Capítulo 55

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Salí de la pequeña cafetería con miles de lágrimas retenidas en mis ojos y otras tantas cayendo por mis mejillas, un enfado monumental y, posiblemente, un amigo menos.

Caminé por aquella gran avenida en busca de una parada de autobús para poder volver a casa. Cuando al fin la encontré me senté en los asientos que había pegados a la parada misma, revisando en mi monedero si tenía suficiente dinero para poder permitirme el viaje.

Tras ver que tenía tan solo tres miserables monedas que me habían quedado después de pagar el almuerzo en el café, eché la cabeza hacia atrás, pegándola contra el cristal. Suspiré e hice memoria de lo que había pasado hacía tan solo media hora:

Tommy abrió la puerta de la cafetería, dejándome pasar primero. El olor a comida entraba por mis fosas nasales y hacia que mi boca se hiciese agua.

―¿Quieres sentarte al lado de la ventana o dentro? ―preguntó mi acompañante.

―Ventana ―sonreí.

Él asintió y juntos nos dirigimos a una mesa de dos, al lado de un gran ventanal.

Tras pedir el desayuno el silencio se hizo presente entre nosotros. Intenté decir algo, pero las palabras se quedaron atascadas en mi garganta, como si no quisieran salir por si solas. Tom entendió, hablando él en mi lugar.

―Bueno... Creo que tienes una larga historia que contarme...

Tragué saliva, nerviosa. No sabía cómo empezar aquello, ni siquiera tenía sentido. Todo era tan reciente... James, Luke, el aeropuerto... ¡Solo habían pasado minutos!

Hice girar la cuchara dentro de la taza medio vacía, medio llena. El agudo ruido que produjo me alteró más.

―Yo... Bueno James... No, no... Ambos... ―empecé a tartamudear―. Luke... Yo, yo le...

―Lyn, suéltalo ya.

―Me he acostado con James.

El silencio volvió a envolvernos de la peor de las maneras; un silencio para nada agradable. La mirada de Tom se había endurecido. Poco a poco sus puños ejercían presión y sus nudillos se iban empalideciendo, al igual que mi rostro.

―¿Te das cuenta de lo que acabas de decir? ―dijo Thomas, con su semblante serio, pero a la vez incrédulo.

―¡Estaba borracha! ¡Ambos lo estábamos!

―Luke no te engañaría porque sí, pero tú... No me parece correcto lo que has hecho.

―¡No quería hacerlo, demonios! ¿Es que no puedes comprender mi situación? ¡Pensaba que era Luke! ―exclamé frustrada.

―Una parte dentro de ti está saltando de felicidad porque haya sido James quien estuvo contigo y no su hermano, ¿Me equivoco?

En ese momento, mi corazón arrebató por unos segundos toda mi racionalidad, gritando un gran y alto "sí", mientras mi cabeza repetía un "no". No era lógico, no era posible... No podía amarle.

―No puedo amar a James... No puedo hacerlo, yo amo a Luke... No me puede estar pasando esto, creía que estaba superado pero... Thomas ayúdame ―le supliqué.

La primera lágrima derramada. Pasé mi mano sobre mi mejilla, borrando su rastro, no tenía ganas de llorar ahora mismo.

Miré los ojos oscurecidos del que había sido mi mayor confidente durante estos años. Mi mejor amigo, mi mejor tesoro.

Twins » Luke HemmingsDonde viven las historias. Descúbrelo ahora