Twins » Luke Hemmings

Capítulo 66

James POV:

―¡Marcus abre la maldita puerta! ¡Marcus! ―grité, dando golpes a la puerta de madera―. ¡Marcus McDonough! ―de pronto la puerta se abrió. Entré sin saludar―. Marcus tengo un gran problema.

―Lo sé, tu chica ha venido hace un par de horas.

―No, no sabes nad... Espera, ¿Qué?

―Que Daelyn ha venido hace un par de horas.

Cerré los puños, intentando contener mis ganas de destrozar cualquier cosa que se pusiera en mi camino. Daelyn había estado aquí, y eso no era buena señal.

―Dime ahora mismo que es lo que hacía aquí y hacia donde ha ido.

―James... ―me nombró, palmeando mi hombro―. No voy a dejar que tú también te sacrifiques en el estado en el que estás ahora mismo.

―¿Qué estado? ―fingí no saberlo, aunque mi mirada estaba empañada de nuevo―. No puedo perder ni un segundo más... Lo sabes, ¿Verdad? Sabes de que son capaces por dinero... No quiero que al llegar sea demasiado tarde, jamás me lo perdonaría.

―Ella vino en busca de un arma. Me lo explicó todo, quise ir con ella pero me dijo que me quedara, que tú me necesitabas más.

―¿Se la diste? ―pregunté, incrédulo.

Todo aquello parecía irreal. Ni siquiera supe en que momento todo cambió, había pasado demasiado deprisa, de la nada, sin ninguna explicación, simplemente así.

―No tuve opción, en cuanto me lo dijo supe a lo que se enfrentaba, cuando ni ella es consciente del peligro que supone ir sola.

―¡Maldita sea! ¡Debiste ir con ella Marcus! ¡La has dejado sola, sabiéndolo todo! ―grité, dado un puñetazo en la mesa. Acumulé más lágrimas a causa del impacto, pero en aquellos momentos nada me importaba―. ¿Te dijo hacia donde se dirigía? ―Marcus asintió, apenado y preocupado―. Pues no perdamos más tiempo.

Luke POV:

―¿Cómo que no hay billetes de avión? ¡Ashton! ―grité, desesperado.

―¡No me chilles! No quedan plazas libres, está todo ocupado. Lo más pronto que podemos salir de aquí es dentro de tres días.

―Pero... Pero en tres días...

―Luke, mírame ―Ashton me agarró por los hombros, provocando que quedáramos cara a cara―. Vamos a conseguir alguna forma de volver, más tarde o más temprano. Vamos a solucionar todo esto ―me dejé caer en la cama, cogiendo mi teléfono―. ¿Qué haces?

―Voy a llamar a Daelyn, necesito escuchar su voz, al menos.

Ashton salió de la habitación, cerrando la puerta tras de él. Una vez llamando, unos pitidos se oyeron desde la otra línea.

Uno; no lo cogía.

Dos; Daelyn.

Tres; por favor.

Cuatro; por lo que más quieras.

Cinco; coge el teléfono.

Seis; mierd...

―¿Luke? ―escuché de pronto.

―¿Daelyn? ¡Daelyn! Oh dios mío, dime que estás en casa.

―Estoy en casa, ¿por qué?

―Yo... Simplemente no salgas de allí, de acuerdo.