Capítulo 50

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―¡Daelyn, despierta! ¡Volverás a llegar tarde a clase!

Los golpes cesaron y los pasos de mi madre, cada vez menos audibles, me hicieron saber que se alejaba de mi habitación.

Intenté no bostezar, lo cual fue imposible. Me estiré mientras me incorporaba sobre el colchón y, con los ojos entrecerrados, me levanté.

Me miré delante del espejo del lavabo, llevé mis manos a mi cara y suspiré. Cogí una toallita desmaquillante y retiré los restos de maquillaje y lágrimas de la noche anterior. Al terminar volví a mirarme. No había razón alguna por la cual preocuparse, todo estaría bien.

No habíamos hablado mucho del tema, ninguno quería recordarlo. Era algo delicado, algo que a largo plazo acabaría por rompernos en pedazos.

Cogí mi mochila antes de salir de casa. Dejé las cosas en la cesta de mi bicicleta ―regalo de cumpleaños de mamá― y comencé a pedalear hacia la escuela.

Durante el trayecto hice memoria, recordando cómo había empezado todo. Hace cuatro meses. Cinco, quizás. El primer video fue grabado en mi casa, al lado de la chimenea. Los chicos habían interpretado una canción no muy larga pero pegadiza. Las visitas comenzaron a dispararse y a partir de ahí todo fue muy rápido. Llegaron demasiadas peticiones; cada fin de semana tocaban en un bar distinto. Las fans era lo único que ocupaba sus mentes. Pronto llenaron pequeñas salas de conciertos en Sídney. Cada vez más gente escuchaba su música. Más tarde los llamaron desde una discográfica americana.

Bajé de la bicicleta al llegar al instituto. La dejé en una pequeña zona especial para todos los alumnos que venían en ella, donde las guardaban. Cogí mi mochila y caminé lentamente hacia la entrada.

Un grito, otro más. Las irritantes voces femeninas que provenían de la puerta principal indicaban que los chicos acababan de llegar.

Intenté pasar por el gran grupo de chicas, algunas de otros institutos, que se mantenían de pie tan solo para ver a cuatro jóvenes apuestos y con buena voz. Tras hacerme paso conseguí salir del grupo de gente. Lo primero que vi fue los ojos de Luke, sus intensos ojos azules mirándome con tristeza. Yo giré la cabeza, no tenía ganas de verle en esos momentos.

Salí corriendo de allí, sin mirar atrás. Llegué a mi aula casi sin aliento, pero valió la pena no detenerme, no estaba preparada para la charla que me esperaba. No podía asumir todo lo que ocurrió ayer, pues si hoy era un día horrible, ayer lo fue aún más.

Él me dijo que se iría, los cuatro se irían en una semana a Los Angeles y firmarían el contrato que les habían ofrecido en aquella discográfica. Dejarían Sídney. Luke me dejaría atrás.

―¡Lyn! ¿Qué haces así vestida? ¡No puedes ir en manga larga cuando es casi verano! ―exclamó Danna, sentándose a mi lado.

―Estamos a finales de noviembre, todavía se puede llevar una rebeca sin morirse de calor.

―Eso es porqué tu eres demasiado friolera.

Suspiré. Danna cambió su semblante y me miró con una mirada algo pícara.

―¿Has visto todas esas chicas que reclaman a tu novio? Deberías plantarte delante de él y callarles la boca. Ojalá pudiese hacer lo mismo con Ca...

―¡Hola chicas!

―¡Calum! Hola, ¿Cómo tú... Por aquí? ―preguntó la rubia, cogiendo color en sus mejillas.

―Estudio aquí, monada ―respondió, guiñándole un ojo.

Danna y Calum llevaban tonteando hacía cosa de un mes. Todo empezó en una fiesta. Bebieron de más y terminaron haciendo algo de lo cual luego se arrepintieron, al menos Danna, porqué Calum llevaba tras ella desde ese día. La rubia acabó enredada en sus redes, aunque nunca se lo admitiría personalmente.

Apuesto mi paga de todo un mes a que él tampoco le ha dicho nada sobre el repentino viaje a Estados Unidos. Si fuese así, Danna estaría subiéndose por las paredes.

Tras la conversación sin sentido que ambos mantenían, giré mi rostro hacia la puerta. No sabía porque, simplemente las palabras de Danna me habían puesto nerviosa. Hace meses, cuando Luke me preguntó que me parecía la idea, si quería ser su cámara... tuve la misma duda.

Mi único miedo: ser substituida.

Ahora que él se iba lejos no sería tan extraño que ocurriese.

―¿A dónde vas? La clase está a punto de empezar, Lyn ―preguntó mi prima, al ver cómo me levantaba de mi asiento.

―Necesito ir a fuera, dile al profesor que no me sentía bien, por favor.

Salí del aula, dejando todas mis pertenencias en el pupitre. Notaba alguna que otra mirada sobre mí mientras andaba por el pasillo, pero las ignoré por completo, bajando mi mirada hacia el suelo. Supongo que ese fue mi error, pues caí un poco más tarde al chocarme con alguien.

―¿Estás bien? Lo siento ―escuché su voz, disculpándose por haberme tirado al suelo.

―Estoy bien, James.

―Beb... Eh, Daelyn... Yo... Debo irme.

Asentí y le dejé atrás. Estos meses no tan solo habían hecho mi relación con Luke más endeble, si no que mi corazón estaba más alterado que nunca.

En una semana todo podría romperse en pedazos pero, claramente, no podría haber imaginado de qué forma llegarían a ocurrir los sucesos.



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HOLA CHICAS, bueno como podéis ver han pasado unas cuantas semanas pero ya estoy aquí jajaja he tenido que pensar mucho que rumbo tomaría la novela, pero he decidido al fin hacer esto. Ya os habréis dado cuenta, pero han pasado unos cuantos meses y lo que era un proyecto para 5SOS ahora es toda una realidad. ¿Qué pasará de ahora en adelante? ¿Cómo creéis que será la relación a distancia de Lyn y Luke? ¿Qué ha pasado con el asunto del anónimo?

Os dejo el primer capítulo del maratón aquí jaja subiré otro ahora y mañana otro.

Siento haber tardado tanto, pero es que ahora viene una parte importante sobre la historia y no quiero empezarla mal.

Bye <3

PD: si queréis un capítulo dedicado podéis pedirlo en los comentarios :)

Twins » Luke HemmingsDonde viven las historias. Descúbrelo ahora