Capítulo 40

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―Cariño... Haz la maleta ya, el avión sale esta madrugada ―dijo mamá, entrando en mi habitación con una caja de pañuelos, entregándomela―. No llores más por favor... ―me pidió, depositando un beso en mi frente.

―No... No puedo... No me lo puedo creer mamá... ―tartamudeé, apartándome de los ojos las lágrimas que caían de ellos.

―Daelyn, tienes que ser fuerte, sabes que él no querría verte así... Intenta tranquilizarte... Voy a ver si Harold está mejor ―dijo, en un tono amable―. Por cierto... Danna está aquí.

Mamá salió por la puerta, cerrándola muy despacio. Sentía como si llevase horas llorando en un rincón de mi habitación, cuando en realidad tan solo hacia veinte minutos desde que había llegado a casa, pero mi vida se había derrumbado en cuestión de segundos. Mi abuelo, Wallace Jones, había muerto, dejándome un vacío enorme en el corazón, eliminando cada rastro de felicidad que pueda haber en mí en esos mismos instantes, llenándome de tristeza... y es que el futuro es impredecible, y siempre está deseando colocar piedras en tu camino, piedras que debes saltar para seguir avanzando, pero, a veces, las piedras son cada vez más grandes, y cada vez es más difícil continuar el camino...

―¿Lyn? ―escuché desde fuera―. Voy a entrar― dijo la rubia, la cual abrió la puerta, viéndome con todo el rimmel corrido y el pelo enmarañado. En cuanto entró vino corriendo hacia mí, dándome un abrazo―. Hey tranquila... Ya sé que es duro... Y más siendo tú... Siempre habías sido la niña de sus ojos... Aunque pasaran años sin que os vieseis... El abuelo te quería mucho Lyn, y estoy segura que está muy orgulloso de ti esté donde esté―dijo Danna―. ¿Le has dicho a alguien que nos vamos?

Yo asentí con la cabeza ante su pregunta.

―Se lo he dicho a Lucy. También a Calum, Michael y Ashton...

―¿Y a Luke? ¿O James?

―Luke... Él está algo ocupado ―dije, mientras recordaba el mensaje de hacía tan solo unas horas.

El mensaje que el anónimo me había enviado llevaba una imagen incluida... Nunca hubiese dudado de Luke, de sus palabras... Pero parecía estar divirtiéndose con Aleisha en la barca del lago, en el parque donde me llevó aquella vez, y del cual solo nosotros dos conocíamos su existencia.

Nadie dijo nada más. Danna me ayudó a hacer la maleta, y yo me cambié de ropa, poniéndome simplemente una camiseta, unos pantalones y unos zapatos negros, tampoco es que tuviese muchos ánimos de arreglarme.

―Lyn, alguien te está llamando ―me avisó la rubia, viendo como mi teléfono vibraba sobre la mesita de noche.

Me acerqué hacia el mueble, y cogí el teléfono, afirmando la teoría que se estaba creando en mi mente.

Era Luke, por octava vez.

Quizás era demasiado estúpida, pero me molestaba el hecho de que me haya mentido, y que justamente hoy tuviese que pasar la tarde con Aleisha, con su ex, cuando acabábamos de empezar nuestro noviazgo.

―¿No piensas contestar? ―preguntó Danna, acercándose a mí.

―No ―suspiré―. Vamos, tenemos que dejar todas las cosas listan para marcharnos.

...

"Último aviso para el vuelo con destinación Londres" ―dijo una voz femenina, la cual sonó por toda la zona.

―Es hora de la despedida... ―dramatizó Tom, dándome un abrazo.

―Tan solo me voy por tres días... ―suspiré―. Cuida de las chicas.

―Lo haré ―susurró en mi oído―. Por cierto, he llamado a Luke y a James... Tienes que decirles que te vas, aunque estés enfadada con ellos.

Twins » Luke HemmingsDonde viven las historias. Descúbrelo ahora