Mi boca se abrió de la sorpresa, y eché mi cabeza hacia atrás para poder ver el punto más alto de esa inmensa torre.
―¡Bienvenida a 'Sydney Tower'! ―Luke extendió sus brazos.
―¡Dios! ―exclamé―. ¿Vamos a subir aquí? ―pregunté, girando mi cabeza hacia él, emocionada.
―Esa es la idea ―dijo―. Vamos, tenemos que comprar las entradas.
Seguí a Luke hasta el pie de la torre, donde se encontraban la entrada y las taquillas. Intenté pagar mi entrada, pero después de una discusión de cinco minutos, en la cual la señora que estaba detrás del mostrador nos miraba con cara de pocos amigos, Luke pagó las entradas. Los dos entramos, y nos juntamos con un vistoso grupo de turistas, que charlaban animadamente y comentaban las maravillas de la ciudad. El guía apareció al cabo de unos minutos, y nos subimos todos en un ascensor, que nos llevó directos hasta uno de los pisos más altos de la torre.
―Ahora mismo estamos subiendo hasta situamos a 250 metros del suelo. En este punto podremos ver toda Sídney, y su vista panorámica ―explicó el guía mientras subíamos.
Las puertas se abrieron, al fin, dejando entrar la luz por las paredes de cristal.
―Wow... ―suspiré, no muy alto―. Esto es... Precioso... ―dije, acercándome hacia una de las paredes.
Puse una de mis manos en la barandilla que había cerca de las paredes, por protección, y la otra en el cristal, con cuidado, como si en cualquier momento se pudiese romper. Desde allí se podían ver todos y cada uno de los rincones de Sídney. Cogí mi cámara, la cual llevaba en un pequeño bolso, y empecé a sacar fotos de todos los lugares, ahora diminutos, que encontraba a mi vista. Dejé un momento la cámara, cuando tuve suficientes fotografías, y la guardé en mi bolso de nuevo.
Giré mi cabeza, y me encontré con la mirada de Luke, el cual estaba apoyado en la barandilla. Este la apartó rápido, posándola en el maravilloso paisaje, lo que me hizo soltar una carcajada, a la cual el rubio se unió.
―Gracias ―me dijo de repente, todavía mirando las impresionantes vistas.
―¿Por qué? ―pregunté, confusa, girándome hacía él.
―Por hacer que me olvide de todo.
Luke se acercó a mí, dejando su cuerpo aun recostado en la barandilla. Su mano subió hacia mi mejilla, mientras me miraba directamente a los ojos. Su pulgar comenzó a trazar líneas sobre mi piel, de derecha a izquierda. Entre-abrió su boca, y mordió su labio inferior. Mi respiración comenzó a ser algo irregular, mientras mi mente imaginaba como sería besar a Luke. Mi mirada se había perdido en sus labios, sin darme cuenta, así que la subí hasta llegar a sus ojos, los cuales me miraban con ternura. En ese momento, fue él quien bajó su mirada hacía los míos. Dejó libre su labio para decir algo, pero una voz hizo que nuestras miradas se desviaran de sus objetivos.
―Chicos, debemos bajar, todos están en el ascensor, vamos ―dijo de golpe el guía, haciendo que nos sobresaltáramos.
Luke y yo nos separamos, ambos con las mejillas teñidas de rojo. Subimos al ascensor, y bajamos de la torre, entre ese grupo de turistas, en silencio, evadiendo lo sucedido.
―Creo que... Deberíamos volver a casa ―dijo Luke, en cuanto salimos de allí.
―Sí, vamos ―respondí, algo vergonzosa.
Los dos comenzamos a andar, uno al lado del otro, sin prisa, hacia la parada de bus más cercana, ya que nuestro barrio se encontraba a las afueras. Mi mirada tan solo se dirigía del suelo hacia el frente, y mi mente no dejaba de procesar la situación que había vivido tan solo cinco minutos antes.
Luke, sus profundos ojos azules, sus labios rosados, y su rostro tallado por los mismísimos ángeles.
Suspiré, rompiendo el silencio que había entre nosotros. Noté la mirada del rubio sobre mí, pero no me atreví a girar la cara.
―You make me feel like everything we have is real. Every time I look at you it makes me smile... ―escuché cantar a Luke en mi oído, en un tono grave, demasiado sexy.
Ahora si giré la cabeza, encontrándome con esos ojos, los cuales no dejaban de hacerme enrojecer. Su mano comenzó a tocar la mía. El pequeño roce que manteníamos me provocaba escalofríos, que recorrían mi espalda, de arriba a abajo.
―I've been thinking about you every night, all the time, can't get you off my mind. I just want to hold you tight, feels so right when I've got you by side.
Sus labios rozaban suavemente mi oreja, y su voz se transformaba en un susurro que tan solo nosotros podíamos oír. Nuestras manos seguían rozándose, piel con piel, hasta que Luke entrelazó sus dedos con los míos, encajándolos como si fuesen dos piezas de un puzle, perfectas la una con la otra.
Dirigí mi mirada a nuestras manos unidas, y luego de nuevo al suelo. Me había vuelto a sonrojar.
Andamos sin decir nada, por las calles de Sídney, llenas de gente. En ese momento éramos solamente dos más entre la multitud, pero me sentí como si solo fuésemos nosotros dos, cogidos de la mano, sin que nada más importase. Él para mi y yo para él. Él me hacía reír, me hacía sentir bien, me hacía feliz.
Y si, quizás he vuelto a caer, pero esta vez alguien me ha cogido, antes de que me diese de bruces contra el suelo.
----------------------------------------------------------------------------------------------------------------------
HOLA
Vale, he tardado mil en subir, pero no tenía inspiración, y encima es algo corto, así que no sé si os va a gustar como ha quedado, pero aquí está, capítulo 17 hecho.
Aviso: Esta semana estaré de viaje de fin de curso, así que no podré escribir ni subir, pero en cuanto vuelva me pondré manos a la obra.
También he de decir que en cuanto vuelva escribiré nuevos capítulos de 'West Of Heaven' y 'Demons', para las que las leáis. Y bueno, eso es todo :)
Si queréis que os dedique el capitulo pedídmelo en comentarios.
¡Espero vuestras opiniones sobre la novela!
Votad y comentad xx
Bye <3
ESTÁS LEYENDO
Twins » Luke Hemmings
FanfictionDaelyn Jones se muda desde Londres hasta Sídney por el trabajo de sus padres. Cuando llega allí todo parece fantástico: sol, playa, surf; todo lo que un adolescente ama, pero... ¿Qué pasará cuando conozca a sus vecinos? Luke Hemmings: el típico chic...