Capítulo 14

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Poco a poco James se separó de mí. Mis ojos, los cuales había cerrado al seguirle el beso, seguían cerrados, y mi respiración era entrecortada.

Decidí abrirlos lentamente, y lo primero que vi fue la sonrisa ladeada del rubio, y sus penetrantes ojos azules mirándome.

―James... Yo... ―intenté decir. Ni si quiera sabía porque me intentaba excusar, si era él el que me había besado.

―Ven conmigo a McBox ―dijo él de repente, cortándome.

―¿A dónde? ―pregunté confusa.

―El local de Marcus ―aclaró.

―¿¡Qué!? ¡No pienso volver allí! ¿O te tengo que recordar lo que pasó? ―le dije alterada, chillando en susurros, para evitar que alguien se despertase.

―Vamos Daelyn... ―dijo frustrado, llevándose la mano a su cabello y tirándolo hacia atrás―. Necesito que estés allí ―dijo, mirándome fijamente.

―¿Y para que me necesitas exactamente? ―le pregunté, elevando una ceja.

James bufó, estaba agotando su paciencia, pero aún así seguía preguntándole cosas, solamente para perder tiempo. No tenía intención de volver a ese sitio.

Nuestros ojos mantenían el contacto, haciendo que un escalofrió recorriera mi columna. Casi no parpadeábamos, y manteníamos una guerra, esperando que el otro fuese quien apartara antes la mirada.

―Mira... Te lo pediré solo una vez... ―dijo, cerrando los ojos con fuerza, apoyando su mano, hecha un puño, en la pared―. Necesito que estés allí para patearle el trasero a Grey. Si tú estás el querrá luchar, es simple.

―¿¡Piensas utilizarme como objeto para que acepte luchar contigo!? Ni lo sueñes Hemm...

No pude acabar mi frase, ya que su boca volvió a callarme de golpe. Luché por escapar de su agarre, pero me tenía acorralada de nuevo. Poco a poco fui cayendo ante él, cerrando los ojos y dejándome llevar. Sus labios se movían salvajemente sobre los míos, desatando el enfado que teníamos los dos en ese beso. James cogió mi labio inferior entre sus dientes, estirándolo un poco, haciendo que un gruñido saliera de mi garganta. Él soltó una pequeña carcajada, y se separó de mí.

―Si piensas que vas a convencerme con eso lo llevas claro... ―le contesté, algo aturdida, pero sonriendo.

―¡Oh vamos! ―dijo él, en tono divertido. ¿Por qué era tan raro? Era tan frío, y luego tan cálido...

―Estoy en pijama James ―le dije, negando con la cabeza, intentando deshacerme de esos pensamientos.

―¿Y? Es una camiseta y pantalón corto de chándal, vas prácticamente vestida.

―¿Tantas ganas tienes de que vaya? ―le pregunté, asombrada por su insistencia―. Es... Está bien ―dije, al cabo de un minuto.

James me sonrió y se separó de mí. Salimos del lavabo, intentando no hacer mucho ruido. Me dirigí a mi habitación y cogí mis adoradas vans, con cuidado de no despertar a Tom, que dormía plácidamente sobre mi cama.

Tss ―oí un susurro, proveniente de la calle.

Me asomé por el balcón, y vi a James en mi césped, mirando hacía mi ventana.

―¿Cómo...? ―susurré para mí.

―Tal y como tú lo harás ahora ―respondió él, al parecer no hablaba tan bajo. Su mirada se dirigió a la pequeña columna que había al lado del balcón. Yo abrí mi boca, formando una 'o' con ella.

Twins » Luke HemmingsDonde viven las historias. Descúbrelo ahora