré nunca. Vencí a Light Yagami y me deshice del shinigami que le ayudaba solo con ingenio. Balbuceo a través de la tela que cubre mi boca y el sonríe.
-¿Qué? No puedo entender nada de lo que dices, preciosa.-
Me remuevo y notó que su mirada libidinosa está fija en mis piernas, por lo que frunzo el ceño y aprieto las rodillas.
-Te lo quitaré, sólo si prometes no gritar.- murmura Keita al ver que trató de decir algo de nuevo. -Nadie podría oirte, claro, pero no deseo que me de migraña.-
Asiento llorosa, como si acabase de ofrecerme la cura del cáncer o fuese un Dios en carne y hueso, y mi reacción termina de convencerlo de que seré buena.
Me arranca bruscamente el sucio trapo de la boca y me analiza con burla.
-Mira nada más esa boquita. Si supieras todas las cosas que pienso hacer con ella...-
-Por favor... por favor déjeme ir a casa... mamá se preocupara si no le llamo... Ella sufre del corazón... podría hasta... oh, Dios mío... Sé lo ruego...-
-¡Mierda si no eres bonita! Ruega un poco más y tal vez me lo piense...- dice y se carcajea. -¡Ohh! Casi compadezco al pobre de Coil. Ni siquiera has llorado su muerte.-
-Lloraré su muerte si eso deseas, pero por favor... Déjame ir... no se lo diré a nadie...-
-Te has acostado con él, ¿no es verdad? Dime, ¿te ha gustado?-
Le miro con una mueca de desagrado y desvío los ojos a un lado. -Necesitaba el dinero que un matrimonio entre ambos me traería. No soy... No soy tan mala como... oh... si mamá no estuviese así de enferma nunca me lo habría planteado siquiera.-
-Y sin embargo, me rechazaste de inmediato la primera vez que nos vimos.- añade, ligeramente indignado. -¿Te pareció que tenía menos dinero que Coil? O quizás...- esboza una perversa sonrisa -¿Qué él era más guapo?-
Me tenso.
-Coil estaba desesperado, había caído demasiado fácil. Llevaba trabajandolo apenas dos meses y ya se cuestionaba el pedir mi mano. Tampoco me presionaba con respecto a tener relaciones ¡gracias al cielo! Pero tú eras atractivo, y no podía estar segura de poder acceder a tu dinero si dejaba a Coil... me decidí a ir por lo seguro... Pero ahora...- tiemblo teatralmente. -Oh, Dios, ¿en qué líos me he metido?-
-Tienes suerte, en realidad.- declara Keita al escucharme, y me parece que hasta se para más derecho con fanfarroneria. -Ya no tendrás que acostarte con él, sino conmigo. Y si me gusta... Tal vez cuando me aburra de ti deje que te vayas.-
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¡Bang! ¡Bang! You're dead
Fanfiction-Solo ha habido una chica en la vida de L -dijo Watari después de un largo rato de silencio. -¿En serio?¿Solo una? Bueno, sé que Ryuzaki es un poco antisocial pero estoy seguro de que...- Matsuda se quedó en silencio al ver la culpa en el rostro del...
